Una huelga del sector público y ferroviario francés pone a prueba a Macron

En la imgen, la gente camina en un andén de la estación de cercanías de Gare Saint-Lazare en París, el 22 de marzo de 2018. REUTERS/Stephane Mahe

Por Ingrid Melander y Richard Lough

PARÍS (Reuters) - Profesores, conductores de trenes y controladores aéreos estaban llamados el jueves a la huelga en toda Francia, causando alteraciones en el transporte y servicios públicos en una jornada que será una prueba de la indignación popular ante el impulso reformista del presidente Emmanuel Macron.

Aunque los sindicatos han tenido dificultades para reunir a grandes multitudes en los últimos meses, esta es la primera protesta contra Macron que reúne a trabajadores del sector público y personal ferroviario, lo que podría plantear problemas para el Gobierno de cara a una huelga más extensa del ferrocarril.

"Ha sido un verdadero desastre esta mañana", dijo Didier Samba, quien perdió su tren de cercanías hacia el extrarradio y tenía más de una hora de espera para el próximo, en la estación Gare du Nord de París.

Se espera que la huelga provoque la cancelación del 60 por ciento de los trenes rápidos, el 75 por ciento de los trenes interurbanos y alrededor del 30 por ciento de los vuelos de los aeropuertos de París durante todo el día.

Los sindicatos dijeron que uno de cada cuatro colegios de primaria estaba en huelga, mientras que la generación de electricidad se redujo en más de tres gigavatios (GW), el equivalente a tres reactores nucleares, ya que los trabajadores del sector del gas y la electricidad se unieron a los paros.

Hay previstas unas 150 marchas de protesta, dos de ellas en París a partir de las 1300 GMT.

Las encuestas muestran una paradoja: una mayoría de los votantes respaldan la huelga, pero una mayoría aún mayor respalda las reformas, incluida la reducción del número de trabajadores del sector público y la introducción de un salario basado en el mérito.

Eso ha llevado al Gobierno, que modificó la legislación laboral el año pasado y también está preparando otra serie de reformas sensibles, como la del seguro de desempleo, a decir que mantendrá sus planes, mientras sigue de cerca las protestas.

El martes, después de una marcha de jubilados, el primer ministro Edouard Philippe dijo que el Gobierno haría cambios para los 100.000 pensionistas más pobres de los 7 millones afectados por una subida de impuestos, en una señal de que un Gobierno que se enorgullece de ser firme en las reformas puede hacer excepciones.

Los empleados del sector público están indignados con los planes para reducir sus plantillas en 120.000 personas para 2022, incluyendo bajas voluntarias, e introducir otras reformas, como salarios basados en el mérito.

Los trabajadores ferroviarios están preocupados por los planes del Gobierno de eliminar las garantías de trabajo para toda la vida, aumentos salariales anuales automáticos y una generosa jubilación anticipada.

"El descontento y la preocupación se están extendiendo rápidamente", dijo Jean-Marc Canon de UGFF-CGT, uno de los mayores sindicatos del sector público.

Mientras que los trabajadores ferroviarios han planeado una huelga escalonada a lo largo de tres meses a partir del 3 de abril, los empleados del sector público aún no tienen un plan para nuevas acciones laborales, pero se reunirán la próxima semana para decidir sobre cualquier posible movilización.

La huelga del jueves y la reacción del Gobierno serán una prueba, dijo Laurent Berger, director del mayor sindicato de Francia, CFDT.