Cómo se vive la grieta política puertas adentro del Conicet: cruce de documentos y alta tensión
A pocos días del balotaje, dentro del Conicet se vive un clima de extrema tensión política. El conflicto comenzó el viernes pasado, cuando el organismo publicó en su página web una carta en apoyo al candidato presidencial Sergio Massa, con la firma de las autoridades de sus 16 Centros Científico Tecnológicos. Como respuesta, más de 300 científicos e investigadores de la institución adhirieron a una solicitada que critica dicho documento y se opone a la “partidización” del centro de investigaciones. Una de sus impulsoras, la farmacéutica y biotecnóloga Sandra Pitta, destacó, a su vez, que de los 16 firmantes del comunicado oficial, al menos dos o tres se opusieron, pero no fueron escuchados.
El documento expedido por las autoridades afirma: “Las propuestas de uno de los candidatos y de sus aliados apuntan a desarmar los principios básicos sobre los cuales se funda nuestra democracia”. Y concluye: “La propuesta de un país sin Conicet, sin universidades públicas, sin escuelas ni hospitales estatales, nos interpela sobre el rol que cumplimos como sector científico, y desde el papel que tiene el conocimiento en el desarrollo de nuestro país. Por eso nos pronunciamos por Sergio Tomás Massa como presidente de la Nación”.
Pitta, que trabaja en el organismo hace más de 20 años, se enteró de la publicación el viernes mismo, al ingresar a la página web del Conicet para iniciar sesión en su cuenta. “Me enojé muchísimo. Llamé a dos o tres que yo conozco de esos 16 que firmaron, y que sé que jamás harían algo así, y me dijeron: ‘Mirá, no estábamos de acuerdo, pero igual decidieron publicarlo, y lo hicieron en nombre de todos’. Eso me enojó aún más”, dice.
LA NACION consultó a fuentes del organismo sobre este tema, pero no obtuvo respuesta.
Junto al investigador adjunto y filósofo Julio Montero, Pitta decidió impulsar la solicitada “Investigadores y científicos contra la partidización del Conicet”, que ya ha recaudado más de 300 adhesiones, entre investigadores, personal de apoyo (CPA), becarios y académicos de todo el país y del exterior. “La progresiva politización del Conicet lleva décadas. Pero la decisión de un reducido grupo de ‘autoridades’ de fijar una posición oficial a favor de un candidato es un acto sin precedentes que revela una mentalidad autoritaria y profundamente antipluralista”, se lee en el documento.
“El Conicet es una institución diversa, cuyos investigadores suscriben posiciones ideológicas, políticas y partidarias muy variadas, y ninguna autoridad tiene derecho a cancelarlas ni invisibilizarlas pretendiendo instalar un falso clima de unanimidad”, sigue.
Y luego concluye: “Nos vemos en la necesidad de aclarar a la sociedad que este comunicado no nos representa. Insistimos también en que son precisamente estas actitudes las que más dañan el prestigio del Conicet”.
“Esto no es en adhesión a Milei”
Los firmantes aclaran que la carta no es en apoyo al candidato Javier Milei. De hecho aseguran que, a pesar de que algunos sí lo votarán, entre los adherentes hay quienes prefieren a Massa y personas que optarán por el voto en blanco. La carta, dicen, manifiesta solo un rechazo de la partidización del organismo estatal.
“Nos quieren hacer quedar como que todos pensamos lo mismo, pero somos simplemente un conjunto de individuos a los cuales nos gusta investigar. Cada uno tiene sus ideas políticas”, plantea Juan Carlos Calvo, investigador principal Ad Honórem del Conicet y profesor titular plenario de la Universidad de Buenos Aires.
Él considera que el Conicet debe dedicarse únicamente a aquello para lo cual fue creado: investigar. En consonancia, Pitta sostiene que a pesar de que puertas afuera el Conicet parece ser un “órgano intelectual del kirchnerismo”, en realidad no lo es.
“Tenemos diferencias políticas e ideológicas. Lo que ocurre es que las voces que se escuchan son las más apegadas al kirchnerismo. El resto se autocensuran, no discuten, se silencian. Vivimos la grieta dentro del Conicet. Hubo una época, especialmente cuando Macri era candidato, en 2015, en que no se podía hablar mal del kirchnerismo. Se volvió todo muy tóxico: si criticábamos al Gobierno, la violencia era terrible”, asegura.
La tensión política dentro del Conicet volvió a recrudecerse en los últimos meses, también debido al contexto electoral, en particular, a partir de los dichos de Milei en una entrevista televisiva. El candidato a presidente dio a entender en agosto pasado que, en caso de llegar a ser presidente, cerraría el centro nacional de investigación. Fue entonces que cientos de investigadores y científicos salieron a las calles a expresar públicamente su repudio. La manifestación fue encabezada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus, quien en sus redes había escrito: “La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”.
“Hay gente del Conicet que va a votar a Milei”
“Increíblemente, aunque mucha gente no lo entienda, hay gente del Conicet que va a votar a Milei, porque saben que no va a cerrar el Conicet”, dice Pitta, quien afirma ser uno de ellos. “Votar en blanco era una opción que tenía, pero cuando tomé consciencia de lo que podía ocurrir, cambié de idea. Mi voto es contra Massa, porque Massa para mí representa esto que está pasando. Estoy de acuerdo con las ideas liberales sanas, no con las extravagantes. Las extravagantes sé que van a tener un límite en el Congreso, en la Justicia, incluso en la sociedad civil. Si gana el otro, no va a tener ningún tipo de límite”, suma.
Luego de las polémicas declaraciones sobre el posible cierre o privatización del Conicet, Milei salió a suavizar su discurso, y aseguró durante una entrevista radial que el organismo gubernamental “no va a existir más” en su forma actual y que será una oficina de ciencia para “limpiar lo que ensuciaron los que escriben estupideces”. A su vez, dijo que, en caso de llegar a la presidencia, designará como director del Conicet al médico veterinario Daniel Salamone, a quien definió como el “clonador nacional”.
La carta del Garrahan, sin candidatos nombrados
El Hospital Garrahan también ha emitido una carta en vísperas al balotaje, pero no se ha pronunciado a favor de ningún candidato en particular. En esta, el Consejo de Administración, presidido por Gabriela Bauersus, defendió con vehemencia la salud pública, a la vez que compartió algunos datos de su gestión. Insistieron en que “todo el accionar de la institución es posible por el compromiso del Estado, que garantiza el presupuesto que la complejidad exige”, y que “El 80% es aportado por el Estado Nacional y el 20% por la ciudad de Buenos Aires”.
“Abogamos fuertemente por un modelo de salud pública con un Estado presente que dé respuestas al cuidado integral con equidad y que sostenga el valor de los trabajadores de la salud”, sigue la carta.
Y termina: “Aspiramos a que el modelo de salud para los próximos años preserve la continuidad del funcionamiento institucional, la calidad de la atención, el papel federal creciente del hospital y el pleno derecho de sus trabajadores y trabajadoras. Solo de esta forma, en un contexto de libertad y democracia, podremos superar las dificultades actuales y avanzar hacia una mayor equidad y un mejor acceso a la salud de todos los niños y niñas de nuestra Patria”.