Por qué Wuhan está en el centro del brote viral: Shuli Ren

(Bloomberg) -- La ciudad más feliz de China no está tan feliz en estos días. Wuhan, que se calificó como una versión china de Phoenix, ahora es el epicentro de un virus similar al SRAG (o SARS, por sus siglas en inglés) que ha contagiado a cientos de personas. Vale la pena preguntarse por qué esta enfermedad surgió de un centro tecnológico local que cuenta con una fuerza laboral joven, y presumiblemente más saludable, en lugar de las megaciudades de Pekín o Shanghái.

Wuhan es una ciudad de inmigrantes y alberga una de las escuelas de ingeniería más prestigiosas de China: la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong. Cerca de 9% de la población son estudiantes universitarios, muy por encima del 3% de Pekín y Shanghái. Al 2018, más de 11 millones de habitantes vivían allí, lo que lo hace 25% más grande que Nueva York, pero solo 8,8 millones son residentes permanentes.

Como resultado, millones de personas que viven en Wuhan han viajado en estos días por el Año Nuevo Lunar. Durante la temporada de festividades del año pasado, la principal estación ferroviaria de la ciudad, que se encuentra a solo un kilómetro (0,62 millas) del mercado de mariscos donde comenzó el brote, recibió a 5,5 millones de viajeros. Si bien China suspendió el jueves todos los trenes y vuelos desde Wuhan, es posible que gran parte de los viajes ya se hayan realizado. La escuela de ingeniería, por ejemplo, comenzó sus vacaciones de invierno el 9 de enero.

Wuhan ha cultivado cuidadosamente una reputación como alternativa a Shenzhen. En su último plan quinquenal, la ciudad se propuso como objetivo hacer que 1 millón de graduados universitarios se queden en la ciudad al flexibilizar su sistema hukou, equivalente a una tarjeta verde, que da derecho a sus titulares a acceder a servicios sociales como educación en escuelas públicas. Cerca de 21 millones de viajeros pasaron por el aeropuerto de la ciudad en 2016, y una nueva terminal puede recibir a 35 millones de personas al año. La sociedad china se ha vuelto mucho más móvil desde la epidemia del virus SRAG en 2003.

Sin embargo, el gran volumen de migración laboral no es el responsable. Una ciudad perfectamente puede expandir su tamaño, pero los servicios públicos básicos también deben hacerlo. Observe el gasto fiscal de Wuhan; si bien se ha invertido dinero en áreas en boga como la investigación tecnológica, el gasto en salud pública se ha estancado. Recién en junio pasado, los habitantes de Wuhan se quejaron de la falta de higiene en el mercado de mariscos, pero el municipio no respondió. Si bien Pekín y Shanghái también reciben a muchos inmigrantes, ambas ciudades gastan más en este sector. Las poblaciones allí se han nivelado en medio de restricciones a las entradas de mano de obra.

Es verdad, el dinero es escaso para los gobiernos locales debido a la desaceleración de la economía, especialmente después del recorte tributario de US$300.000 millones del año pasado; como resultado, los burócratas deben tomar la difícil decisión de otorgar subvenciones a diseñadores de chips o destinarlas a la salud pública. La primera beneficia la estrategia “Made in China 2025” del presidente Xi Jinping, mientras que la segunda minimiza los escenarios relacionados con la teoría del cisne negro.

La tentación, desafortunadamente, es que las autoridades locales adopten las ambiciones industriales de China. Es mucho más fácil hacer un plan para el futuro que solucionar el pasado. Después de todo, los chinos han tenido durante siglos un gusto por la carne de animales exóticos; ¿entonces, por qué deberíamos preocuparnos ahora por la higiene de un mercado de productos frescos? Sin embargo, hasta que esa mentalidad cambie, solo podemos esperar más brotes.

Nota Original:Why Wuhan Is at the Center of the Viral Outbreak: Shuli Ren

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

Para contactar al editor responsable de la traducción de esta nota: Carlos Manuel Rodriguez, carlosmr@bloomberg.net

Reportero en la nota original: Shuli Ren en Hong Kong, sren38@bloomberg.net

Editor responsable de la nota original: Rachel Rosenthal, rrosenthal21@bloomberg.net

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