Un verano fresco, solar y con poco cuero para el hombre Hermès

Hermès decidió dar un golpe de timón y proponer una colección fresca, de algodón, lino, blancos y azules marinos y con poco cuero este sábado en el Palacio de Iéna de París, para la colección masculina primavera verano 25.

"Una brisa ligera sopla sobre una colección que se expresa tanto en la ciudad como en el horizonte" declara la directora artística para las colecciones masculinas, Véronique Nichanian, en sus notas a la prensa.

"En la transparencia del agua se refleja la ropa", añade la estilista.

Pantalones cortados a la altura del tobillo, dejando ver unas sandalias estilo pescador. Un chaleco sin mangas blanco marfil, de anchos bolsillos.

Esas sandalias, más otro chaleco estilo bomber sin mangas y las enormes bolsas de viaje son apenas los rastros del cuero en esta colección, a pesar de que es el distintivo de la casa.

Nichanian muestra su 'savoir-faire' en detalles como una fina pañoleta que se desliza por la parte posterior del cuello de la camisa, como si fuera un cinturón, para acabar anudada por delante, encima de una camisa desabrochada.

Grandes pantallas digitales muestran olas que se hacen y deshacen y que se identifican con el azul celeste de las blusas. El azul marino, el caqui militar, para los pantalones.

La marca Hermès se identifica claramente con las parkas, ligeras y reversibles, estampadas con el logo de la marca, o las tradicionales alusiones al mundo de la hípica.

Para las veladas al aire libre, trajes cruzados y con un cuello de lino y lana. O chaquetas cortas, estampadas con flores.

jz/pc