Vivir en Miami vacía su billetera. Este es el costo de vida en las zonas

En los tres años transcurridos desde que el COVID-19 llegó a Estados Unidos, el sur de la Florida se ha destacado atrayendo nuevos habitantes y nueva riqueza. En enero recibió otra distinción que confirma que vivir en Miami realmente cuesta un ojo de la cara.

El área metropolitana de Miami registró el mayor aumento del costo de vida entre las principales ciudades de Estados Unidos, según el más reciente informe del Índice de Precios al Consumidor de la Oficina de Estadísticas Laborales federal. Esto refleja la dura realidad diaria de muchos habitantes de la zona que trabajan fuera de los sectores de la tecnología, las finanzas y la abogacía, sectores que pagan a sus empleados salarios de seis cifras y, además, primas anuales exorbitantes.

“Cuanta más gente viene a la ciudad, más caro es todo”, se lamentaba hace poco a la puerta de su local Rodolfo Crisanto, un barbero de 24 años que trabaja en el downtown y ha vivido aquí casi toda su vida. “Salir en Miami es mucho más caro que antes”.

Los precios al consumidor en la región que abarca Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach subieron 9.9% en los 12 meses que terminaron en diciembre, la cifra más alta entre las 14 principales áreas metropolitanas. En segundo lugar se situó Phoenix, con 9.5%, y Seattle, en tercer lugar, con 8.4%. Nueva York-Nueva Jersey y el Área de la Bahía de San Francisco, dos fuentes de los nuevos habitantes en Miami, obtuvieron resultados mucho mejores, con 6.3% y 4.9%, respectivamente. El ritmo de la inflación de Miami en 2022 también superó el nivel nacional de 6.5%.

“Esto se debe al mercado inmobiliario”, dijo Greg McBride, vicepresidente y analista financiero en jefe de Bankrate.com, un proveedor nacional de información financiera con oficina en West Palm Beach.

El miércoles, los funcionarios de la Reserva Federal frenaron su agresiva ofensiva contra la inflación y subieron la tasa la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual a 4.75%. Dado que la inflación se ha moderado a nivel nacional en los últimos meses, los funcionarios de la Fed dijeron que esta alza de los intereses, la más pequeña desde marzo de 2022, presagia lo que los consumidores y los inversionistas deberían esperar de la Fed este año en futuros incrementos, ya que la inflación sigue siendo un desafío.

La vivienda, principal motor de los precios

En el área de Miami, la vivienda fue la principal culpable del aumento del costo de la vida el año pasado, según economistas, pero el precio de los alimentos y la energía también subieron. El más reciente informe del gobierno proporcionó un poco de alivio a los habitantes. El 9.9% anual de la inflación en Miami en diciembre para todos los artículos fue menor que el máximo alcanzado en agosto de 2022 y ha disminuido en cada uno de los cuatro meses siguientes.

Incluso así, el aumento de precios en el área metropolitana de Miami para todos los artículos, excepto los alimentos y la energía, llamado el Índice de Precios al Consumidor subyacente y considerado por algunos economistas un mejor indicador de la inflación, aumentó 10.4% en los últimos 12 meses, y en diciembre alcanzó su punto más alto en al menos los últimos tres años, lo que sugiere que los tiempos difíciles persisten. A escala nacional, la inflación subyacente fue de casi la mitad, 5.7%.

En el sur de la Florida, “la inflación está empezando a moverse en la dirección correcta, pero todavía queda mucho camino por recorrer”, dijo McBride, reflexionando sobre la trayectoria descendente de los precios al consumidor.

El Índice de Precios al Consumidor mide la variación promedio en el tiempo de los precios pagados por los consumidores urbanos por una cesta de bienes y servicios.

En la zona de Miami, los cereales y los productos lácteos también son más caros.

“Casi todo en el supermercado ha subido”, dice Crisanto, el barbero.

Lo mismo ocurre con la electricidad y el gas natural.

La compra de muebles y comida puede suponer un golpe. Estacionar un auto durante dos horas en un garaje de Coconut Grove un viernes por la tarde para un almuerzo de negocios le costó a este periodista $25. Eso es 250% más caro que el garaje de Fifth y Mission/Yerba Buena, en el downtown de San Francisco, a unas cinco manzanas de la sede de Twitter. Mientras tanto, los estacionamientos públicos de Palo Alto, Mountain View y Sunnyvale, California, ciudades que durante mucho tiempo han sido el corazón de Silicon Valley, siguen siendo gratis.

