"¡Vuela alto Samantha, siempre fuiste libre!"

TLALNEPANTLA, Méx., enero 17 (EL UNIVERSAL).- "¡Justicia para Samantha!" fue la frase que despidió a la activista defensora de los derechos humanos de las personas transgénero, mientras su cuerpo descendía en un ataúd de madera envuelto por una bandera con franjas de colores azul, rosa y blanco en una fosa del panteón Jardines del Recuerdo.

"¡Vuela alto Samantha, siempre fuiste libre y eres libre!" y "¡Que se frenen los transfeminicidios!", gritaron cuando la tierra cubría el féretro que quedó cubierto de flores, donde Samantha Gomes Fonseca fue sepultada junto con imágenes que la mostraban vestida de blanco y sonriendo, como muchos la conocieron, mientras familiares y amigos la despidieron con llanto y aplausos.

Samantha fue asesinada el domingo al salir del Reclusorio Sur. "No existen las despedidas entre nosotros. Allí donde estés te llevaremos en nuestros corazones", fue el lema con el que su familia la despidió en la sala 203 de los velatorios de Jardines de Recuerdo.

La sonrisa de Samantha en una fotografía colocada junto a su féretro que quedó rodeado por cientos de flores blancas, así como la bandera del movimiento que ella adoptó, formaron parte central de esta despedida, en la que además de la familia cercana se dieron cita activistas y personalidades de la política

Del 1 al 16 de enero de este año se han registrado cinco transfeminicidios y dos ataques a mujeres transgénero. Dos de estos asesinatos son contra activistas de los derechos humanos en Michoacán, Veracruz, Hidalgo, Jalisco y Ciudad de México, lamentó Kenya Cuevas, directora y fundadora de Casa de Las Muñecas Tiresias A.C. Este 2024 inició como un año violento para la comunidad transgénero, lamentó.

María Clemente García Moreno, diputada federal por Morena, afirmó que ambas formaban parte de una misma familia, donde "ella [Samantha Gomes] era mi madre trans, que me cuidaba y motivaba. Yo la conocí antes de hacer mi transición, ella me cuidó y me ayudó a transitar cuando yo era muy joven. Yo no sería yo sin ella. Yo llegaba en la noche a su casa con mis tacones para vestirme en un entorno de represión, hace como 15 años", recordó.

Con lágrimas, mencionó que "hay la suficiente fuerza y gobierno como para haber tenido mejores acciones afirmativas y no hemos logrado reducir ningún índice [de violencia] contra las mujeres trans. Sigue el clima de violencia".