Nadie en el universo quiere ganar más que nosotros. Continúa la agonía de los Marlins en La Pequeña Habana

Toda la presión estaba sobre los hombros de Jesús Luzardo. Si alguien era capaz de detener la hemorragia y traer un rayo de esperanza no podía ser otro que el as de la rotación. Así de grande se presentaba la expectativa, porque ningún equipo pierde una temporada en abril, pero esto es lo más cercano.

Quizá no era justo poner tanto encima de Luzardo, pero cuando el mundo te mira como el pilar del pitcheo no queda de otra y, ciertamente, el venezolano hizo lo que pudo, pero no fue suficiente para evitar que los Marlins cayeran el martes 3-1 ante los Angelinos y experimentaran su sexta derrota al hilo delante de 9,033 aficionados en el loanDepot park.

“Realmente es frustrante, pero les aseguro que no hay nadie más deseosos de ganar en este universo que los tipos que están en este clubhouse’’, expresó Luzardo.

“Se trata de venir todos los días con mente positiva y lograr una primera victoria. Sé que todo se magnifica porque es el inicio de temporada, pero esa victoria va a llegar’’.

Un comienzo de temporada tan horrible no lo imaginaba nadie, desde el manager Skip Schumaker que el martes realizó un “mea culpa’’ en toda regla, aunque es quizá el menor de los culpables, hasta el nuevo presidente de operaciones de béisbol Peter Bendix.

Y este equipo puede ser mejor de lo que se ha visto, ¿pero cuánto más? porque Miami -al menos en este mínimo botón de muestra- ha mostrado ser un conjunto carente de muchos elementos que comprende una ofensiva que no carbura en en momentos clave hasta un bullpen que no puede retener una ventaja, aunque esta vez los relevistas se vieron mejor.

A pesar de que usó demasiados lanzamientos -unos 93 en 5.1 entradas-, Luzardo no lo hizo mal del todo al marcharse con tres anotaciones a su cuenta y cuatro imparables, incluido un cuadrangular de Aaron Hicks en la cuarta entrada que en ese momento fue el primer hit que le conectaron.

El receptor de los Marlins Nick Fortes busca la pelota en el turno al bate de Logan O’Hoppe, de los Angelinos de Los Angeles, en el partido celebrado el 2 de abril de 2024 en Miami.
El receptor de los Marlins Nick Fortes busca la pelota en el turno al bate de Logan O’Hoppe, de los Angelinos de Los Angeles, en el partido celebrado el 2 de abril de 2024 en Miami.

“Jesús trabajó muy bien para nosotros y nos mantuvo en juego’’, indicó el dirigente.

“Creo que lo principales es que tuvimos un contacto muy débil con la pelota y no aprovechamos algunos momentos. Además, ellos tuvieron una buena defensa. Su torpedero [Zach Neto] va a ser un buen pelotero por mucho tiempo’’.

Las otras dos anotaciones de Los Angeles llegaron por intermedio del mismo Hicks con sencillo en el sexto que decretó la salida de Luzardo y con otro metrallazo de Taylor Ward, ahora ante los envíos del relevista Bryan Hoeing que vino en función de rescate.

Sucede que ya sea con Luzardo o cualquier otro pitcher de Miami el margen de error se antoja demasiado poco, porque la ofensiva de los locales hizo mutis por el foro ante la tremenda labor de Tyler Anderson por los Angelinos, al punto de colgar siete ceros más con inteligencia que con poder.

Con rompimientos de hasta 75 millas por hora, Anderson navegó sin muchas preocupaciones con solo cuatro indiscutibles a su cuenta y aprovechando que los bateadores de los Marlins entraban en sus turnos con algo de ansiedad por el deseo de producir.

La solitaria carrera de los peces llegó en la novena entrada antes de recoger los bates producto de un cuadrangular de Bryan de la Cruz

“Yo he estado en otros equipos que han tenido rachas peores’’, agregó Luzardo.

“Les aseguro que este momento va a pasar. Los muchachos están trabajando muy duro para que esto se acabe’’.