Bélgica y Luxemburgo vuelan de la mano hacia mayor cooperación militar en UE

Bruselas, 16 jun (EFE).- Un avión de la Fuerza Aérea Belga calienta motores en la base de Melsbroek para un vuelo de demostración ante autoridades públicas. Y, sin embargo, en su cabina no se hablará ni francés ni flamenco, sino inglés, porque su piloto o cualquier miembro de su personal puede ser luxemburgués.

Se trata del A400M, que en pocos meses será el único modelo de avión de transporte táctico disponible para Bélgica tras la jubilación de los C-130. Es en este ámbito donde los belgas han decidido unir fuerzas con Luxemburgo para crear un escuadrón binacional de transporte aéreo, que este miércoles ha demostrado sus capacidades en un vuelo del que ha formado parte Efe.

La iniciativa es un ejemplo de cooperación europea en los ámbitos militar e industrial en la que están involucrados también Francia o Alemania, con apoyo en tareas de entrenamiento de personal o apoyo al mantenimiento, e incluso España, con la planta de Airbus en Sevilla donde se manufacturan estos aviones.

Del vuelo de demostración de este miércoles, que ha recorrido un soleado cielo belga, han sido testigos los ministros belga y luxemburgués de Defensa, pero también el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, que ha querido poner el acento en la importancia de este tipo de iniciativas para la Europa de la Defensa.

“La interoperabilidad es clave para nosotros. Tenemos 27 Estados y 27 ejércitos, de diferentes tamaños, pero hasta el más grande es demasiado pequeño para tener la capacidad militar que se requiere hoy”, subrayó el jefe de la diplomacia comunitaria, que ve la iniciativa belgoluxemburguesa como “un ejemplo notable de cooperación europea en el dominio de la defensa”.

Durante el vuelo, las tres autoridades públicas han tenido la posibilidad de asomarse, bien asegurados con un arnés, por las puertas traseras del gigante de la aeronáutica para contemplar desde el aire la boscosa región de las Ardenas y la simulación de cómo se llevaría a cabo el salto de un paracaidista.

Una experiencia “impresionante”, ha definido Borrell a su salida del avión, donde ha contado que le ha traído recuerdos de su servicio militar en el Ejército del Aire español, aunque con aviones “mucho más pequeños”. “Pero las sensaciones”, ha rememorado, “son las mismas”.

LA COLABORACIÓN BELGOLUXEMBURGUESA CON LOS A400M

Desde la Fuerza Aérea belga consideran la iniciativa muy positiva para la interoperabilidad de estos colosales aparatos, ya que con la constante coordinación mejoran la efectividad del mantenimiento, intercambian información y pueden compartir equipos humanos gracias a que la formación de los militares tiene lugar en distintos países.

Los luxemburgueses ya llevaban un tiempo uniéndose a sus colegas belgas en los vuelos con los modelos anteriores de transporte táctico, los C-130, y ahora están completamente integrados en este escuadrón. El logo de la unidad muestra la mitad de la bandera de cada país y en la cabina se habla inglés, el idioma internacional de la aviación.

El escuadrón final llegará a ocho A400M, siete belgas y uno luxemburgués, a finales de este año. Se trata de un modelo capaz de transportar hasta 37 toneladas de carga en 4.500 kms o 17 toneladas en 5.800 kms y dejar caer 116 paracaidistas en una sola pasada.

En su primera misión conjunta el pasado mes de marzo, una tripulación belgoluxemburguesa voló hasta Jordania para asistir al destacamento belga de la Operación Desert Falcon, que se había quedado inmovilizado por una avería de motor. El A400M trasportó desde Bruselas los motores nuevos y retornó a Bélgica con los averiados para su reparación.

También puede transportar ayuda humanitaria, personal militar, material o incluso vehículos completos. Tiene, explican desde la Fuerza Aérea, la capacidad de llegar “el doble de lejos, con el doble de carga y el doble de rápido” que su predecesor, que había estado en uso durante 50 años.

"Evidentemente es mucho más barato que cada uno tenga el suyo, porque al final cada uno tiene menos de lo que necesita. Por eso es bueno que hagamos una política de ahorro, de eficacia, hacia que las capacidades sean interoperables entre países, no teniendo 16 tipos de tanques como tenemos en Europa. Los americanos tienen uno", recordó Borrell.

¿HACIA UN EJÉRCITO EUROPEO?

Aún colean en Bruselas los ecos de la propuesta que en 2018 apuntó el eje francoalemán con el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel a la cabeza, cuando abogaron públicamente por poner en marcha un ejército europeo "complementario" a la OTAN.

La propuesta enfureció al entonces presidente estadounidense, Donald Trump, pero, si bien obtuvo apoyo desde las filas liberales españolas entre otros rincones de Europa, incluso la OTAN advirtió de que una iniciativa tal no debe competir ni duplicar los esfuerzos de la propia Alianza.

Preguntado por este asunto durante la jornada, Borrell puntualizó que en estas conversaciones no se habla de construir un ejército desde cero. “Ya es suficientemente difícil de momento que nuestros ejércitos trabajen de forma interoperativa y coordinada, evitando por ejemplo tener demasiados aviones y no suficientes tanques”.

La forma de crear una capacidad de defensa europea, añadió, es “uniendo a todos nuestros militares en unidades que puedan trabajar juntas”. “Nuestras misiones y operaciones son una buena escuela para eso, para que nuestros militares de diferentes ejércitos trabajen juntos y se cree la idea de servir no solo el interés de sus países sino el interés general de Europa”.

“Paso a paso, llegaremos tan lejos como los Estados miembros quieran”, concluyó Borrell.

(c) Agencia EFE