Vendedores del pulguero estudian su próximo paso. Una opción en Opa-locka es bajo techo pero más cara

La reencarnación del icónico Pulguero de Opa-locka Hialeah no venderá gallos ni ofrecerá conciertos de salsa, cerveza, ni entretendrá a los niños con juegos mecánicos en el sofocante calor del sur de la Florida.

Pero los planificadores esperan que los cientos de vendedores, que pronto se verán desplazados por el cierre del icónico mercado al aire libre el 30 de septiembre, puedan prosperar bajo techo en la sede de Atlantic Hosiery, un negocio mayorista de ropa de Opa-locka que está muy cerca.

En el interior del enorme edificio principal, los trabajadores se han apresurado a despejar el espacio donde la empresa ya tiene un punto de venta de pantaletas, sostenes y otras prendas interiores. Se han levantado divisiones metálicas que delimitan lo que serán pasillos con cabinas de 4 por 5 metros que se podrán alquilar. Más adentro, se levantarán más pasillos donde se apilan ahora grandes cajas llenas de sostenes y medias como parte del negocio mayorista de la empresa.

El propietario de Atlantic Hosiery, Daniel Whitebook, está ocupado consultando a arquitectos y contratistas, planificando el cambio con funcionarios municipales de Opa-locka y atendiendo las consultas de los nerviosos —y a veces exigentes— vendedores que quieren un espacio de primera calidad a buen precio. Hasta ahora, dice, las tarifas de alquiler de los puestos serán ligeramente superiores a las del antiguo pulguero, pero en espacios interiores con aire acondicionado.

Unos 250 vendedores ya han preguntado, y unos 60 se han comprometido con depósitos. El negocio, que será operado como una corporación separada llamada Opa-locka Hialeah Indoor Market, debería abrir en algún momento antes que cierre definitivamente el pulguero al aire libre.

“El pulguero tiene mucho tráfico y hemos tenido nuestra tienda desde 1984”, dijo Whitebook, el propietario y operador desde hace mucho tiempo. “Aumentará nuestro tráfico y ofreceremos espacio a la gente. Ambos negocios pudieran prosperar”.

Buscando alquileres asequibles

Abierto desde 1985, el Pulguero de Opa-locka Hialeah ha sufrido junto a muchos mercados de pulgas del sur de la Florida, gracias a las compras en línea y a la presión de la reurbanización. Aun así, la mayoría de los 700 vendedores se quedaron atónitos cuando la administración del mercado anunció a finales de mayo que cerraría, y que solo tenían tres semanas para desalojar.

Los vendedores se han apresurado a buscar un nuevo lugar. Para muchos, los alquileres de los edificios tradicionales son demasiado elevados.

Empleados de Atlantic Hosiery empaquetan ropa en un almacén adjunto a la tienda de la empresa. La compañía está abriendo espacio de alquiler para los vendedores del Pulguero de Opa-locka Hialeah, quienes recientemente recibieron avisos de desalojo. MATIAS J. OCNER mocner@miamiherald.com
Empleados de Atlantic Hosiery empaquetan ropa en un almacén adjunto a la tienda de la empresa. La compañía está abriendo espacio de alquiler para los vendedores del Pulguero de Opa-locka Hialeah, quienes recientemente recibieron avisos de desalojo. MATIAS J. OCNER mocner@miamiherald.com

Algunos recurrieron al 7 Avenue Flea Market, en North Miami, un lugar menos conocido que también ha pasado por momentos difíciles en los últimos años. El pulguero, abierto de miércoles a domingo, ofrece toda una serie de productos, pero está especializado en artículos de belleza y peluquería, muchos de ellos haitianos y jamaicanos.

Agnes y Gyula Kis, el equipo de hermanos que dirige el mercado, pronto empezó a recibir consultas de vendedores de Opa-locka. Gyula —un solo hombre que se ocupa del mantenimiento, la limpieza e incluso la seguridad— empezó a preparar espacios que no habían tenido ocupantes en años.

“No tenemos tantos clientes como el Pulguero de Opa-locka. Evidentemente, si todos nuestros locales estuvieran ocupados, la situación sería mejor, sobre todo si pudieran anunciarse en las redes sociales para atraer a la gente”, dijo Gyula Kis.

Para los vendedores del Pulguero de Opa-locka Hialeah, como Irma Moreau, trasladarse al pulguero de 7 Street no funcionó al principio, ya que simplemente tiene mucha mercancía: edredones, colchas, cortinas, ropa interior femenina, ollas, sartenes, paraguas, mochilas y más.

Pero finalmente eligió el pequeño mercado de North Miami en lugar de Atlantic. “Era demasiado caro”, dijo.

Cuando vendedores como Moreau se quejaron públicamente de la prisa por desalojarlos, las autoridades municipales de Opa-locka intervinieron para ayudar a negociar un acuerdo con Link Logistics que les permitiera quedarse hasta el 30 de septiembre. Y los funcionarios se pusieron en contacto con Atlantic Hosiery, fundada por el suegro de Whitebook, Rubin Kloda, en enero de 1967.

