Un diseñador crea su propia casa bajo un puente

Fernando Abellanas, antiguo trabajador del metal y diseñador de muebles autodidacta, se planteó un reto: crear un refugio de la ciudad en la propia ciudad. Y por eso ha dedicado tiempo y esfuerzo a crear su propio estudio oculto bajo un puente en Valencia, España. Un microespacio de trabajo y esparcimiento suspendido a 5 metros de altura.

Al estudio se accede gracias a una estructura de madera y metal que aprovecha las vigas de la estructura inferior del puente como carril. Esa estructura se mueve gracias a una manivela que acciona las ruedas encajadas a las vigas. Cuando se llega al final del recorrido, el “suelo” y “las paredes” se ajustan perfectamente, haciendo que la mesa, la silla y las estanterías sean útiles para trabajar.

Pero el espacio no solo sirve para producir, sino también para vivir. Solo se necesita sacar de los estantes el edredón y la almohada para extenderla sobre el suelo y descansar: “ No es la idílica cabaña de vacaciones en el bosque, sino un lugar para refugiarse en nuestro medio ambiente” afirma Abellanas, que buscaba de alguna forma reproducir la experiencia de la infancia de esconderse bajo una mesa o en el armario.

Aunque el escondite tiene fecha de caducidad. Sin que Abellanas, que publica su obra creativa bajo la firma Lebrel, haya ofrecido la ubicación exacta de su estudio, nuestro diseñador se plantea su estudio como un “proyecto efímero” que estará allí “hasta que alguien lo encuentre y decida robar los materiales o las autoridades lo eliminen” afirma.

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