Los unionistas ponen fin a dos años de bloqueo al autogobierno de Irlanda del Norte

El mayor partido unionista probritánico de Irlanda del Norte ha acordado poner fin a un boicot que dejó a la población de la región sin una Administración de poder compartido durante dos años. Un gran avance que podría ver el Gobierno de Belfast completo y restaurado en cuestión de días.

Tras una reunión celebrada a última hora de la noche del lunes, el líder del Partido Unionista Democrático, Jeffrey Donaldson, señaló que la ejecutiva del partido ha respaldado las propuestas para volver al Gobierno.

Así, indicó que los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo del Reino Unido en Londres "sientan las bases para que nuestro partido designe miembros para el Gobierno de Irlanda del Norte, viendo así, la restauración de las instituciones elegidas localmente".

El avance se produjo después de que la semana pasada las autoridades del Reino Unido dieran de plazo a los políticos norirlandeses hasta el 8 de febrero para restaurar el colapsado Gobierno de Belfast o enfrentarse a unas nuevas elecciones.

"Se dan todas las condiciones para que vuelva la Asamblea", afirmaba el secretario para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris. "Los partidos con derecho a formar un Ejecutivo se reúnen para tratar estos asuntos, y espero poder cerrar este acuerdo con las formaciones políticas lo antes posible", añadía.

El Partido Unionista Democrático se retiró en febrero de 2022 tras una disputa sobre las normas comerciales posteriores al Brexit. Desde entonces, se ha negado a volver al Gobierno con el partido nacionalista irlandés Sinn Fein.

Según las normas de reparto de poder establecidas como parte del proceso de paz de Irlanda del Norte, la Administración debe incluir tanto a unionistas probritánicos como a nacionalistas irlandeses.

Movilización ciudadana para pedir un aumento salarial y la mejora en las condiciones de trabajo e el sector público

El parón dejó a los 1,9 millones de norirlandeses sin una Administración que tomara las decisiones clave, mientras el coste de la vida se disparaba y los retrasos ponían a prueba el maltrecho sistema de sanidad pública.

Profesores, enfermeros y otros trabajadores del sector público norirlandés han protagonizado una huelga de 24 horas en la que pedían a los políticos que volvieran al Gobierno y les concedieran un aumento salarial largamente aplazado.

El Ejecutivo británico ha acordado dar a Irlanda del Norte más de 3.000 millones de libras esterlinas, unos 3.500 millones de euros, para sus servicios públicos. Para ello, pone como condición que el Gobierno de Belfast vuelva a funcionar.

El Partido Unionista Democrático abandonó el Gobierno en oposición a las nuevas normas comerciales puestas en marcha tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea en 2020. Unas medidas que imponían controles aduaneros y otros obstáculos a las mercancías que se trasladaban a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido.

Los controles se impusieron para mantener una frontera abierta entre el norte y su vecino de la UE, la República de Irlanda, un pilar clave del proceso de paz de Irlanda del Norte. El Partido Unionista Democrático, sin embargo, sostiene que la nueva frontera aduanera este-oeste socava el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido.