Verano. De chiringuito en la playa a primera cafetería orgánica vegana y saludable, la sorpresa de la costa
Saludable, natural y orgánica, así define Carla Bogado a Negra Baker, la primera cafetería orgánica y vegana de Pinamar que inauguró esta temporada.
Carla se crio entre pizzerías, sus padres eran gastronómicos. Pero optó por estudiar traductorado público de inglés. “Mientras trabajaba en un bar o un restaurant para pagarme la facultad. Siempre con la excusa de pagarme algo. Y en realidad después me di cuenta que lo que me hacía feliz era trabajar ahí”, dice.
Dejó la carrera cuando empezó la pandemia y decidió mudarse a la costa, hace dos años. “Quería tener una vida más tranquila, calidad de vida para mi hijo”, cuenta. Fue el nacimiento de León, su hijo de 8 años, quien la hizo conectarse con la alimentación saludable. “Él es el centro de todo. Cuando quedé embarazada me empecé a preguntar ¿qué le voy a dar de comer a mi hijo? Y a partir de esa pregunta central de qué nos estamos alimentando, empecé a investigar”.
Pidió un préstamo y compró un horno. “Buscaba tutoriales en YouTube, buscaba recetas, iba tuneándolas a mi gusto. Cambiaba las harinas, iba jugando”. El primer intento de hacer Negra Baker realidad fue en Mar de las Pampas. Alquiló una casa, puso un pizarrón afuera que avisaba que vendía pastelería orgánica, y además iba a ferias y eventos, pero no funcionó.
A los cuatro meses, con su horno y su pizarrón, se mudó a Pinamar. “Alquilé un departamento, puse el horno y me puse a cocinar”, cuenta Carla y agrega: “Al mes ya estaba recibiendo un montón de pedidos y todo empezó a rodar súper rápido acá en Pinamar. Yo hablaba mucho de alimentación saludable en mis redes y me llamaron para hacer una columna en la radio de Cariló donde hablaba de gastronomía y daba recetas veganas”.
“Acá no había oferta de pastelería vegana, era una propuesta que no existía”, apunta.
Cocinaba desde su casa por pedido. Y a los seis meses, para septiembre, su actual socio y pareja, le propuso abrir un chiringuito en la playa. En un espacio de cinco metros cuadrados hacían chocolate artesanal, panes fermentados en masa madre para las bruschetas, pizzas gluten free.
“Nos fue recontra bien y ahí me dijo ‘armemos una cafetería’”, cuenta Carla. Así la casa de Maximiliano ubicada sobre Domingo F. Sarmiento 275, en Mar de Ostende, empezó a transformarse en Negra Baker. Vendió una propiedad familiar en Cariló para poder equiparla. El terreno no era comercial y antes de poder habilitarlo, mandó una carta a los ediles y después de una sesión en el Concejo Deliberante, lo habilitaron.
La carta se amplió, el local funciona desde 8 a 22, y al equipo se sumaron dos camareras, un barista y una nutricionista, Carolina Ficosecco, con quien quieren lanzar un proyecto de viandas saludables.
“Más allá de lo vegano, que no siempre es saludable, trabajamos el concepto de comida real, hacia lo natural”, explica Carla. La carta incluye desde el avocado toast, que viene con pan de campo de masa madre, sin levadura ni químicos, natural, se suman desde tostados, ensaladas, tartas, picadas veganas, además de flat white, limonada con menta y cedrón hasta vinos y tragos orgánicos.
Y detalla: “Los aceites que usamos son solamente de oliva o de coco, no uso ni de girasol, ni margarina que es como el reemplazo a la manteca. Hay mucha inversión en materia prima. Lo definiría como una pastelería alternativa, orgánica e inclusiva”
“Ahora empezamos a jugar con harinas alternativas, de algarroba blanca, de maíz morado, de lino; y hacemos un mix. También estoy trabajando para desarrollar endulzantes naturales. Todos los productos que uso para cocinar y toda la materia prima está disponible en el market para que puedan cocinar en su casa”, cierra.