Venezuela apela a países amigos para supervisar elecciones

El presidente Nicolás Maduro saluda a observadores internacionales en el Palacio de Miraflores en Caracas. Imagen de archivo. 18 de mayo de 2018. REUTERS/Carlos Jasso

Por Deisy Buitrago

CARACAS (Reuters) - El Gobierno de Venezuela se vio forzado a recurrir a un grupo de observadores de países aliados para supervisar las polémicas elecciones presidenciales del domingo, cuestionadas por la oposición y gran parte de la comunidad internacional.

El gobierno de izquierda del presidente Nicolás Maduro, que muy probablemente gane la reelección el domingo para gobernar por otros seis años, invitó a Naciones Unidas y otras instancias internacionales a enviar veedores, pero la ONU opina que no hay condiciones para garantizar un proceso democrático.

Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica dijeron que no reconocerán los resultados de las urnas bajo el argumento de que no son comicios transparentes ni justos en parte porque los principales líderes opositores no pudieron postularse debido a barreras legales.

"Quien diga antes de haber vivido las elecciones del domingo que no hay condiciones, o es un adivino o tiene un prejuicio", dijo el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que suele asistir a procesos electorales de Venezuela.

Maduro y sus funcionarios han repetido varias veces que Venezuela tiene uno de los sistemas electorales más limpios, transparentes y eficientes del mundo.

La coalición opositora de Venezuela, más debilitada y fracturada luego de que el disidente Henri Falcón lanzara su candidatura a los comicios, está boicoteando la elección asegurando que representa una farsa que busca legitimar una "dictadura" y llamó a la abstención.

De acuerdo con las autoridades, asistirán 14 comisiones electorales de Angola, Etiopía, Malí, Mozambique, Palestina, República Dominicana, Rusia, Sudáfrica y Suriname.

Todos esas naciones son lideradas por gobiernos socialistas o de centroizquierda amigos de Venezuela, un país que sufre una profunda crisis económica, hiperinflación y escasez crónica de productos. La situación ha empujado a más de un millón de venezolanos a emigrar en los últimos años.

Además acompañarán las elecciones una representante de la Unión Nacional de la Mujer, trabajadores de Túnez, un europarlamentario y 18 periodistas.

"A mí me parece que este proceso no está viciado. La única salida que existe son las elecciones, este país tiene que encauzarse, la gente reclama soluciones", dijo a Reuters el periodista uruguayo, Alberto Grille, uno de los acompañantes.

Las elecciones presidenciales en Venezuela son celebradas tradicionalmente en diciembre, pero la Asamblea Nacional Constituyente adelantó los comicios a pedido de Diosdado Cabello, el presidente del partido gobernante.

"TURISMO ELECTORAL"

El organizador de los comicios es el Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo considerado proclive al gobierno de Maduro. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, está en las listas de sancionados de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, acusada de atentar contra la democracia.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, había dicho en marzo que la elección presidencial de Venezuela "de ninguna forma cumple con las condiciones mínimas para elecciones libres y creíbles".

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó el viernes una "profunda preocupación" por el proceso del domingo por la "falta de condiciones mínimas necesarias".

"Esto es simple y llanamente turismo electoral, eso no tiene otro nombre. Esos son amigos que no responden a ninguna institución y que no han hecho un estudio como corresponde", dijo a Reuters el internacionalista y académico, Félix Arellano.

"La observación internacional implica venir con una suficiente antelación, ver todo el proceso, ver todas sus fases, presentar un informe como ocurre en la OEA, en las Naciones Unidas, en la Unión Europea", concluyó.

(Editado por Pablo Garibian)