Un año de crisis y fundamentos para Obamacare

El presidente estadounidense, Barack Obama, durante su rueda de prensa para hablar de la reforma de salud (conocida como 'Obamacare'), donde afirmó que había escuchado a los ciudadanos y que haría una concesión en dicha reforma, este 14 de noviembre (AFP | Mandel Ngan)

La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, mejor conocida como Obamacare, ha tenido en 2013 un año clave y polémico, lleno de sobresaltos y situaciones de crisis. Pero pese a todo la reforma de salud ha mantenido el paso contra viento y marea rumbo a la entrada en vigor del nuevo esquema de seguros médicos, su componente principal, a partir del 1ro. de enero del 2014. Cabe recordar que, según la ley, toda persona debe contar con un seguro médico a partir de la fecha mencionada o se expone a recibir una multa, circunstancia conocida como el ‘mandato individual’ de Obamacare.

Algunos elementos clave de Obamacare, como la cobertura para menores de 26 años vía el seguro de sus padres, o la prohibición de negar cobertura por enfermedades preexistentes, ya entraron en vigor en años pasados. Obamacare fue aprobada por el Congreso en el 2010.

Pero el 2013 ha sido un año con el camino empedrado, y en ocasiones con el camino en llamas, para la nueva ley de Salud.

A lo largo del año, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes realizó varios intentos por abolir la ley, todos ellos infructuosos pues aunque iniciativas en tal sentido fueron aprobadas en la Cámara Baja no pasaron la instancia del Senado y se quedaron vacías. Por ejemplo, según el portal Thinkprogress.org, desde que la presente mayoría republicana asumió el control de la Cámara de Representantes se han emitido resoluciones contra Obamacare al menos 40 veces, y esto antes de la andanada más fiera que llevó al cierre parcial del gobierno. Tan solo hasta mayo del 2013, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, estimó en $52 millones el costo para el contribuyente de los reiterados intentos republicanos de echar abajo Obamacare.

No onstante, sí se han registrado cambios en la legislación. A mediados del año, por ejemplo, el Departamento del Tesoro anunció que se pospondrá la entrada en vigor de la obligación de los empleadores de 50 o más personas de ofrecer cobertura médica a sus trabajadores. Ese ‘mandato empresarial’, por llamarlo de algún modo, debía entrar en vigor en el 2014 pero fue pospuesto por un año, al 1ro. de enero del 2015.

Mientras tanto, el reloj continuó su avance rumbo a uno de los momentos claves de la reforma de salud: el inicio del periodo de registro para los nuevos Mercados de Seguros médicos, piezas clave de Obamacare donde las personas podrán adquirir pólizas de seguro a precios subsidiados –con un subsidio definido por el número de personas en su núcleo familiar y su nivel de ingreso- que entrarán en vigor a partir del 1ro de enero del 2014. En total, 18 estados (entre ellos California y Nueva York) y el Distrito Columbia optaron por operar su propio sistema de mercado de seguros, y otros siete, entre ellos Illinois, decidieron hacerlo en asociación con el gobierno federal. En los 25 estados restantes (Florida y Texas, entre ellos) no se creó un sistema local y es el gobierno federal el responsable de la operación vía el sitio healthcare.gov.

Ese sitio federal fue el centro de una fuerte crisis en octubre, pero desde el inicio del año hubo indicadores de que había problemas con la construcción de ese sistema, si bien los diagnósticos no fueron conocidos ampliamente por la opinión pública. Por ejemplo, según ‘The Washington Post’ a principios de 2013 ya se reconocía al interior del Centro de Servicios de Medicare y Medicaid que el tiempo para desarrollar el sitio federal se había comprimido tanto que no habría tiempo para probarlo a cabalidad. Un memorándum de agosto de 2013 enviado por el principal contratista del desarrollo de ese sitio web indicaba que, a mes y medio del lanzamiento del sitio, tan sólo se había terminado el 55% del trabajo que se le había encomendado. Se mencionó incluso que en abril de 2013 la Casa Blanca llegó a conocer de las graves fallas, pero se optó por seguir adelante. El costo de posponer el periodo de registro habría sido, en esa lógica, mucho mayor que asumir el golpe (que fue durísimo) de las fallas técnicas.

En septiembre, durante las discusiones legislativas en torno al presupuesto de 2013, los republicanos se negaron a llegar a un acuerdo si no se eliminaban los fondos para la operación de Obamacare. El senador republicano Ted Cruz cobró notoriedad por su discurso de 21 horas continuas en el Senado sobre este asunto. No hubo acuerdo, el gobierno y la mayoría demócrata en el Senado se negaron a eliminar los fondos de Obamacare y como consecuencia el gobierno federal, carente de presupuesto, se vio obligado a cerrar parcialmente del 1ro de octubre y no se restableció la normalidad sino hasta el 17 de octubre cuando se logró un acuerdo provisional. Obamacare mantuvo vigentes sus fondos, al menor por ahora.