Golpe abrupto para los recién llegados

Los recién llegados a la Ciudad Mágica están sufriendo un duro golpe.

Zhenya Kolcheuskaya, una camarera de 29 años que se mudó a Miami en 2020, dijo recientemente, mientras se tomaba un descanso en el restaurante donde trabaja, que “los precios subieron mucho, especialmente en comparación con hace tres años, cuando me mudé aquí”. La bielorrusa añadió: “Todos lo sentimos”.

¿Qué pueden hacer ahora los consumidores? No mucho, dicen los expertos, porque todos necesitamos seguir comprando artículos de primera necesidad y pagar los gastos de la vivienda.

Si usted quiere comprar una camioneta o un auto usado, quizás esté de suerte. Esa fue una de las pocas categorías que registró una disminución de precios de 9.8%.

Por lo demás, los consumidores están atrapados. Los consejos tradicionales consisten en decir a la gente que economice, cambie a marcas de menor costo, compre en cantidades y haga compras menos frecuentes, pero muchos miamenses ya están haciendo eso y todo lo que pueden, observan los economistas.

Por ejemplo, Kolcheuskaya dijo: “Estoy preparando y cocinando más en casa y comiendo menos fuera”, señaló. Y, en general, sale menos y en su lugar “me quedo en casa”.

Muchos miamenses simplemente no tienen mucho margen de maniobra.

“No hay dónde esconderse porque la inflación ha sido muy pronunciada en categorías que son indispensables”, dijo McBride. “Así que no es cuestión de reducir gastos en esto o prescindir de aquello. [Ese consejo] simplemente no aplica en estas circunstancias”.

Obligados a trabajar en varios empleos

Muchos recién llegados y veteranos buscan fuentes de ingresos adicionales.

“Lo único que puedes hacer es trabajar más”, dice Crisanto, el barbero, que ahora trabaja 60 horas semanales, incluidas las visitas a domicilio.

Kolcheuskaya, la camarera, tiene otros empleos como modelo y en las redes sociales. Pero ahora “siento la presión económica de continuar con ellos”, dijo.

Una medida de ello procede de una empresa llamada Instawork, un mercado digital que pone en contacto a empresas con personas que buscan empleo por horas en más de 25 ciudades de Estados Unidos.

La empresa, con sede en San Francisco, está experimentando un crecimiento masivo en el sur de la Florida, según Daniel Altman, economista en jefe de la firma. De sus 30 mercados más grandes en Estados Unidos y Canadá, el área de Miami tuvo el mayor aumento en turnos de trabajo completados entre noviembre y diciembre de 2022, dijo.

El año pasado, tres cuartas partes de los trabajadores flexibles encuestados a través de la plataforma Instawork usaron los ingresos que obtuvieron para pagar lo esencial.

“Mucha gente necesita ingresos extra para llegar a fin de mes”, dijo Altman. “Esta es una gran razón por la que nuestra plataforma ha crecido tan rápidamente en todo el estado de la Florida”.

Esto ocurre mientras el desempleo en Miami-Dade sigue bajando. En noviembre estaba en 1.5%, muy por debajo de la tasa nacional del 3.4%, según la Oficina de Estadísticas Laborales federal. Y los salarios siguen subiendo para la mayoría de los empleados de clase media, aunque no lo suficiente como para seguir el ritmo del aumento de precios.

El poder adquisitivo de los consumidores en el área metropolitana de Miami aumentó 6% a principios de la pandemia, pero todo eso se borró a principios del año pasado, según un análisis de Altman. Solo recientemente han empezado a recuperarse.

“El poder adquisitivo de los floridanos en realidad ha estado disminuyendo a pesar de que para muchos su salario ha estado aumentando en términos nominales”, dijo el economista de Instawork.

No se prevé un rápido alivio de los precios

¿Cuánto durará?

Según McBride, parte de la desaceleración de la inflación observada en el último informe se debe a la fuerte caída del precio de la gasolina. Pero sigue siendo volátil. Por ejemplo, los precios de la gasolina en Miami volvieron a subir en enero.

