Visita la biblioteca desde la comodidad de tu celular

Las bibliotecas públicas han prestado libros electrónicos a los usuarios desde hace más de 20 años, pero muchas han ampliado sus beneficios electrónicos con audiolibros, revistas, cómics, videos y otros servicios digitales, incluso antes de que la pandemia ayudara a poner las colecciones en línea. Si tienes curiosidad sobre lo que tu biblioteca local puede prestar de sus anaqueles digitales, pero nunca dedicaste tiempo a inscribirte para obtener una tarjeta gratuita de la biblioteca (o vincular tu tarjeta existente a una cuenta); a continuación, te decimos cómo iniciar.

Ubica tu biblioteca

Si no estás seguro de dónde se ubica tu biblioteca más cercana, busca en línea o ingresa el nombre de tu ciudad en el sitio Library Finder o en el apartado de “Find Libraries and Archives” en USA.gov. Cuando hayas encontrado una biblioteca, revisa su sitio web para encontrar información sobre cómo inscribirte para recibir una tarjeta de la biblioteca y la posibilidad de que te presten libros electrónicos y otros materiales. Los enlaces a “colecciones digitales”, “recursos en línea” o incluso “obtén una tarjeta de la biblioteca” en la página de inicio de la biblioteca pueden ayudarte a comenzar.

Los requisitos para el trámite de una tarjeta varían de una biblioteca a otra. Algunas quizá te permitan hacer todo el proceso de inscripción en línea; mientras que otras tal vez te pidan que subas a su plataforma un comprobante de domicilio, números de teléfono o datos de geolocalización; y algunas bibliotecas prefieren que realices el trámite para recibir la tarjeta en persona en su sucursal más cercana.

Si no tienes una sucursal cercana, algunas bibliotecas municipales permiten que cualquiera que habite en el estado solicite una tarjeta, así que revisa los requisitos de residencia. Los sistemas de la Biblioteca Pública de Brooklyn, la Biblioteca Pública de Nueva York y la Biblioteca Pública de Queens permiten tener una tarjeta a las personas que viven, trabajan, pagan impuestos sobre la propiedad o estudian en el estado de Nueva York. Las bibliotecas estatales no solo existen en Nueva York; están la Biblioteca Gratuita de Filadelfia, que está abierta a los residentes de Pensilvania, y la Biblioteca Pública de Houston, que brinda servicio a la mayoría de los texanos.

Cuando completes el proceso de inscripción para obtener tu tarjeta de biblioteca, recibirás un nombre o número de usuario, así como un pin o contraseña para iniciar sesión en el sitio de la biblioteca.

Instala la aplicación

La mayoría de las bibliotecas manejan sus materiales electrónicos mediante aplicaciones como Libby, SimplyE y cloudLibrary. Algunas usan aplicaciones como PressReader, Hoopla o Kanopy para prestar revistas digitales y videos; busca las instrucciones en el sitio web de la biblioteca para saber qué materiales ofrece a préstamo y las aplicaciones que necesitas para tener acceso. Cuando ya hayas instalado la aplicación, inicia sesión con tu nombre de usuario de la biblioteca y contraseña y empieza a navegar en busca de cosas que quieras pedir prestadas. Si ya tienes una tarjeta de la biblioteca, usa tu número de tarjeta para acceder a la aplicación.

Al igual que cuando pides prestados materiales físicos, es posible que tengas que esperar si otros beneficiarios ya se llevaron todas las copias de cierto libro o audiolibro. Los periodos de préstamo varían. Lo habitual es que uses los materiales prestados en la aplicación designada de la biblioteca, pero tal vez también veas la opción de mandar un libro prestado a tu Kindle de Amazon.

Algunas aplicaciones te permiten añadir múltiples bibliotecas o tarjetas de biblioteca para incrementar tus opciones. Además de las herramientas para préstamo de libros electrónicos, algunas instituciones también tienen sus propias aplicaciones para reservar copias físicas de libros y cintas en DVD, examinar las colecciones de investigación y publicar anuncios de eventos de la biblioteca.

No veas solo libros

Las aplicaciones hacen que sea más fácil explorar la colección principal de una biblioteca desde un dispositivo móvil, pero a menudo puedes sumergirte más a fondo en el acervo desde el sitio web completo de la organización; para esto sería bueno tener una pantalla más grande. El material disponible variará según la biblioteca y es posible que no todo esté digitalizado, pero podrías encontrar mapas, herramientas de genealogía, bases de datos de investigación, fotografías digitalizadas, anuarios de bachillerato y la hemeroteca.

En algunos casos, puedes guardar e imprimir cosas de la galería digital. Sin embargo, tal vez sea necesario que visites la biblioteca física para hacer uso de ciertos recursos, como servicios de genealogía con suscripción.

Muchas instituciones también brindan una “biblioteca de las cosas” cuyos contenidos pueden sacar en préstamo los usuarios con tarjeta (por ejemplo, equipo tecnológico, juegos de mesa, herramientas y aditamentos de cocina). Navega el sitio web de tu biblioteca para ver su lista de servicios.

Bibliotecas nacionales

También puedes ver materiales digitalizados de varias bibliotecas nacionales. La página de colecciones digitales en el sitio web de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos es un buen lugar para comenzar si buscas fotografías históricas y otro contenido.

El Internet Archive (archivo de internet) alberga millones de videos, grabaciones de audio, imágenes y libros digitales, así como programas de software antiguos, y LibriVox alberga audiolibros de dominio público.

La Biblioteca Pública Digital de Estados Unidos, una plataforma que agrupa bibliotecas y acervos gratuitos de todo el país en un solo lugar, tiene una base de datos en la que se pueden buscar más de 49 millones de textos, imágenes, grabaciones de audio y videos en su sitio.

Aunque revisar colecciones en línea quizá no se compara con la emoción que sienten aquellos que prefieren visitar la biblioteca en persona, las bibliotecas digitales tienen sus ventajas (incluyendo la característica de estar abiertas las 24 horas para las personas que simplemente no quieren dejar de explorar).

c.2023 The New York Times Company