Venga la Copa Mundial, Miami se reafirma como una meca deportiva que bien vale la fiesta mayor del fútbol

Miami no podía quedar fuera de la gran fiesta del fútbol. Cuando este jueves se anunciaron las sedes del Mundial 2026, el nombre de la Capital del Sol aparecía más refulgente que nunca entre las 16 escogidas de Estados Unidos, México y Canadá. Más cosmopolita, moderna y enigmática. Perfecta para la tremenda apoteosis del balón.

Desde un inicio Miami era considerada una fuerte candidata y la FIFA siempre lo supo, como una tentación demasiado fuerte para no ser tomada en cuenta, como algo demasiado bueno para ser cierto, a pesar de los pesares y de los problemas de cualquier urbe de envergadura.

Porque en eso se ha convertido Miami, aunque a veces no miremos más allá de los suburbios: una gran ciudad que es vista como una sirena en otros confines del planeta, con sus playas y su clima, con su mezcla de culturas e idiomas. Una réplica de la imagen y semejanza fútbol internacional, y créanme, mucho más abierta y democrática que Catar y sus desiertos.

Así, el Hard Rock Stadium será uno de los centros del universo con sus remodelaciones de última generación, construido según las especificaciones de la FIFA y con la experiencia de haber efectuado seis Super Bowls, juegos del Real Madrid, del Barcelona y de cuanto equipo importante pase por aquí. Capaz de organizar un Open de Tenis de primera magnitud y acoger una carrera de Fórmula 1 para que Europa se muera de envidia.

Miami cuenta con un puñado de buenos sitios de entrenamiento y lugares para fiestas de fanáticos en el sur de Florida, por que no estaríamos hablando de nada si no hay una buena celebración antes, durante y después. Estamos hablando de un medio tiempo de Super Bowl amplificado por días.

Como si fuera poco, el Aeropuerto Internacional de Miami es la puerta de entrada más transitada de Estados Unidos para pasajeros internacionales con más de 13 millones de visitantes del extranjero en el 2021. De modo que la ciudad llenaba cualquier pedido de la FIFA.

Más allá de la noticia, esta designación confirma a Miami como el sitio ideal para lo mejor que pueda ofrecer el universo deportivo, desde una pelea de Saúl “Canelo’’ Álvarez a una exhibición de Floyd Mayweather Jr., desde un Clásico Mundial de Béisbol a una Serie del Caribe, desde una velada de Bare Knuckle a ser sede de uno de los circuitos de artes marciales mixtas más importantes: Eagle Fighting Championship.

Miami no es solo la ciudad que más reyes ha coronado en la NFL. Ha sido, además, la que vio encumbrarse a Vince Lombardi, la que vivió la predicción convertida en realidad de Joe “Broadway’’ Namath, la que presenció el gran triunfo de Peyton Manning, el último de John Elway. Aquí brillaron Joe Montana y Steve Young.

Pero nada podrá sobrepasar lo que viene, lo que esperamos. El Mundial de la FIFA sigue siendo el soberano de todos los eventos, por encima de unos Juegos Olímpicos cada vez más desabridos, desdibujados, y Miami vivió desde lejos la intensidad del fútbol de otrros mundiales, lejanos pero fascinantes, y tuvo fanáticos mucho antes de que existieran fanáticos de este deporte en otras ciudades de la nación americana.

Todo esto lo vieron los que toman las decisiones y sacan los números. La ciudad se ha hecho grande delante de nuestros ojos sin darnos cuenta, para lo bueno y para lo malo, pero siempre para lo trascendente y lo importante, como una Copa Mundial. En hora buena, Miami.