¿Volverán a ser igual los edificios de oficinas? El Empire State aporta algunas pistas

Por Imani Moise y Echo Wang

NUEVA YORK, 29 jun (Reuters) - El Empire State Building ha sido un símbolo del poderío económico de Estados Unidos durante casi 90 años. Recientemente, también se ha convertido en símbolo de su lucha contra el coronavirus.

Los 102 pisos antes abarrotados del rascacielos art decó de 443 metros de altura están ahora casi vacíos en una ciudad conmocionada por el peor brote de COVID-19 del país. Su aguja ha iluminado el cielo neoyorquino con destellos rojos y blancos para honrar a los trabajadores de los servicios de emergencia, haciendo de sirena en el centro de Manhattan.

A una semana de la segunda fase de reapertura de Nueva York, docenas de empresas con oficinas en uno de los edificios más famosos del mundo intentan averiguar cuándo, cómo e incluso si deben volver.

El mismo dilema se está presentando por todo Estados Unidos y también por todo el mundo. Algo tan normal como trabajar en un gran bloque de oficinas se ha vuelto de repente en algo casi inimaginable para muchos.

La reapertura del 22 de junio permitió a los edificios de oficinas invitar a los inquilinos a volver, siempre y cuando la ocupación máxima se mantuviera por debajo del 50%. Pero la mayoría de las empresas con sede en el Empire State Building, que van desde firmas tecnológicas como LinkedIn Corp a la marca de relojes de lujo Bulova, pasando por organizaciones sin ánimo de lucro como el World Monuments Fund, han optado por ampliar el teletrabajo.

Basándose en una encuesta a los inquilinos, la dirección esperaba que sólo entre el 15% y el 20% de los 15.000 trabajadores habituales del edificio volvieran en la segunda fase de reapertura.

Sin embargo, incluso entre aquellos que planean mantener cierta presencia cuando llegue el momento, pocos esperan volver a un lugar de trabajo como el que conocían antes del coronavirus, según las entrevistas de Reuters con varias personas que trabajan o dirigen empresas allí.

Global Brands Group, que es dueño de empresas como Calvin Klein, firmó un contrato de arrendamiento de 15 años por seis pisos de oficinas en 2011, pero ya ha dicho a los empleados con sede en Nueva York que nunca se les exigirá que vuelvan a la oficina.

El encanto de trabajar en "increíbles sedes corporativas" ha quedado eclipsado por la pandemia, dijo a Reuters Rick Darling, consejero delegado de la firma de ropa y marketing.

"Creo que se vuelven menos importantes", dijo. "Si tu gente está dispersa, realmente el rendimiento de tu empresa se convierte en el punto de prestigio".

La empresa aún no ha tomado ninguna decisión sobre el espacio de oficina y necesitará salas de exposición para los lanzamientos de moda, dijo Darling.

VOLVERÁ A SER COMO ANTES Este cambio de actitud podría significar un problema para el Empire State Realty Trust Inc, titular y administrador del edificio, así como para otras grandes empresas inmobiliarias de dentro y fuera de Nueva York.

El valor de las propiedades de las oficinas de la ciudad de Nueva York probablemente ha caído un 10% durante la pandemia, dijo Daniel Ismail, analista principal de la firma de investigación inmobiliaria Green Street Advisors.

Las acciones de Empire State Realty se han desplomado casi un 53% desde finales de 2019, frente a la caída del 25% que sufre este año el índice FTSE Nareit Equity Office, que hace un seguimiento de las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (REIT en inglés y equivalentes a las socimis en España).

Ismail señaló factores de presión para la compañía, incluyendo el cierre por la pandemia del observatorio del Empire State Building, un imán turístico que el año pasado generó más de una quinta parte de los ingresos del grupo, que también tiene otros espacios de oficinas y comercios en toda la ciudad.

Aún así, su CEO Anthony Malkin sigue siendo optimista.

Su familia ha estado implicada en el Empire State Building desde los años 60 y está convencido de que su estatus como una pieza llamativa del horizonte de Nueva York durará más que el impacto temporal, aunque doloroso, del coronavirus.

