Yahoo Noticias No es vergonzoso comprar en Walmart, señora DeSantis, pero mejor no hablemos de los gastos de su esposo | Opinión
Es época expresar gratitud por lo que tenemos, pero la primera dama de Florida, Casey DeSantis, está deprimida por tener que comprar en Walmart para su creciente progenie de tres hijos.
Durante un acto de campaña el domingo en Charles City, Iowa, culpó al presidente Biden por tener que rebajarse a ir a Walmart, reportó el sitio de noticias Florida Politics.
“Me declaro culpable: compro en Walmart”, dijo Casey, quien se casó con el gobernador de la Florida Ron DeSantis en 2009 en Disney World, en donde las bodas de “cuento de hadas” cuestan no menos de $15,000.
“Gracias a las Bidenomics, ¿de acuerdo?”.
Ni antes de que se casara, ni ahora es Cenicienta en harapos.
Periodista de televisión cuando conoció a DeSantis, trabajaba en el extremo mejor pagado del periodismo. Ahora vive gratis en una mansión y viaja en primera clase con el dinero de otros (sobre todo de donantes y contribuyentes). Desde luego, no se creía pobre cuando imitó a la diosa millonaria de la moda americana Jackie O durante la última toma de posesión de DeSantis.
Además, el lucrativo contrato del libro de DeSantis que lanzó su campaña presidencial, hizo millonario al gobernador el año pasado, reportó Forbes, estimando su patrimonio neto en $1.5 millones.
Pero aquí está Casey DeSantis tratando de convencer a las amas de casa de Iowa de que su esposo tiene mejores probabilidades de vencer a Biden que el rico favorito del Partido Republicano, Donald Trump, porque ella es solo una madre normal que lucha por vestir a Mason, Madison y Mamie.
“Todo es tan caro y mis hijos crecen tan rápido que necesito camisetas de $2, ¿está bien?”, dijo.
La hora amateur
Esto es lo que se llama la hora amateur en la campaña presidencial.
La diatriba de Casey DeSantis fue un golpe bajo y hueco que no mueve ni un ápice la contienda, pero sus palabras sí abren la puerta a la discusión de los grandes defectos de su esposo.
¿Qué ha hecho DeSantis para mejorar las cosas para los padres de la Florida que necesitan un respiro económico?
Porque, cuando la gente realmente necesitaba prestaciones de desempleo durante la pandemia de COVID-19 y el sitio de desempleo estatal que dejó el ex gobernador Rick Scott se derrumbó, DeSantis tardó en ocuparse del asunto.
El gobernador estaba cobrando su sueldo, pero cientos de miles de floridanos estaban siendo despedidos y puestos en licencia temporal. Estas personas no se preocupaban por el precio de las camisetas, en cambio suplicaban dinero suficiente para permitirse comida y refugio.
Incluso después de ser aprobados, los desempleados no podían cobrar de la oficina de desempleo de DeSantis.
Pero no hace falta ir tan atrás: este año DeSantis no dudó en gastar $15 millones del dinero de los contribuyentes para financiar acrobacias políticas para construir un perfil presidencial que lo retratara como el candidato más fuerte en materia de inmigración.
Se ayudó a sí mismo con el saludable superávit del estado.
Mientras tanto, DeSantis no hizo nada para frenar la inflación en el estado, impulsada por los costos de la vivienda, y tampoco proporcionó a los propietarios de viviendas de la Florida ningún apoyo por los crecientes costos y deducibles de los seguros de propiedad.
Mientras que las tasas a nivel nacional están disminuyendo, la Florida es la número uno en inflación, y el costo de vida ha aumentado a más del doble del promedio nacional.
Mientras DeSantis gastaba frívolamente millones en vuelos de alto perfil de migrantes de Texas a estados azules; vetó $30 millones en proyectos para el sur de la Florida que mejorarían la seguridad pública y los parques públicos, financiarían la aplicación de la ley y mejorarían la infraestructura y el drenaje para controlar mejor las inundaciones.
Y Casey DeSantis, al igual que su esposo, quien se esfuerza por ser simpático —y fracasa— se queja de que tiene que comprar en Walmart.
Acerca de esa camiseta
Compro para niños y —a menos que la primera dama esté recibiendo un precio especial al por mayor para el gobernador— no pude encontrar muchas camisetas de $2 en Walmart ni en ningún otro lugar. Incluso con los especiales del Black Friday fue difícil conseguir una camiseta tan barata.
Es un precio que no se ve desde 2013, cuando Scott era gobernador y Forbes escribió sobre el centenario de la camiseta. Una Hanes✓ de hombre costaba $2.13.
Me ofrezco voluntariamente para darle algunos consejos sobre dónde encontrar buenas ofertas.
The Children’s Place, por ejemplo, tiene una camiseta estampada negra muy bonita que dice “BRO” en letras mayúsculas blancas por $4.60, en oferta usando el código BLKFRIL60. Puede hacer girar la rueda de descuentos en línea y darles su dirección de correo electrónico para ahorrar más.
Yo hice girar el 30% de descuento, pero, por más que intenté obtenerlo —e igualar el reto de Casey DeSantis de $2— el descuento extra no fue aceptado en la caja.
Los verdaderos cazadores de gangas lo intentarán una y otra vez hasta que suceda, pero algo me dice que eso sería demasiado esfuerzo para la primera dama y, de todos modos, la camiseta es probablemente demasiado progresista para ella.
Lástima que su esposo quemara su puente hacia el Lugar Más Feliz de la Tierra por razones de avance político. La gente de Walt Disney podría sentirse conmovida por su difícil situación.
Tal vez el equipo de relaciones públicas pueda regalarles algo de la magia de Disney enviándole a los DeSantis más pequeños camisetas gratuitas con el lema “I [CORAZÓN] Mickey”.
