No hay victoria fea en el béisbol. Los Marlins sudan para vencer a los Tigres, pero se levantan a la hora buena

Esto no es el tiempo para ser víctima de las emociones. Con esta frase la gerente general de los Marlins, Kim Ng, describió el momento que vive el equipo tras un comienzo complicado de la segunda mitad de temporada, en lo que puede interpretarse como un llamado a no perder la calma.

Básicamente, Ng enviaba un mensaje de confianza luego de un período donde los peces solo ganaron dos juegos en 10 oportunidades, pero pudiera ser que la estabilidad no podría estar muy cerca, sobre todo después de una peleada victoria 6-5 de Miami sobre los Tigres.

“Dicen que en el béisbol no hay victorias feas y yo me quedo con esta, feas solo son las victorias’‘, comentó el manager Skip Schumaker. “Me gustó la manera en que peleamos y creo que en los últimos dos juegos hemos desplegado un buen béisbol’‘.

Con el pulso cerrado, los Marlins no se dejaron arrastrar por el emotivo homenaje a Miguel Cabrera y procedieron a desmontar a Detroit que pasa por otra temporada para el olvido y solo tiene como incentivo ponerle punto final a la temporada.

Miami, a pesar de su deslizamiento negativo, continúa en la carrera por los playoffs, pero no puede darse el lujo de coquetear con la mediocridad y sabía de la importancia de descabezar a estos Tigres, con o sin Cabrera, quien ya no es esa formidable fuerza ofensiva del pasado.

Braxton Garrett, quien en su salida previa había sido vapueado por los Rockies al ritmo de seis carreras -tres cuadrangulares en tres entradas, tuvo su redención contra Detroit con una sólida faena de seis capítulos de apenas cinco imparables y ninguna carrera limpia.

“Necesitábamos una actuación así de Braxton, él mismo la necesitaba después de un par de salidas no tan buenas’‘, agregó Schumaker. “Pudo haberse ido con una actuación sin carreras, pero tomamos esta actuación como un buen signo’‘.

La única anotación de los visitantes durante su labor se produjo en la cuarta cuando un error del tercera base Jean Segura sobre un batazo de Cabrera permitió que Javy Báez, pero Garrett no tuvo responsabilidad alguna para rebajar su efectividad a 4.08.

El zurdo contó con un esfuerzo ofensivo liderado por Bryan De La Cruz, quien pegó su 14to cuadrangular de la temporada con uno a bordo en la primera entrada y luego en el tercero remolcó otra con un doble que trajo para el plato a Jorge Soler.

Otro punto y aparte para Luis Arráez, quien pegó tres imparables, incluido un doble, para remontar su promedio a .380.

Los Tigres sumaron otra anotación en la séptima con un sencillo impulsor de Spencer Torkelson, pero lograron igualar la pizarra en la octava con un doble de Nick Maton ante los envíos de JT Chargois para silenciar a la multitud de 15,918 aficionados.

Pero los peces volvieron a la carga en la parte baja de la octava y retomaron el mando con un doble de Jon Berti, quien ha bateado horrores en los últimos 15 juegos y se ha encaramado en .300, para que Detroit cayera en el loanDepot park por primera vez desde el 2016, donde los peces muestran balance de 6-3 contra ellos.

“Berti es nuestro bateador más caliente y ahora mismo está al nivel de los mejores en Grandes Ligas’‘, recalcó Schuamker. “Siempre lo digo, es un pelotero muy completo y lo puedes utilizar en situaciones complejas que siempre juega para ganar’‘.