La vicepresidenta de Nicaragua felicita al cardenal Leopoldo Brenes por su cumpleaños 75

San José, 7 mar (EFE).- La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, felicitó este jueves al cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, en ocasión de su cumpleaños número 75, en medio de las tensas relaciones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica.

"Hoy estamos junto a su eminencia, reverendísima, el cardenal Leopoldo Brenes, a su familia y, por supuesto, con el pensamiento también puesto en su madre, doña Lilliam, que lo trajo a este mundo, celebrando su 75 aniversario de vida", expresó Murillo, esposa de Ortega, en un mensaje a través de medios oficiales en Managua.

La dignataria destacó que la madre del cardenal Brenes, ya fallecida, ofreció a su hijo como misionero del mensaje y de la práctica de Cristo Jesús.

"A él, a su eminencia Lepoldo José, Polito, le expresamos el cariño de las familias nicaragüenses, y el muy especial reconocimiento por esa labor tan meritoria que viene desempeñando con un mensaje pastoral consecuente con el buen pastor", resaltó.

Murillo envió al alto jerarca, que tiene que poner su renuncia ante el Vaticano por razones de edad, un "saludo de buena voluntad desde un cristianismo verdaderamente fraternal, respetuoso, solidario, practicante, que es la cultura en nuestra Nicaragua bendita".

Los "días de campanas y cristales rotos"

La vicepresidenta comentó, además, que "gracias a Dios hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos, esos días terribles cuando intentaron romper el sentido de familia y comunidad, así como también la alianza de reconciliación y unión en nuestra Nicaragua", en alusión a las manifestaciones que estallaron en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que el Ejecutivo sostiene que fue un intento de golpe de Estado.

"Intentaron, pero no pudieron y no podrán, porque eso está en nuestras venas, esa unión por el bien común, desde un cristianismo fraternal y solidario", agregó.

Murillo consideró que Brenes es un discípulo del fallecido cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua Miguel Obando y Bravo.

El 21 de febrero de 2023, Ortega calificó de "mafia" a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.

También ha llamado "terroristas" a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde 2018.

El líder sandinista los ha calificado de "golpistas" y los ha acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.

Las tensas relaciones

El Gobierno sandinista ha detenido a 55 religiosos y excarcelado y desterrado a 44 de ellos, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018, denunciaron en la víspera tres organizaciones humanitarias en un informe titulado ´Ataques a la libertad religiosa en Nicaragua´.

De los 55 religiosos nicaragüenses que han sido detenidos, al menos 22 de ellos han sido despojados de su nacionalidad, según ese informe elaborado por la Fundación Panamericana para el Desarrollo, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, y Alcance de ayuda en las Américas.

Entre los religiosos desnacionalizados se encuentran Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, y Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua.

El 14 de enero pasado, el Gobierno acordó con la Santa Sede el "envío" al Vaticano de los obispos nicaragüenses encarcelados Rolando Álvarez e Isidoro Mora, de 15 sacerdotes y dos seminaristas a los que tenía privados de libertad.

La excarcelación de los religiosos nicaragüenses ocurrió dos semanas después de que el papa Francisco, tras el rezo del primer Ángelus del año, expresara su "preocupación" por la detención de sacerdotes católicos en Nicaragua, y pidiera que "se busque siempre el camino del diálogo" para superar los problemas.

Las relaciones del Gobierno del presidente Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de las relaciones diplomáticas entre ambas partes.

(c) Agencia EFE