El Vaticano admite que la operación del Papa fue seria y que descartaron un tumor

En esta foto de archivo del 6 de junio de 2021, el papa Francisco habla desde la ventana de su oficina a fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro
En esta foto de archivo del 6 de junio de 2021, el papa Francisco habla desde la ventana de su oficina a fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro

ROMA.- En medio de gran hermetismo y de partes médicos con pocos detalles y escuetos, el Vaticano finalmente reconoció hoy que fue seria la operación de colon programada a la que fue sometido sorpresivamente el domingo pasado el papa Francisco, quien sigue evolucionando bien.

En el comunicado que difundió este mediodía, el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, al margen de afirmar que “el curso postoperatorio de Su Santidad el Papa Francisco sigue siendo regular y satisfactorio”, también precisó que “el examen histológico definitivo ha confirmado una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante”.

Hasta ahora el Vaticano jamás había utilizado la palabra “grave”. Pero en esa misma frase en la que admitió que la cirugía a la que se sometió Francisco para resolver su problema intestinal debía hacerse sí o sí, también tranquilizó a un mundo en alerta por la salud del Pontífice, porque dejó entender que la biopsia de la parte de colon extirpada fue buena. Confirmó que su dolencia se debía a divertículos esclerotizados y no, como algunos médicos también especularon, con la presencia de un tumor que podría haber sido maligno.

El Vaticano en cierta forma también confirmó que, como se había deducido sumando los pocos elementos de los contados partes médicos (siempre difundidos por la Santa Sede y no por el Hospital Gemelli, donde se encuentra internado el Papa), la cirugía a la que fue sometido Francisco fue más delicada de lo que se suponía. De hecho, duró más de lo que se esperaba, más de tres horas. Tanto es así que el primer boletín fue difundido poco antes de la medianoche del domingo, causando gran inquietud entre quienes que desde las primeras horas de la tarde esperaban noticias.

Incluso el Papa, de 84 años y un relativo buen estado de salud en los últimos años, salvo su ciática, que sabía desde hace meses que debía solucionar el tema intestinal con una cirugía, al parecer pensaba que la cosa iba a ser más simple. Según pudo confirmar LA NACION de fuentes confiables, si bien la intervención, que dirigió el profesor Sergio Alfieri, cirujano jefe del Gemelli y especialista en el aparato digestivo, comenzó con técnica laparoscópica, es decir, no invasiva, luego debió seguir a cielo abierto, con bisturí, algo que hizo que se alargaran los tiempos. “Tratándose del Papa los médicos también se tomaron su tiempo y tampoco se apuraron”, explicaron.

La recuperación

Lo cierto es que, tal como confirmó el boletín de este mediodía, el papa Francisco, que debería quedarse internado al menos hasta el lunes, de confirmarse los siete de días de hospitalización previstos, sigue recuperándose bien. “El Santo Padre ha seguido comiendo regularmente y ha suspendido la terapia parenteral”, indicó Bruni, que aludió así al método de alimentación que rodea el tracto gastrointestinal y que se suministra a través de una vena. Se trata de una fórmula especial que proporciona la mayoría de los nutrientes que el cuerpo necesita y, según fuentes médicas, este método se utiliza cuando una persona no puede o no debe recibir alimentación por la boca. Suspendida esta terapia, aunque el Vaticano no dio el detalle, el Papa de todos modos debe seguir una dieta líquida, según explicaron médicos, por lo que probablemente perderá peso, algo positivo para su problema de ciática.

Aunque por supuesto es imposible acercarse a su suite del décimo piso del Gemelli, custodiada por gendarmes del Vaticano, trasciende que Jorge Bergoglio es un paciente modelo, que obedece las consignas de los enfermeros y bromea con ellos, algo habitual del exarzobispo de Buenos Aires, famoso por su humor porteño. Aunque al momento no recibe visitas, lee y sigue gobernando el timón de la Iglesia y se especula con que en los próximos días incluso pueda recibir la visita del su número tres, el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado.

En el boletín más largo de los últimos tres días de gran preocupación por la salud del paciente ilustre del décimo piso del hospital Gemelli –la misma zona “papal” en la que solía quedarse Juan Pablo II-, Bruni también agradeció los cientos de miles de mensajes de buenos augurios que le están llegando al papa Francisco desde todo el mundo, donde también se multiplican cadenas de oraciones especiales para su pronta recuperación.

“El papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes y el cariño recibidos en estos días y expresa su gratitud por la cercanía y la oración”, concluyó el vocero.

Aún se desconoce si el Papa, siguiendo la tradición de su predecesor polaco –que estuvo internado 11 veces en el Gemelli-, recitará la oración mariana del Angelus desde una de las ventanas del décimo piso del hospital o decidirá suspenderlo.

(VIDEO) El papa desayuna y da un paseo tras su operación