Las visitas de chicas adolescentes a las salas de urgencias aumentaron durante la pandemia

Ambulancia en Saint Paul, Minnesota, el 24 de noviembre de 2020. (Tim Gruber/The New York Times)
Ambulancia en Saint Paul, Minnesota, el 24 de noviembre de 2020. (Tim Gruber/The New York Times)

Cuando la pandemia del coronavirus llegaba a su segundo año, una cantidad cada vez mayor de familias estadounidenses estaban tan desesperadas por obtener ayuda para sus hijos deprimidos o con pensamientos suicidas, que los llevaban a las salas de urgencias.

Un análisis a gran escala de las solicitudes de reembolso de seguros médicos privados muestra que un incremento en crisis mentales agudas fue impulsado principalmente por un solo grupo: las adolescentes de 13 a 17 años.

De acuerdo con un estudio publicado el miércoles en la revista JAMA Psychiatry de 4,1 millones de pacientes durante el segundo año de la pandemia, hubo un aumento del 22 por ciento de mujeres adolescentes que llegaron a las salas de urgencias con una emergencia de salud mental, en comparación con un punto de referencia previo a la pandemia. Este incremento se asoció con el aumento de conductas suicidas y autodestructivas, así como con trastornos de la alimentación.

Durante el mismo periodo, de marzo de 2021 a marzo de 2022, los registros mostraron un descenso del nueve por ciento en el caso de los varones adolescentes que llegaron a las salas de urgencias por problemas de salud mental.

En general, la proporción de jóvenes que llegaron a la sala de urgencias por cuestiones de salud mental aumentó siete por ciento con respecto a antes de la pandemia. Este estudio se basó en estadounidenses con seguro médico privado y no plasma lo que estaba ocurriendo en pacientes de Medicaid o familias que no cuentan con seguro.

Pese a que el estudio no intentaba explicar la brecha entre los chicos y las chicas adolescentes, los autores señalaron la interrupción escolar, el alejamiento de sus compañeros y los conflictos en casa como los estresores que tal vez hayan afectado a las chicas de un modo especialmente intenso.

Un estudio arroja más evidencia de una crisis de salud mental entre adolescentes; en particular, entre las chicas.
Un estudio arroja más evidencia de una crisis de salud mental entre adolescentes; en particular, entre las chicas.

“A mí me preocupaba sobre todo que esto estaba siendo impulsado por pensamientos y conductas suicidas y de autodestrucción”, comentó Lindsay Overhage, autora del estudio y candidata a doctorado en el Departamento de Políticas para la Atención a la Salud de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

No se ha planteado ni una sola explicación sobre la brecha de género en las hospitalizaciones de urgencias relacionadas con la salud mental, una tendencia que antecedió a la pandemia.

Investigaciones publicadas en 2022 por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) revelaron que a los adolescentes les afectaba mucho la pérdida del empleo de sus padres y la inseguridad alimentaria, y más de la mitad de los adolescentes informaron sobre maltrato emocional de alguno de los padres y más de uno de diez reportó maltrato físico. Dos terceras partes de los estudiantes mencionaron que les costaba trabajo completar sus tareas escolares.

Algunos datos del Reino Unido revelaron que estas dificultades eran más marcadas en las chicas mayores de familias más pobres y la brecha se reducía en familias más pudientes.

También es posible que la brecha refleje actitudes hacia la atención a la salud mental y es más probable que las chicas adolescentes compartan sus aflicciones con otras chicas, señaló Christine M. Crawford, una psiquiatra de niños y adolescentes en el Centro Médico de Boston.

“Tal vez sus compañeras les recomienden ‘Sería bueno que hablaras con tus padres acerca de lo que está pasando o quizás debas buscar ayuda’”, comentó Crawford, quien señaló que las plataformas de las redes sociales se convirtieron en un elemento importante durante la pandemia cuando los adolescentes “realizaban búsquedas en TikTok sobre salud mental y sistemas de salud mental”.

El estudio de Jama sobre las reclamaciones de seguros reveló que las visitas a las salas de urgencias —que nunca son una buena manera de ofrecer atención profunda a la salud mental— fueron en especial problemáticas durante la pandemia debido a que los pacientes casi siempre tenían que esperar mucho tiempo antes de que hubiera camas de hospitalización disponibles para pacientes psiquiátricos.

Según el estudio, en el segundo año de la pandemia hubo un incremento del 76 por ciento en el número de jóvenes que pasaron dos o más noches en una sala de urgencias antes de ser internados.

Las esperas prolongadas, conocidas como permanencias, intensifican los niveles de estrés para los jóvenes en crisis y sus padres “a menudo compararon este entorno con una especie de reclusión”, reveló el estudio.

Haiden Huskamp, una economista del Departamento de Políticas para la Atención a la Salud de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y una de las autoras del estudio, calificó ese incremento como “muy, pero muy drástico” y especialmente preocupante, ya que las salas de urgencias ofrecen poca atención a las crisis de salud mental agudas.

Huskamp comentó que lo más probable es que la falta de personal fuera un factor importante en el tremendo aumento de las permanencias. La investigadora señaló que los incentivos económicos —sobre todo las tasas de reembolso para la atención a la salud mental— deben ajustarse para que haya más atención disponible para los adolescentes.

“Desde luego que atrae la atención que salga el director general de sanidad de Estados Unidos a decir que esta es la crisis de salud mental que define nuestra época, pero el cambio de políticas lleva tiempo y debemos actuar con mayor rapidez”, puntualizó.

c.2023 The New York Times Company