Violencia en Haití: tiros, gases lacrimógenos y pánico en el funeral del presidente asesinado

Funeral del presidente Moïse en Cabo Haitiano
VALERIE BAERISWYL

PUERTO PRÍNCIPE.- El funeral para despedir al presidente haitiano Jovenel Moïse, asesinado hace dos semanas, fue suspendido de forma abrupta cuando se produjeron desórdenes e incluso disparos que obligaron a embajadores e invitados a abandonar la carpa donde se realizaba la ceremonia.

La delegación estadounidense, encabezada por la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas Greenfield, interrumpió su visita a Cabo Haitiano, en el norte del país, poco después de que comenzara el tiroteo alrededor de las 10 de la mañana. Momentos después, la representante especial de las Naciones Unidas en Haití, Helen La Lime, se fue también apresuradamente con su comitiva.

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Momentos antes de que comenzara el funeral, la multitud empezó a gritar “Asesino” cuando llegó el jefe de la Policía Nacional de Haití, Leon Charles. A ellos se unieron otros que gritaban: “¿Dónde está Jovenel?”.

El funeral continuó después de que la policía rodeó rápidamente el área cerca de la carpa que albergaba el ataúd de Moïse para la ceremonia y disparó gases lacrimógenos, ya que se podían ver a lo lejos nubes de humo de neumáticos en llamas.

La policía dispersa a los manifestantes en Cabo Haitiano
Matias Delacroix


La policía dispersa a los manifestantes en Cabo Haitiano (Matias Delacroix/)

“Traicionado”

El funeral cargado de emoción y tensión había comenzado poco después de la llegada de la primera dama, Martine Moïse, quien fue herida durante el ataque. Flanqueada por guardaespaldas, prensa y multitudes que gritaban “Justicia, justicia”, Martine Moïse caminó hacia el escenario, se detuvo ante un retrato de su difunto esposo y luego recorrió el escenario cubierta de rosas blancas y claveles. Luego se paró junto al ataúd cerrado de quien fue su esposo durante 25 años. El féretro estaba cerrado cubierto con la bandera bicolor haitiana, una medalla de honor, distinción y mérito en el medio en la parte superior de su banda presidencial.

La multitud comenzó a gritar “Átalos“, “Quémalos” y “Ellos mataron a Jovenel, estamos votando a Martine”.

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En su discurso, la exprimera dama recalcó que el presidente fue ultimado con “extrema crueldad y barbarie”. Insistió en que Moise fue “abandonado” y “traicionado” y que lo mataron por sus planes de electrificar el país y su deseo de “defender a los más desfavorecidos”. ”Perdimos una batalla pero no la guerra”, enfatizó la mujer visiblemente emocionada.

Estaba previsto que el féretro descanse finalmente en Cabo Haitiano, una ciudad histórica.

Las tensiones vienen aumentando desde el miércoles, el primero de los tres días de duelo, ya que simpatizantes y no partidarios dijeron que el asesinato del mandatario fue un complot de la élite del país con sede en Puerto Príncipe contra la mayoría negra pobre.

La viuda del presidente asesinado habla durante el funeral
Matias Delacroix


La viuda del presidente asesinado habla durante el funeral (Matias Delacroix/)

El jueves, los caminos hacia Cabo Haitiano desde la capital fueron bloqueados y se levantaron barricadas de fuego. Un puente fue quemado y se hicieron disparos mientras los manifestantes se desplegaban por la ciudad, exigiendo justicia para el presidente muerto. Los manifestantes dispararon en un restaurante mientras los periodistas intentaban grabar un video, atacaron a un camarógrafo extranjero en un hotel frente al mar y arrojaron piedras a un automóvil diplomático, lo que obligó a los guardias de seguridad a disparar sus armas y huir con un diplomático extranjero.

Agencias AFP y ANSA