El viaje a Israel: el mensaje político de Alberto Fernández y las oportunidades comerciales

Alberto Fernández

Una puerta de entrada a oriente, una herramienta para mostrarse como parte de una "tercera posición" y una oportunidad para impulsar las exportaciones argentinas. La relación histórica de cercanía entre la Argentina e Israel determinó la elección de Jerusalén como el primer destino internacional del presidente Alberto Fernández.

Si bien el viaje al Foro Internacional del Holocausto requiere que la Argentina mantenga un perfil bajo en sus aspiraciones por profundizar el vínculo económico y político con Israel, el Gobierno ve a ese país como un aliado estratégico en la región y no impondrá giros bruscos en la calidad del vínculo que heredó del gobierno de Mauricio Macri aunque, aseguran, la relación todavía no aprovechó su potencial.

El gesto político fronteras afuera que representa este primer viaje a uno de los mayores aliados de Estados Unidos no es casual. "Esto demuestra que nosotros hablamos con todos, que no tomamos partido por un lado ni el otro", dicen en la Cancillería que conduce Felipe Solá, en línea con el equilibrio que busca demostrar Fernández en su política exterior.

Se trata de la segunda visita de un mandatario argentino a Israel. La primera fue la de Carlos Menem, en 1991. En 2017, por su parte, se concretó la primera visita oficial de un premier israelí a Buenos Aires. La Argentina fue el primer país de América Latina en reconocer a Israel como Estado soberano, en 1949. La relación diplomática cumple este año 71 años.

Cerca del canciller explican además, que el peronismo siempre mantuvo lazos fuertes con Israel -aunque con algunos vaivenes- y que eso también motivó que ese Estado convocara a la Argentina al foro. La Argentina es el único país de América Latina miembro de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), del que forman parte otros 34 países, como Estados Unidos, Canadá, Australia y naciones europeas.

El potencial comercial

La relación comercial entre los países tiene un potencial inmenso, coinciden analistas y funcionarios. Según datos provistos por la Cancillería, la balanza comercial con Israel en 2018 fue de US$392,96 millones, lo que marcó un importante salto respecto del año anterior. En ese año, se exportaron a Israel US$215,80 millones, un 7% más que en 2017, y se importaron US$177,2 millones, un 22,8% más.

El vínculo comercial con ese país fue históricamente superavitario para la Argentina. Sin embargo, el peso de Isarel como país fuertemente importador (destina cerca del 30% de su PBI a las importaciones) representa oportunidades importantes para la Argentina, particularmente en el sector agrícola.

El Gobierno buscará profundizar el acuerdo de libre comercio que ya se firmó entre el Mercosur e Israel en 2007, durante la presidencia de Cristina Kirchner, pero que todavía no está en plena vigencia, aunque en los últimos años hubo reuniones de equipos técnicos para actualizar las clasificaciones arancelarias de los productos con potencial comercial.

Actualmente, nuestro país es el segundo proveedor de carne kosher a Israel después de Uruguay. Sin embargo, la Argentina todavía no tiene a Israel dentro de los principales destinos para sus exportaciones en la región. Irán, Turquía, Irak, Arabia Saudita, Siria, Yemen, y Emiratos Árabes Unidos están mejor posicionados.

Las exportaciones a Israel son de origen agropecuario en un 84%, mientras que las importaciones están compuestas principalmente por productos herbicidas, fertilizantes y productos médicos.

Según un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno ve posible la ampliación de los mercados para carnes, pescados, frutas, conservas, alimentos congelados, ciruelas, ajos, arándanos, legumbres, leche en polvo, pasta de maní, mermeladas, insumos para la industria alimenticia, gelatinas, trigo y morcajo, habas de soja, legumbres (poroto alubia, garbanza y sésamo) y vino.

También se contemplan oportunidades para exportar maquinaria agrícola, equipamiento para la industria alimenticia y gastronómica, industria química, antisueros y productos inmunológicos, y aleaciones de aluminio y en la industria automotriz, que Israel no tiene.

Durante su estadía en Israel, que concluirá el viernes, el Presidente mantendrá encuentros con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Reuven Rivlin. También compartirá su participación en el evento junto a otros mandatarios, como el francés, Emmanuel Macron; el ruso, Vladimir Putin; el italiano, Sergio Mattarella, y el alemán, Frank-Walter Steinmeier.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y los reyes de España y Bélgica también estarán en el país.