Una visita a la bóveda del fin del mundo

La cámara de semillas en el archipiélago de Svalbard
La cámara de semillas en el archipiélago de Svalbard

Con apenas 1100 horas de sol al año y temperaturas que alcanzan los 45 ºC bajo cero, el archipiélago de Svalbard es uno de los lugares más extremos del planeta. Por su situación, entre los 74º y 81º Norte, las islas han sido el punto de partida de numerosas expediciones para alcanzar el Polo y en la actualidad, investigadores de todo el mundo, las utilizan de base para realizar estudios climáticos.

Allí, en estas gélidas tierras noruegas, se alza en medio de la nada una imponente construcción a la que popularmente se conoce como “la bóveda del fin del mundo” puesto que su objetivo es almacenar y conservar todas las semillas posibles, para que llegado el caso de una catástrofe global puedan recuperarse y servir de alimento a la población.

La cámara se encuentra a 130 metros sobre el nivel del mar para evitar posibles inundaciones causadas por el calentamiento global en un futuro y además es capaz de soportar terremotos y hasta desastres nucleares. Actualmente alberga más de 860.000 clases diferentes de semillas recogidas por todas las regiones del mundo, que se conservan en cámaras a 18º bajo cero a la espera de cualquier eventualidad.

El acceso a la bóveda está muy limitado pero si os estáis preguntando cómo es por dentro, el Magazine Motherboard ha publicado en estos días un pequeño documental en el que podréis recorrer los extensos pasillos y cámaras en apenas unos minutos: