Yahoo Noticias Venga La Alegría y sus ridículos consejos para reaccionar a un asalto, que son más útiles para los asaltantes
Venga La Alegría es un programa capaz de lo impensado. Un día pueden presentar en televisión nacional a una persona que supuestamente habla en idioma alienígena y otro, dar consejos sobre cómo reaccionar a un asalto. Sí, por más absurdo que parezca, eso fue que lo hicieron en la emisión del 18 de enero del año en curso. Uno de los males más conocidos por los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México ameritó una sección en este famoso programa.
La sección comenzó con consejos que ya lo dicen todo: no cargar con celulares lujosos, porque de esa modo se "provoca" a los asaltantes para que roben, y tampoco hay que llevar grandes sumas de dinero. El recuento de recomendaciones por parte de Eduardo Tovar, representante del centro de capacitación Cispe, prosiguió con dos obviedades: mantener la calma y no oponer resistencia. ¿Cómo no se le ocurrió antes a nadie? Porque cuando uno es asaltado, es de lo más normal no alterarse ni, por lo menos, sorprenderse.
La sección puede verse a partir del minuto 59:28
"Tienes que ser consciente que si estás en la calle, puedes sufrir un asalto", dijo el experto entrevistado para la sección, que también aconsejó que los objetos sean entregados de manera rápida y que se entregue específicamente lo que te han pedido —y no tardar en hacerlo, es decir, debes subir a la combi ya con lo que te pueden quitar a la mano, anticiparse al desastre, vaya—. El experto sostuvo también que no hay que colocarse en los lugares de enfrente, que son los más peligrosos, como si uno pudiera elegir tranquilamente en lugar en el cual sentarse en una combi, o en un camión, o en cualquier otro transporte público.
Lo más irónico del asunto es que estos consejos hasta podrían ser más útiles para los asaltantes que, después de las explicaciones, ya saben cuáles son los supuestos lugares más seguros para los viajeros y en qué zonas deben colocarse para poder asaltar toda la combi; además de conocer que si presionan a los asaltados, estos entregarán las cosas más rápido, y que ni piensen en tardarse. Según estos consejos, si se va a cargar con algún celular "chafa" para que el verdadero no sea hurtado, hay que saber trazar el plan: no sacar el celular de lujo y mostrar el "chicharrón" desde el principio.
El experto recalcó que el peligro es casi un destino insalvable por el mero hecho de salir a la calle: "Saber que desde que sales de tu casa te puede suceder, estás en el transporte público. Si tienes algo tan valioso como para perder tu vida, entonces no lo saques". Y a estas alturas, podemos decir que sí, que es verdad, llevar cosas valiosas en el transporte público es un riesgo, pero muchas veces no es una elección: ¿cómo se puede culpar a alguien de ser asaltado, y potencialmente herido o asesinado, sólo porque lleva un objeto valioso?
Las personas no eligen los contextos: se puede cargar con mucho dinero por alguna situación especial, porque se acaba de cobrar la quincena, porque se va a pagar un gasto médico, porque lo que sea; alguien puede traer un celular de alta gama porque lo ocupa para su trabajo, porque ahí sustenta su profesión, o simplemente porque le gusta, y no por eso será culpable de ser asaltado. ¿Cuál es la necesidad de normalizar esta inseguridad y aceptarla como algo que sucederá sí o sí?
Las personas no tienen la culpa de ser asaltadas. Eso se debe repetir cuantas veces sea necesaria. No se trata de resistirse, porque las consecuencias se conocen —y muchas veces ni siquiera es suficiente con acatar instrucciones para evitar un daño físico—, sino de negarse a aceptar a las voces que tratan de camuflar la violencia en el transporte público como algo normal: no lo es y nunca lo será, aunque la televisión nos llene las retinas con asaltos de todo tipo. ¿Alguien puede elegir no salir del trabajo en la noche, el horario más riesgoso? No. No son elecciones. No son cosas que se quieran o no. No se puede permitir que el miedo y el alarmismo sean las normas. Alguien debe hacerse cargo. Pero estos consejos aparecen en Venga la Alegría, y eso lo dice todo.
