Uvalde intenta mitigar el trauma siguiendo los pasos de Sandy Hook

A medida que se conocen más detalles sobre cómo fue el operativo policial del pasado 24 de mayo en torno a la masacre en la escuela de primaria de Uvalde (Texas, Estados Unidos), las críticas contra los responsables del mismo y las dudas crecen. En un ambiente de dolor y enfado por la muerte de 21 personas (19 de las cuales eran niños), el alcalde de la ciudad texana, Don McLaughlin, anunciaba este martes la decisión de demoler la escuela donde se produjo la tragedia. Algo que ya hicieron en Connecticut con el colegio Sandy Hook, como recuerda la BBC. Allí, en 2012, 26 personas murieron tiroteadas.

El alcalde de Uvalde ha anunciado que la Robb Elementary School será demolida, como hicieron con Sandy Hook. (Foto: REUTERS/Veronica G. Cardenas)
El alcalde de Uvalde ha anunciado que la Robb Elementary School será demolida, como hicieron con Sandy Hook. (Foto: REUTERS/Veronica G. Cardenas)

Las imágenes publicadas este mismo martes en las que se observa parte de la actuación de los policías a su llegada a la escuela y cómo portaban armas más potentes de las que se ha dicho no han hecho más que aumentar las críticas sobre la actuación policial el día de la tragedia y sembrar más dudas sobre si se podría haber hecho más por salvar la vida de algunos de los 19 niños y dos profesoras asesinadas a tiros.

En una reunión del consejo municipal durante la cual los residentes de Uvalde han pedido explicaciones sobre lo ocurrido, McLaughlin anunciaba la decisión de derribar la escuela Robb Elementary. “Tengo entendido, y tuve esta discusión con el superintendente, que la escuela será demolida. Nunca se le puede pedir a un niño que regrese o a un maestro que regrese a esa escuela”, ha sentenciado el alcalde de la localidad.

Lo que no se ha precisado aún es cuándo tendrá lugar esa demolición ni cuál será el destino de los 600 alumnos de la misma mientras se levanta una nueva. Hace algunas semanas, como recoge la BBC, el senador estatal Roland Gutiérrez, ya había comentado a algunos medios locales la sugerencia de Joe Biden de demoler la escuela.

Esta medida, con la que se pretende evitar a niños y profesores el shock de tener que volver al lugar donde se produjo la matanza de sus compañeros y amigos, se ha tomado antes. En Newtown (Connecticut), donde 20 niños de entre seis y siete años y seis adultos fueron asesinados en 2012 por otro tirador en la escuela, demolieron la escuela de primaria Sandy Hook en 2013, unos mese después de la tragedia. En su caso su decisión fue la construir una nueva en el mismo espacio donde estaba la antigua.

La renovada Sandy Hook costó 50 millones de dólares y tardó cuatro años en ser inaugurada. Durante ese tiempo los estudiantes acudieron a otra escuela cercana, como informó en su día Insider. Con motivo de la inauguración del nuevo centro, Patricia Llodra, primera concejala de Newtown en 2016, señaló que su intención con la nueva Sandy Hook fue la de “crear un espacio al más alto nivel para honrar a cada víctima, cada estudiante, cada familia”.

El diseño de la nueva escuela de primaria contó con el consenso y la participación de todas las partes implicadas y se creó un espacio al aire libre para conmemorar a las víctimas. Además, se introdujeron importantes medidas de seguridad y, aunque no todas se desvelaron por razones evidentes, sí trascendió que, por ejemplo, que el edifico permitía a los profesores cerrar puertas y ventanas de las aulas por dentro.

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