Algunos veteranos dicen que Ucrania debe afrontar la perspectiva de una larga guerra

El militar ucraniano, Oleksandr Yabchanka, herido, en el centro de Leópolis

Por Dan Peleschuk

KIEV, 4 oct (Reuters) - Recuperándose de su tercera herida en el campo de batalla, Oleksandr Yabchanka hizo una advertencia a los ucranianos que, según él, se niegan a ver la realidad sobre la guerra con Rusia.

"Tarde o temprano caerán en la cuenta", dijo Yabchanka, que estaba de vuelta en casa, en el oeste de Ucrania, esperando a que sanara su pierna herida antes de volver a su pelotón.

Este pediatra y exasesor del Ministerio de Sanidad de Leópolis, de 42 años, es ahora comandante de pelotón en el 1er Batallón Separado "Lobos Da Vinci", y lleva combatiendo desde los primeros días de la guerra.

Mientras los dos ejércitos pelean en el frente, la ilusión de una vida normal prevalece en Leópolis y en otros lugares de Ucrania, donde los encuentros para tomar café y los cócteles ofrecen cierto respiro a los esporádicos ataques aéreos y a las noticias sobre víctimas civiles.

Combatientes como Yabchanka temen que, si bien los ucranianos están muy unidos, algunos no se dan cuenta de la realidad tal y como la ven los soldados: que la guerra podría durar años y requerir mucha más gente para luchar, y que una derrota rusa no debe darse por sentada.

Animados por la resistencia de su ejército y el apoyo occidental, los ucranianos se unieron a la causa tras la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, respaldando el liderazgo del presidente Volodímir Zelenski y, en muchos casos, tomando las armas.

La moral pública sigue siendo alta 19 meses después, y la gente sigue aclamando a las tropas como héroes. Un tema popular de conversación siguen siendo los planes personales para "después de la victoria".

Los ucranianos aún suelen tachar a las tropas rusas de incompetentes tras los fracasos en el campo de batalla en 2022 y el reclutamiento de miles de convictos para llenar sus filas.

Sin embargo, la tan cacareada contraofensiva veraniega de Kiev sólo ha logrado avances graduales ante indicios de que las fuerzas rusas son ahora más eficaces, y las pérdidas aumentan en ambos bandos.

Ucrania está renovando el reclutamiento militar a medida que avanza la guerra, entre otras cosas sustituyendo a los jefes de las oficinas regionales de reclutamiento, castigando la evasión del servicio militar obligatorio y modificando las normas sobre las exenciones médicas para combatir en el frente.

En general, los hombres de entre 18 y 60 años no pueden abandonar el país, pero la mayoría no han sido llamados a filas hasta ahora.

No se ha anunciado ningún cambio en los planes generales de movilización, y los analistas afirman que el Gobierno debe tener en cuenta la economía en general y la estabilidad social.

LAS COSAS PODRÍAN EMPEORAR

Adriana Romanko, psicoterapeuta que dirige un grupo de voluntarios que abastece a los militares, UAID, dijo que era natural que una sociedad asediada mitificara a sus defensores en una lucha por la supervivencia.

Sin embargo, señalando un eslogan popular ("Creo en las AFU (Fuerzas Armadas de Ucrania)", añade que también se corre el riesgo de distanciar a la gente de los que están luchando.

"Este eslogan coloca a la gente en la posición infantil de que este 'Papá', en este caso las AFU, venga y se ocupe de todo", dijo Romanko.

Muchos ucranianos que no participan directamente en la guerra siguen apoyando activamente la causa. Según la Fundación de Iniciativas Democráticas Ilko Kucheriv, alrededor del 68% ayuda al ejército o a las personas afectadas por la guerra ofreciéndose como voluntario o haciendo donaciones, frente al 61% del pasado diciembre.

Aproximadamente el mismo porcentaje declaró que un familiar o amigo había luchado o está luchando actualmente, según otra encuesta realizada por la organización de sondeos Rating Group.

Sin embargo, veteranos curtidos en batalla han expresado su preocupación en los medios de comunicación locales por el impacto que pueda tener en la resistencia a largo plazo de Ucrania lo que describen como una visión optimista de la guerra o un sentimiento de impaciencia alimentado por algunos personajes públicos y periodistas.

A finales de agosto, Bohdan Krotevych, jefe del Estado Mayor de la Brigada Azov, publicó en Telegram un mensaje en el que instaba a los ucranianos a armarse de valor y dejar de preguntarse cuánto durará la guerra: "La situación en el frente podría empeorar, y tenemos que estar preparados si ocurre".

Yabchanka, que luce bigote y peinado al estilo cosaco, dijo que quienes están cerca de alguien que lucha tienden a ser más realistas. Pero le preocupaba que muchos hombres en edad militar no estuvieran preparados para la realidad del feroz combate cuerpo a cuerpo y el fuego de la artillería pesada en caso de ser llamados a filas.

"Es el marido de alguien, el hijo de alguien, el padre de alguien", dijo. "Es un ucraniano por el que sentiré dolor cuando, Dios no lo quiera, lo maten".

(Reporte de Dan Peleschuk; Edición de Michael Collett-White y Philippa Fletcher, editado en español por José Muñoz)