Vergonzosa derrota del Inter Miami en Nueva York demuestra que no hay peor cuña que la del mismo palo

En verdad no hay nada más verdadero que eso que dice “no hay peor cuña que la del mismo palo” y eso lo sufrió el Inter Miami CF en su visita al Red Bull Arena, en New Jersey, este sábado 23 de marzo.

Lewis Morgan, un exjugador del equipo de Miami, se vistió de héroe con un “hat trick” en la goleada 4-0 de los New York Red Bulls ante un Inter Miami que acusó demasiado sus 7 bajas, en un partido que se jugó bajo un torrencial aguacero.

Pero no hay excusa. El once de Miami jugó mal y apenas creó peligro con solo dos disparos entre los tres palos en el primer tiempo, pese a que tuvo más el balón (69%), lo cual fue una posición estéril si se tiene en cuenta que fue superado 12-7 en los tiros a puerta.

Además excepto algún que otro jugador, no presentó un mal equipo.

“Nosotros jugamos un partido decepcionante”, dijo el entrenador del Inter Miami Gerardo “Tata’’ Marttino.

“No hay mucho para decir pues fuimos superados de principio a fin. Jugamos un partido decepcionante que nos hace pensar hasta dónde tenemos ambiciones de llegar”.

Morgan marcó a los minutos 3, 51 y 70, mientras que el otro tanto de los Red Bulls fue anotado por Wikelman Carmona al 66’.

Con la derrota, el club sudfloridano (3-1-2) quedó con 10 puntos igualado en la primera plaza en un triple empate con Red Bulls y Columbus Crew, que le supera por diferencia de goles.

Marino colocó el mejor once posible tras las múltiples bajas del equipo con CJ Dos Santos; Rober Taylor, Tomás Avilés, Kryvtsov, Noah Allen, Jordi Alba; Julian Gressel, Sergio Busquets, Lawson Sunderland; Leonardo Campana y Suárez. Pero de nuevo su 5-3-2 hizo aguas.

Juego

El primer tiempo se jugó bajo agua y terminó 1-0 favorable a Red Bulls que no fue mejor, pero consiguió tirar más a puerta (7-4) y, lo más importante, consiguió anotar pese a que su rival dominaba el partido (64% de posesión).

El gol llegó temprano al minuto 3 cuando Morgan, ante la floja marca de Avilés, se la cruzó de derecha y raso a Dos Santos, haciendo inútil su estirada, tras recibir un gran pase filtrado de Dante Vanzeir a una zona donde deberían haber estado Allen y Krytvsov, para de este modo adelantar al NYRB 1-0.

Tras el mazazo, Miami se adueñó del balón durante la siguiente media hora de partido (68%), pero con la cancha tan pesada por la lluvia le costaba crear peligro, al tiempo que la delantera de los Red Bulls demostraba que la presencia de Allen en la defensa era una broma creando por su lado dos grandes ocasiones, que por suerte para el Inter Miami salieron.

Suárez, quien se ganó una amarilla por protestar, apenas le llego el balón y para un goleador eso es algo muy importante. Si bien el equipo acusaba la ausencia de Leo Messi, también echaba de menos a Diego Gómez y Fede Redondo, los actuales motores del equipo.

Y al inicio del segundo tiempo, minuto 50, llegó el 2-0 para el once de Nueva York por obra de los mismos protagonistas tras una comedia de errores de la zaga del equipo visitante.

De nuevo Morgan recibió solo en la entrada del área un pase de Vanzeir y la puso raso al segundo palo esta vez desde la izquierda.

El Inter Miami llegó a la hora de juegos sin generar casi nada y poco después recibió otros dos golpes demoledores que lo mandaron a la lona.

Al 66’, New York puso el 3-0 cuando Wikelman Carmona remató desde la izquierda del área hacia centro de la portería, un balón que le regaló Allen metiendo el pie intentando despejar en una disputa con Vanzeir, en una jugada que inició Morgan barriéndose para salvar el balón en la línea y dejó luego atrás a Gressel, que se pasó de frenada internándose en el área.

Y el 4-0 de los Red Bulls resultó ser el tercero de Morgan, quien remató a placer un nuevo pase de Vanzeir, quien en un despeje de su zaga dejó atrás como un niño chico a Allen.

Tata introdujo algunos cambios dando entrada a jugadores del Inter Miami II, recién firmados para este encuentro, más que nada para refrescar el equipo, pues nada pudieron el resto del tiempo para evitar la escandalosa goleada.