Un hotel submarino de $20 millones: el futuro del turismo

Plans for unbelievable (and movable) underwater hotel

Un grupo de atrevidos creadores ha diseñado un hotel completamente sumergido bajo las aguas del océano, que podría entrar en funcionamiento en los próximos años.

Se trata sin dudas de uno de los proyectos arquitectónicos en función de la hotelería más originales de los últimos años, que acaba de recibir aprobación para iniciar su construcción.

Con el nombre de Planet Ocean Underwater Hotel, esta estructura constaría de 12 habitaciones de más de 20 metros cuadrados, construidas a 10 metros de profundidad, cada una con una cama tamaño king, un baño y una inmensa pantalla cóncava de acrílico, desde la cual se puede observar a cualquier hora el mundo submarino, además de la consabida conexión a Internet.

Cada cápsula estaría, además, equipada con bolsas laterales de flotación, por lo que no existiría ningún riesgo de hundimiento total.

Para acceder a las habitaciones, el hotel dispondría de un área en la superficie y de un ascensor que dirigiría a los clientes bajo las aguas, camino a sus recámaras. En el vestíbulo principal también se hallaría un restaurante con vistas generales, salones para eventos y áreas de observación.

Estará estructurado además para que sea movido o replegado en caso de necesidad, entre las que se encuentra, por ejemplo, la peligrosa proximidad de un ciclón.

De acuerdo con Tony Webb, su director gerente, se trataría, además, de un concepto mucho menos caro que otros que se proponen una aventura similar. Los más conocidos hasta el momento serían el Poseidon Undersea Resorts, que casi está a punto de echar a andar en las islas Fidji, y el Atlantis, de The Palm Dubai.

Este hotel futurista todavía no tiene fecha prevista para su construcción y su posterior explotación.

Según trascendió, este proyecto, que ya ha recibido la patente en los Estados Unidos, estaría costando unos 20 millones de dólares. Webb asegura que una noche de alojamiento en su hotel sería como mínimo 1,000 dólares menos cara que en sus competidores más inmediatos.

Por el momento no se ha definido el lugar donde será erigida semejante nave espacial sumergida en el océano, pero ya se valoran espacios en Malasia, Aruba, Egipto, las Bahamas, Hawái y hasta las costas de Cuba.

Además de su función lúdica, esta instalación futurista serviría también como campo de prueba para una variedad de programas consagrados a la investigación marina.

“Me refiero a él como el turismo espacial interior y la nueva industria está lista para lanzarse a la frontera del océano”, puntualizó Tony Webb.