Wade recibirá homenaje del Heat por entrar al Salón de la Fama. Este jugador brilla ahora con Miami y quiere seguir sus pasos

El Heat celebrará a su ídolo Dwyane Wade por haber ingresado al Salón de la Fama.

La ceremonia se realizará en el partido contra los Hornet de Charlotte, el domingo (6 p.m. TV: Bally Sports Sun. Radio: WQAM 560, WAQI 710, con José Pañeda y Joe Pujala en español) en el Kaseya Center.

Wade no solo es patrimonio del Heat. Se trata de una de las personalidades más queridas en el sur de la Florida, al igual que Dan Marino, Don Shula y Alonso Mourning. Su legado va más allá de lo deportivo, trasciende a lo personal.

Además Wade es una inspiración para todos aquellos que se dedican al deporte y también para quienes que se encumbran en la carrera profesional, como en el caso de Bam Adebayo.

En agosto pasado, el centro fue invitado a la inducción de Wade al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame. Ambos jugaron juntos dos años con Miami cuando Adebayo era novato, el 2018-19, y la temporada siguiente.

“Fue una total sorpresa para mí porque el ingreso al Salón de la Fama muchos lo toman como un momento muy íntimo”, afirmó Adebayo al Miami Herald.

“Y asistir a la ceremonia significaba que uno ingresa al círculo más cercano de la persona. Era una locura”.

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De seguro, Adebayo sentirá igual emoción el domingo cuando en la celebración Wade sea homenajeado.

Habrá una entrevista en el medio tiempo y al final del partido actuará DJ Khaled, amigo del agazajado, y fanático del Heat.

La contribución de Wade al club de Miami es una muestra de talento, clase y desprendimiento.

Fue uno de los artífices de la conquista del primer título el 2006 cuando Pat Riley era el entrenador y jugaban Shaquille O’Neal y Mourning.

Junto con Udonis Haslem ganaron dos títulos más en la era de Riley como presidente de la franquicia, Erik Spoelstra como estratega y los tres grandes a cargo del equipo: Wade, LeBron James y Chris Bosh.

A ellos se sumó Ray Allen y conquistaron las coronas de la NBA en el 2012 y 2013 y llegaron a cuatro finales.

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Dos cosas grandes hizo Wade que permitieron que pudiera conseguirse esa gran hazaña. Literalmente dejó el ego a un lado y cedió el liderato de su equipo a LeBron. Luego renunció a millones de dólares para cuadrar las cuentas, hacer posibles las contrataciones y retener a Haslem.

Recién ahora con algunas confesiones de Adebayo se conoce también el papel de mentor que cumplía Wade con los jóvenes llenos de ambiciones y prisa que llegaban al Heat con la ilusión de conquistar el mundo.

Adebayo estaba desesperado por jugar, recién llegaba y era suplente.

Hassan Whiteside había recibido un contrato de alrededor de $100 millones y tenía que justificarlo.

“Cuando yo era más joven estaba loco por tener más minutos en el tabloncillo, me enojaba cuando no jugaba”, confesó Adebayo.

“Fue entonces cuando apareció Wade y me aconsejó: ‘Tienes que ser paciente. A veces no vas a jugar. Tienes que ganártelo”.

Quizás lo más valioso en esta historia es la integridad.

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“Nuestra relación es muy auténtica, honesta”, reflexionó Adebayo.

“Jamás me ha mentido. No es necesario vernos todos los días. Basta una llamada por teléfono de vez en cuando, un mensaje de texto como los que me enviaba en los pasados playoffs. Él quiere saber que el lugar que dejó continúa siendo exitoso”.

Ahora, Adebayo es un jugador consolidado. Es solo uno de los cuatros ases en la NBA que, antes del partido del sábado promedia 20 puntos, 10 rebotes y cuatro asistencias por partido.

Con las lesiones de jugadores clave como Jimmy Butler, Tyler Herro y Kyle Lowry, el entrenador Spoelstra lo tiene como el ancla del equipo.

En el dramático triunfo 99-96 del conjunto de Miami sobre el Magic de Orlando, la noche del viernes, el centro tomó el rebote final para definir el partido a segundos para el sonido de la chicharra.

Ahora el Heat se encuentra al frente de la división sureste. Y Adebayo ya no es el joven que se enoja porque no lo ponen, sino es el hombre decisivo que cumple su tercer año de un contrato por cinco y $163 millones.

Puede decirse que esto forma parte del legado de Dwyane Wade.