Golfista de la Florida se niega a que un cocodrilo que se le acercaba echara a perder su juego

El video de un golfista que se negó a aceptar que un cocodrilo que se le acercaba afectara su concentración ha sido comentado como prueba de que practicar el deporte en la Florida “no es para cobardes”,.

En las imágenes aparece Michael West cuando disputa el hoyo número 10 en el campo de golf de Punta Gorda, Heritage Landing. En determinado momento, West mira por encima del hombro y a ve a un cocodrilo de siete país aproximándose con gran rapidez.

En lugar de entrar en pánico, West ignora al reptil, estudia la bola, y la golpea.

Se pueden escuchar risas, mientras otros jugadores contemplan la situación sin creer lo que pasa.

“Yo estaba planeando hacer mi tiro a unos 125 pies de distancia. Sabía que se me acercaba diagonalmente”, le dijo West a McClatchy News.

“Se acercó a unos 15 pies y entonces se detuvo y yo le pegué a la pelota. Mi amigo Grant se estaba poniendo un poco nervioso y quería que me apurara. Pero yo estaba mucho más preocupado en hacer un buen birdie que en el cocodrilo.”

West golpeó la bola a ocho pies de la bandera, y luego dejó que el cocodrilo se apropiara del hoyo.

“Él estaba en lo suyo, lo que me parece estupendo. La próxima vez tengo que conseguir un dinosaurio para que me vea jugar”.

West, que trabaja en la compañía Tropical Tile & Marble en Naples, dijo que no es el primer encuentro con un cocodrilo que ha tenido en un campo de golf de la Florida.

“Una vez, tuve que detenerme porque tenía la bola a un pie de un cocodrilo de 10 pies”, dijo. “Si hay agua, hay que estar preparado para encontrar un cocodrilo por allí o cerca. Son criaturas prehistóricas, y no les gusta tener una interacción cerca. Debemos respetar su espacio, y posiblemente ellos harán lo mismo”.

El video lo compartió en la página de Facebook, Alligators of Florida, la esposa de West, Melissa Walsh, que no practica el golf, pero dice que es algo asombroso que cocodrilos y humanos puedan coexistir en un campo de golf.

Cientos de personas han reaccionado a la publicación, entre ellas algunas que bromearon diciendo que el cocodrilo estaba contemplando la idea de tener a West como su cena. Otros dijeron que el gran lagarto quería que se apurara y acabara de pegarle a la bola.

“Jugar golf en la Florida no es para cobardes”, escribió Jack McSwain.

“Es un día típico en un campo de golf de la Florida. Los cocodrilos esperaron con gran paciencia y fueron muy respetuosos”, colgó Kaydee Richley.

“Ni por un segundo me parece que no querrán comerse al jugador”, dijo por su parte Angel Morgan Heart.

Punta Gorda queda a unas 110 millas al sur de Tampa.

Traducción de Jorge Posada