“Necesitamos ver una mejora generalizada”, dijo el economista de Bankrate. “Eso todavía falta”.

¿Cómo surgió este problema? Las causas de la inflación no son exclusivas del sur de la Florida ni del estado.

El inicio de la pandemia en marzo de 2020 y las consiguientes decisiones políticas tomadas en Washington DC fueron los catalizadores iniciales. A partir del comienzo de la pandemia, el gobierno federal inyectó miles de millones de dólares en la economía a través de préstamos del Programa de Protección de Nómina, créditos fiscales y estímulos.

“Eso generó gasto y algo de inflación”, dijo Rob Anderson, director financiero de U.S. Century Bank, un banco comunitario con sede en Miami.

Si a eso se suman los problemas en la cadena de suministro, que empeoraron durante la pandemia, y las políticas de la administración del presidente Joe de Biden para traer de regreso actividades de manufactura al país, el resultado es una mayor presión inflacionaria, independientemente de que esas políticas tengan otros méritos.

Más recientemente, la Reserva Federal subió la tasa de interés de referencia a lo largo del año pasado en respuesta al aumento de la inflación. Eso significa mayores costos de endeudamiento para particulares y empresas.

Al mismo tiempo, algunas causas son específicas del área metropolitana de Miami.

Tormenta perfecta en el sur de la Florida

El auge del trabajo a distancia durante la pandemia animó a los profesionales de la tecnología a desplazarse por todo el país. Muchos acudieron en masa a la Florida y trajeron sus elevados salarios. Mientras tanto, continuaba la inmigración de latinoamericanos al estado. Los venezolanos, por ejemplo, estarían encantados de encontrar una inflación de dos dígitos.

“En el sur de la Florida se dio una especie de tormenta perfecta”, dijo Anderson, “así que eso provocó mucho gasto”.

Las empresas de inversión también empezaron a comprar viviendas y a pagarlas en efectivo para luego alquilarlas o venderlas. Anderson, el director financiero del banco, dijo que cuando se mudó aquí en 2020 e hizo una oferta por una casa, hubo otras cinco ofertas en efectivo por encima del precio de venta.

La vivienda es el factor clave que impulsa el aumento del costo de vida en Miami, incluso cuando el número de ventas de viviendas disminuyó el año pasado.

El índice de la vivienda en el más reciente informe del Índice de Precios al Consumidor subió 17.2% durante los últimos 12 meses en el área metropolitana de Miami. Esa cifra a nivel nacional fue de menos de la mitad, 7.5%. El alquiler promedio de una vivienda en el sur de la Florida subió 18.6%.

“Cada vez que hay un gran número de nuevos habitantes en una zona y se aporta una gran cantidad de ingresos a esa zona sin aumentar la oferta de las cosas que la gente necesita, entonces los precios van a subir”, dijo Altman.

Muchos de los recién llegados aportan dinero a la economía local cenando en restaurantes o saliendo los sábados por la noche. “Esos empleos de mayores ingresos también están generando un mayor nivel de gasto que acaba siendo el ingreso de otra persona”, dijo McBride, de Bankrate.com.

Pero la oferta de casas, condominios y apartamentos no está a la altura de la demanda, sobre todo en vivienda, incluso cuando las obras de construcción salpican Wynwood y el downtown de Miami.

“La mayoría de las construcciones en el sur de la Florida tienden a ser propiedades para la clase alta”, dijo McBride.

La disponibilidad es mínima para viviendas dirigidas a personas con ingresos moderados o bajos, que son los que probablemente comprarían su primera vivienda. “El asunto de la oferta sigue siendo un verdadero problema por debajo de los $500,000 como precio de venta. Es un problema que se ha perpetuado durante años”, dijo.

Anderson, de U.S. Century Bank, coincidió. “Si ha estado aquí y trabaja en un empleo de ingresos bajos o medios, es muy difícil pagar una vivienda, pagar un alquiler”, dijo el economista.

Por eso, incluso los relativamente recién llegados se preguntan cuántos empleos necesitarán para mantenerse. Kolcheuskaya, la camarera, dijo: “Me siento un poco estresada, porque me preocupa cuánto tenemos que trabajar para vivir una vida normal y buena aquí”.