Sigue huido el conductor de la furgoneta que mató a 13 personas en Barcelona

El conductor de la furgoneta que el jueves arrolló a decenas de personas en el centro de Barcelona dejando un sangriento balance provisional de 13 muertos y más de un centenar de heridos sigue siendo buscado por las fuerzas de seguridad.. En la imagen, dos turistas en Barcelona el 17 de agosto de 2017. La Vanguardia/Pedro Madueno/via REUTERS

Por Andrés González y Carlos Ruano BARCELONA/MADRID (Reuters) - El conductor de la furgoneta que el jueves arrolló a decenas de personas en el centro de Barcelona dejando un sangriento balance provisional de 13 muertos y más de un centenar de heridos sigue siendo buscado por las fuerzas de seguridad. La policía autonómica, que no dudó en calificar de "atentado terrorista" un ataque reivindicado por el Estado Islámico, dijo que ha detenido a dos sospechosos de haber participado o en el ataque o en su preparación, pero reconoció que ninguno de ellos es el conductor, que huyó a pie y aparentemente sin armas tras el mortal atropello. En una rueda de prensa, menos de seis horas después del fatal incidente, el máximo responsable de los Mossos d'Esquadra, dijo que las investigaciones han llevado a la policía a relacionar el ataque con una explosión que la pasada madrugada se produjo en la localidad tarraconense de Alcanar, donde fue arrestado uno de los sospechosos. El segundo sospechoso fue detenido en Ripoll, provincia de Gerona. Uno de ellos es de nacionalidad marroquí y el otro español, ciudadano de Melilla. La Audiencia Nacional, que ya ha abierto diligencias, está siendo informada de la investigación. Una fuente de la policía explicó que la explosión en la noche del miércoles al jueves en la que falleció una persona y varias resultaron heridas, se produjo por manipulación de bombonas de butano aparentemente para la preparación de material explosivo. Tras señalar que no hay indicios que apunten a otro atentado, el responsable policial, Jose Lluis Trapero, se mostró confiado en arrestar "a todos los implicados en el ataque" en las próximas horas. Después de la una de la madrugada los Mossos informaban de un operativo abierto en la localidad de Cambrils (Tarragona) por un "incidente" relacionado con "un posible atentado terrorista". Los servicios de emergencia de Catalaña pedían a los residentes en la ciudad no salir de casa mientras se desarrollaba el operativo policial. En un comunicado a través de su agencia AMAQ, el Estado Islámico reivindicó el ataque, que se produjo alrededor de las cinco de la tarde en la arteria barcelonesa de La Rambla cuando la furgoneta invadió una zona peatonal arrollando a decenas de personas. "Los autores del ataque de Barcelona son soldados del Estado Islámico y llevaron a cabo la operación en respuesta a los llamamientos para tener como objetivos a países de la coalición", dijo en referencia a la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo extremista suní. Con el balance provisional de 13 muertos y más de un centenar de heridos, 15 de ellos graves, la policía catalana no dudó en calificar la tragedia como "un atentado terrorista con la voluntad de matar al máximo número de personas". En un incidente aparentemente no relacionado con el ataque, los Mossos abatieron al conductor de un vehículo que se saltó un control atropellando a dos policías. "De entrada, el atropello no tendría relación con el atentado terrorista", explicó Trapero. En Vic, a unos 70 kilómetros de la capital catalana, la policía halló una segunda furgoneta relacionada con el ataque y acordonó la zona. Poco después de la medianoche, la alcaldesa de la localidad dijo que los artificieros iban a proceder a inspeccionar el vehículo. CONMOCIÓN EN UNA ARTERIA TURÍSTICA Imágenes grabadas por ciudadanos tras el incidente y visionadas por Reuters mostraban cuerpos tendidos inmóviles en el suelo y numerosos heridos en el centro comercial de una ciudad repleta de turistas. La policía acordonó la zona y montó numerosos controles en toda la ciudad - uno de los principales destinos turísticos del mundo- recluyendo en los locales de la zona durante casi cinco horas a numerosos visitantes mientras cerraba las estaciones de metro y cercanías. "Desde el trabajo veíamos a las personas muertas", explicó a Reuters Susana Elvira Carolina, dependienta de una tienda del Real Madrid en La Rambla que llegó al local poco después del ataque. "Hemos estado ahí desde (en la tienda) desde las cinco hasta ahora (más de seis horas) Ahora nos han llevado a la plaza de Cataluña para coger la identificación y que explicásemos un poco si habíamos visto al terrorista". Después de la medianoche el centro de la ciudad seguía registrando fuerte retenciones de tráfico que emergencias atribuyó al excepcional operativo policial y de emergencias. Desde Estados Unidos a Francia o Reino Unido, mandatarios mundiales mostraron su repulsa por el ataque y expresaron su solidaridad. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se reunió con gabinete de crisis del gobierno catalán en Barcelona y en una rueda de prensa después de la medianoche pidió una "respuesta global" a "una amenaza global" al tiempo que destacó la unidad de los partidos políticos y decretó tres días de luto nacional. El ataque de Barcelona es similar a otros perpetrados por grupos yihadistas o inspirados por ellos en varios países de Europa en los últimos meses. Esta misma semana un automóvil embistió contra la terraza de una pizzería en París, matando a una niña de 12 años, donde una semana antes se detuvo a un argelino por sospechas de que arrollara deliberadamente con un coche a un grupo de soldados. A principios de junio siete personas murieron en un ataque con una furgoneta que arrolló a varios peatones en el Puente de Londres antes de que los sospechosos apuñalasen a otros ciudadanos.