La vida secreta de los sasquatches

Nathan Zellner, codirector de la película “Sasquatch Sunset”, disfrazado de sasquatch, se esconde detrás de un árbol en Central Park, Nueva York, el 4 de abril de 2024. (Brian Karlsson/The New York Times)
Nathan Zellner, codirector de la película “Sasquatch Sunset”, disfrazado de sasquatch, se esconde detrás de un árbol en Central Park, Nueva York, el 4 de abril de 2024. (Brian Karlsson/The New York Times)

Un terremoto y un eclipse no fueron las únicas rarezas naturales que ocurrieron en Nueva York la semana pasada. ¿Supiste lo del sasquatch en Central Park? Los creadores de “Sasquatch Sunset” esperan que sí.

Porque el sasquatch, también conocido como Pie Grande, solo era alguien con un disfraz y su paseo por el parque era publicidad para la nueva película de los hermanos David y Nathan Zellner. La película, que se estrena el viernes en Nueva York, trata de un año en la naturaleza con una manada de sasquatches —un macho y una hembra (Nathan Zellner y Riley Keough) y dos sasquatches más jóvenes (Jesse Eisenberg y Christophe Zajac-Denek)— mientras comen, tienen relaciones sexuales, luchan contra los depredadores y se enfrentan a la muerte.

Divertida pero con un gran corazón, la película se sitúa en la intersección de la campaña publicitaria de la carne deshidratada de Jack Link, la comedia de 1987 “Pie Grande y los Henderson” y un documental de naturaleza de los años setenta, con todo y una banda sonora hippie.

¿Qué se necesita para hacer una película sobre los Pie Grande? Incluso después de un día siguiendo a los sasquatches disfrazados por Central Park, teníamos preguntas para el reparto y el equipo. Tenían respuestas, que han sido editadas y condensadas.

P: ¿Qué inspiró la película?

DAVID ZELLNER: Hemos estado obsesionados con Pie Grande desde que éramos niños. Estaba muy presente en la cultura pop de los años setenta. Nos encantaba cualquier película de temática simiesca, desde la secuencia del amanecer del hombre en “2001: Odisea del espacio” hasta las primeras películas de “El planeta de los simios”. En la era del internet, aparecieron más imágenes de avistamientos, pero siempre se trataba de Pie Grande paseando por el bosque. ¿Por qué las únicas imágenes de Pie Grande son las mismas? Queríamos ver todo el espectro de su existencia.

Nathan Zellner, codirector de la película “Sasquatch Sunset”, vestido de sasquatch, se acerca a un cochecito en Central Park en Nueva York, el 4 de abril de 2024. (Brian Karlsson/The New York Times)
Nathan Zellner, codirector de la película “Sasquatch Sunset”, vestido de sasquatch, se acerca a un cochecito en Central Park en Nueva York, el 4 de abril de 2024. (Brian Karlsson/The New York Times)

P: ¿Qué les atrajo a los actores?

JESSE EISENBERG: Está contada con franqueza, no con ligereza hípster. Tenía dos cosas que no se encuentran con frecuencia: era muy inusual y tan buena. Al leerlo, lloraba con los personajes y me reía histéricamente. Sentía toda la amplitud de la experiencia humana a través de estas criaturas.

RILEY KEOUGH: Me pareció hermosa, divertidísima, absurda, conmovedora y alocada, todo lo que me gusta en una película.

P: ¿Cómo se prepararon los actores?

EISENBERG: Vimos videos de simios y el video de Patterson-Gimlin, esa famosa toma del sasquatch caminando de espaldas a la cámara. Trabajé con un entrenador de movimiento, Lorin Eric Salm, que estudió con Marcel Marceau, y creó con nosotros un vocabulario y un estilo de movimiento. Teníamos diferentes gruñidos y llamadas por diferentes motivos, una cosa ecolálica aguda cuando buscábamos otros sasquatches, y sonidos guturales.

DAVID ZELLNER: Todas y cada una de las cosas que hacen estas criaturas son cosas que todo el mundo ha visto hacer a su perro o a su gato. Pero cuando lo hacen criaturas con cualidades humanas, de repente resulta incómodo.

P: ¿De qué están hechos los disfraces?

STEVE NEWBURN, diseñador de criaturas: Como fan de “Pie Grande y los Henderson”, tenía una idea de mi diseño ideal de sasquatch, que resultó ser muy parecido a lo que David y Nathan estaban pensando. Hicimos moldes de cuerpo entero. Todo se esculpió primero en arcilla. El material para los trajes era una espuma de látex. Pesaba, de arriba abajo, tres o cuatro kilos. Les pusimos botas de escalada en los pies y construimos alrededor para adaptarnos al terreno. El pelo es una combinación de pelo sintético y pelo de yak, y el pelo de la cara es humano, anudado a medida como si fuera una peluca.

P: ¿Fue difícil adaptarse al vestuario y al maquillaje?

NEWBURN: Normalmente, cuando se hace este trabajo, la primera indicación es, por favor, tengan cuidado con él. Nosotros hicimos lo contrario: revolcarnos en esos arbustos espinosos y saltar en ese río. Me gustó que parecían perros mojados, en lugar de que parezca que salieron de la peluquería.

KEOUGH: Descubrí que si ponía crema para pañales debajo de las prótesis era más fácil quitarlas. Al final de la noche me quitaba mis propias prótesis, y eso era divertido. Cuando llevas eso todo el día, te mueres de ganas de arrancártelo.

P: ¿Qué diferencia hay entre dirigir personajes sasquatch y personajes humanos?

NATHAN ZELLNER: Cuando los actores se pusieron los trajes, al sentir la piel y estar en plena naturaleza, sin escenografía y caminando sobre troncos, fue de gran ayuda. Una vez que todo eso se resolvió rápidamente, dirigirlos no fue como “tienes que moverte así”, fue más como una dirección normal.

DAVID ZELLNER: Nos recordaba a la actuación en el cine mudo, en cuanto a la cantidad de información que se puede transmitir a través de los ojos. En muchos trabajos con criaturas, los actores llevan lentes de contacto u ojos con efectos visuales. Pero nosotros queríamos la crudeza de sus ojos reales, como en las películas de Buster Keaton, que expresaba todo con la mirada más sutil, o en “La pasión de Juana de Arco”, lo mucho que transmitía al mirarla a los ojos.

P: ¿Es una película para toda la familia?

KEOUGH: Depende de la familia. [Se ríe] Creo que el público es todo el mundo. A los niños pequeños les podría dar miedo.

DAVID ZELLNER: Está clasificada C por desnudos, que es lo más chistoso.

c.2024 The New York Times Company