"Desde COVID, sólo hemos tenido gente que firma contratos de alquiler, no hemos tenido a nadie que se haya ido", dijo Malkin en una entrevista, señalando que Starbucks Corp firmó un contrato de arrendamiento de tres pisos el 15 de marzo. "En un mundo con tratamiento post-COVID, vacunas e inmunidad de rebaño, todo volverá a ser como antes".

Empire State Realty hizo uso de 550 millones de dólares de un crédito revolving en el primer trimestre para asegurarse de que tendría dinero en efectivo a mano si los inquilinos se retrasaban en los pagos, pero hasta ahora ha ingresado la mayor parte de las cuotas.

El cobro de la renta en abril cayó al 73% inicialmente pero se recuperó al 83% el 1 de junio, según una presentación a inversores. La compañía ofreció aplazamientos a una pequeña parte de los inquilinos, lo que ayudó a mantener la ocupación general estable en alrededor del 96%.

'ESTÁ PASANDO'

Algunos inquilinos dicen no tener intención de irse.

Por ejemplo, Shutterstock Inc, que firmó un contrato de arrendamiento de 11 años en 2013, está siguiendo las órdenes de las autoridades sobre cuándo y cómo regresar, dijo Heidi Garfield, la consejera general de la compañía y jefa interina de recursos humanos.

La plataforma de contenidos creativos tiene una alquilada de cerca de 8.000 metros cuadrados, con un diseño de planta abierta que incluye un gran café, una biblioteca, una terraza, un estudio de ejercicio y áreas de descanso. Antes del coronavirus, las principales quejas de los empleados era cuando no funcionaban los grifos para el café o la kombucha, dijo Garfield.

Pero otros inquilinos no tienen tanta confianza. Sin seguridad de cómo será el futuro del trabajo, se cuestionaron si tiene sentido gastar grandes cantidades de dinero cuando las operaciones en remoto han funcionado bien.

Costaba un promedio de 65,19 dólares por pie cuadrado arrendar espacio en uno de los edificios de Empire State Realty en Manhattan antes de la COVID-19, según la compañía, en comparación con la media de 81,64 dólares en todo Manhattan a finales de mayo, según la empresa inmobiliaria estadounidense CBRE Group Inc.

Los precios no han cambiado mucho durante la pandemia debido a que ha habido pocos anuncios, dijo la directiva de CBRE, Nicole LaRusso, que añadió que durante el proceso de reapertura podrían producirse más revisiones de precios.

SIN MASCARILLA NO SE PUEDE ENTRAR

Los visitantes del Empire State Building se enfrentarán inmediatamente a la nueva realidad.

Cualquiera que entre al edificio debe usar mascarilla y llevar su propio desinfectante de manos, dijo Malkin.

La administración cerró las entradas no esenciales y acondicionó el espacio comercial de la planta baja como puestos de control de temperatura y desinfección, dijeron los inquilinos. El vestíbulo del ascensor tiene pegatinas en el suelo en las que se debe colocar la gente que está esperando para asegurar el distanciamiento social.

Señales similares se han colocado en las aceras de la entrada principal, mientras se prepara la reapertura del observatorio el mes que viene. La atracción, que permite a los visitantes tomar fotos en la parte superior del edificio, generó el año pasado más de 125 millones de dólares de ingresos para la compañía.

Algunas empresas están reevaluando los alquileres.

Este mes, por ejemplo, la compañía de productos de belleza Coty Inc firmó más de 50.000 pies cuadrados de espacio en el Empire State Building con LinkedIn, propiedad de Microsoft Corp.

El sitio de viajes Expedia Group Inc, que ocupa 9.000 pies cuadrados en el piso 72, dijo que había aplazado "varios proyectos de capital inmobiliario" para preservar la liquidez.

Los representantes de Coty, Expedia y LinkedIn no respondieron a las múltiples solicitudes de comentarios.

Incluso una vez pasada la pandemia, es probable que el mercado de oficinas siga irremediablemente cambiado, según el analista Ismail de Green Street Advisors.

"Las grandes empresas han encontrado un mayor nivel de comodidad con la gente que trabaja desde casa, lo que creo que probablemente se acelerará en el futuro".

(Información de Imani Moise y Echo Wang; información adicional de Aleksandra Michalska y Barbara Goldberg, traducido por Jose Elías Rodríguez)