“Atlantic Hosiery es un negocio antiguo en nuestra comunidad y tiene una buena reputación”, dijo el comisionado de de Opa-locka Chris Davis. “Creo que definitivamente pueden ayudar a llenar el vacío y a los vendedores reubicados al ofrecer de una mejora de la ubicación anterior”.

El administrador municipal Darvin Williams dijo que la ciudad ha estado proporcionando $300 a cada vendedor para ayudarles a sufragar los gastos de mudanza, licencias y registros, independientemente de si se trasladan a Atlantic o a otro lugar. También dijo que el condado ayudará en la asistencia a los vendedores.

“Hemos creado esta oportunidad para todos los vendedores y queremos que se queden en la ciudad”, dijo sobre el proyecto de $7 millones para convertir Atlantic en un nuevo pulguero bajo techo.

Cada vendedor ha recibido $300 de ayuda financiera para los gastos de mudanza, licencias y registros, según Williams. Dijo que el Condado Miami-Dade ayudará con el costo de la mudanza a los más de 700 vendedores que trabajaban en el pulguero, independientemente de si se trasladan al Atlantic o a otro lugar.

Whitebook espera ampliarse para dar cabida a cientos de vendedores en el edificio principal de casi 200,000 pies cuadrados, con baños, rociadores contra incendios y aire acondicionado. Al igual que el Pulguero de Opa-locka Hialeah, estará abierto los siete días de la semana.

Incluso con más tiempo para planificar, ha habido desafíos. Con los problemas de la cadena de suministro, ha sido un problema conseguir el material de construcción, como las divisiones metálicas y las puertas de estilo tijera.

Espacios comerciales vacíos donde los posibles inquilinos del Pulguero de Opa-locka-Hialeah pudieran mudarse en la cercana Atlantic Hosiery. MATIAS J. OCNER mocner@miamiherald.com
Espacios comerciales vacíos donde los posibles inquilinos del Pulguero de Opa-locka-Hialeah pudieran mudarse en la cercana Atlantic Hosiery. MATIAS J. OCNER mocner@miamiherald.com

El estacionamiento ha sido la mayor preocupación.

Pero Whitebook dice que está cerrando otro espacio de almacén adyacente que añadirá 240 espacios. Y espera dar cabida a tiendas de neumáticos, instalación de alarmas y entintado de cristales —todos vendedores populares en el antiguo pulguero— en otro almacén adyacente de su propiedad. En total, el complejo pudiera extenderse a lo largo de 15 hectáreas.

“Cuanta más gente venga a arreglar los neumáticos, más gente querrá ir a los camiones de comida”, dijo.

La ciudad también ha planteado un plan para construir un estacionamiento de varios niveles en un plazo de tres meses en el recinto. Todavía está por verse si eso ocurre, pero Whitebook dijo que añadiría otros tres acres de valioso estacionamiento.

“Me preocupa el estacionamiento, estoy intentando que los vendedores retrasen su fecha de traslado para tener el estacionamiento listo una vez que se muden, dentro de unos meses”, dijo Williams, el administrador de la ciudad.

El trato con los vendedores tampoco ha sido fácil. Uno de ellos exigió tres meses de alquiler gratis y un espacio privilegiado cerca de la puerta. Las tarifas oscilarán entre $400 y $600 semanales, dependiendo de la proximidad a la entrada principal.

Algunos han criticado el espacio. Roberto Hilarión, vendedor de peces mascota de 74 años, dijo que los espacios de Atlantic Hosiery eran simplemente demasiado pequeños, la infraestructura demasiado limitada y los precios demasiado altos.

“No vamos a vender nada allí”, dijo. “No hay suficiente estacionamiento”.

Pero otros, como Alexandra y Gustavo Pires, que operan cuatro camiones de comida en el Pulguero de Opa-locka Hialeah, aprovecharon la oportunidad. Planean estacionar al menos un camión en el exterior, con la esperanza de conseguir algún día la autorización para abrir también un puesto en el interior.

“Me gusta que esté limpio, y cómo se va a dividir”, dijo Alexandra Pires. “Esperamos que sea un pulguero con clase”.

María de León, que opera un puesto de venta de ropa de mujer, también se ha inscrito. Actualmente paga $340 a la semana por un puesto interior en el Pulguero de Opa-locka Hialeah. Pero después de recorrer Atlantic, dice que le parece bien pagar $450 a la semana, porque los clientes disfrutarán del aire acondicionado y no se verán disuadidos por las lluvias que normalmente frustran la actividad en el exterior durante el verano.

“Es importante que nos quedemos en la zona. La mayoría de nuestros clientes son cubanos, de Hialeah”, dijo. “Tengo fe en que va a ser un gran cambio para nosotros”.

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