Pero la crisis más fuerte estalló, en paralelo, a partir del 1ro de octubre. Ese día comenzó el registro para participar en los nuevos mercados de seguros médicos y el sitio federal healthcare.gov simplemente se colapsó. Fallas técnicas hicieron imposible el acceso a miles y miles de usuarios. El impacto en la opinión pública fue brutal: el sistema de acceso a la joya de Obamacare no funcionaba. Y en realidad, se mantuvo en situación de inestabilidad durante meses. Críticos de Obamacare aprovecharon la falla para atacar la totalidad de la reforma de salud y, en general, la población reaccionó negativamente ante un sistema de registro que, simplemente, no funcionaba.

Apenas este 2 de diciembre, las autoridades indicaron que el sitio healthcare.gov finalmente opera como estaba originalmente previsto, pero el escepticismo sobre el particular continúa.

Pero la crisis no había terminado. Durante octubre y noviembre miles de personas comenzaron a recibir cartas de las empresas de seguros que les informaban que sus pólizas de cobertura médica habían sido canceladas y, por tanto, ya no contaban con seguro médico. Nuevamente, los opositores a Obamacare redoblaron sus ataques, esta vez reclamando directamente al presidente Barack Obama, quien en meses pasados había prometido reiteradamente que quien quisiera conservar su póliza podría hacerlo una vez que entrara en vigor el nuevo esquema de Obamacare.

Pero, en la práctica y lejos de las promesas de excesiva mercadotecnia política, lo cierto es que muchas personas no pudieron conservar esas pólizas. Ciertamente, la mayor parte de las cancelaciones tuvo que ver con el hecho de que las pólizas eliminadas no cumplían con las normas de cobertura mínima de Obamacare, por tanto eran pólizas ‘malas’ cuyos beneficiarios tendrían la oportunidad de obtener otras mejores vía el Mercado de Seguros. Pero tal circunstancia no tuvo peso en la andanada política y mediática y todo se centró en que Obama no había ‘cumplido su promesa’ y había dejado a miles desamparados. Hasta el expresidente Bill Clinton indicó en noviembre que Obama debía honrar lo dicho. Al final, el gobierno federal aceptó que quienes cuenten con pólizas que no cumplen los estándares de Obamacare podrán conservarlas durante un año, pero fue una solución que no gustó a ninguna de las partes y que, además, poco pudo hacer por todos aquellos que ya recibieron avisos de cancelación.

Pese a todo, para noviembre unas 100,000 personas se habían inscrito al mercado federal de seguros médicos, si bien las autoridades esperaban que esa cifra fuera 800,000. Dada la crisis por las fallas del sitio, el plazo para registrarse, en el contexto del mandato individual, se extendió hasta el 31 de marzo del 2014.

Y en lo relacionado al costo de los seguros –un tema en el que los opositores de Obamacare han insistido, señalando que la ley hará subir los precios por los cielos- datos de noviembre situaron en $328 el promedio nacional de un seguro de alcance intermedio o ‘plata’. Obamacare ofrece cuatro planes: bronce, plata, oro y platino, siendo el primero el más barato y con la cobertura mínima garantizada por la ley. Los siguientes ofrecen progresivamente mayores coberturas pero con mayor costo para el usuario. Aunque algunas personas y grupos han experimentado incrementos en lo que pagan por su cobertura médica, en general hasta el momento no se ha registrado un efecto sustancial o generalizado al alza en el precio de las pólizas a causa de Obamacare.

Las aguas parecían calmarse un poco en diciembre, pero aún hay tormentas a la vista. La primera será si el sistema de healthcare.gov podrá darse abasto sin fallas cuando muchas más personas decidan acceder a él, entre enero y marzo, para registrarse una vez se aproxime la expiración del plazo.

Y las batallas legislativas y jurídicas retornarán muy pronto. Es de esperar que los republicanos perseveren en su intento de abolir Obamacare, y los resultados de las elecciones de noviembre de 2014 serán muy importantes. La crisis de Obamacare durante octubre y noviembre será una bandera que seguramente será agitada fuertemente durante las campañas políticas en ciernes.

Y, en la Corte Suprema, se analizará un caso controversial pero muy importante: la obligación indicada en Obamacare de que los empleadores deben ofrecer cobertura contraceptiva a todo su personal. Aunque se ha exceptuado de ello a las personas que trabajan directamente en labores de culto religioso, instituciones religiosas han presentado una demanda para anular ese mandato de Obamacare, que actualmente los obliga a ofrecer cobertura contraceptiva al personal de universidades, escuelas y hospitales vinculados a iglesias y otras organizaciones religiosas. El alegato es que, en ese contexto, Obamacare estaría violando el precepto de libertad religiosa. Será durante la primavera de 2014 cuando la Corte Suprema estudie el caso.

La reforma de salud tiene como objetivo garantizar acceso a cobertura médica a todos en Estados Unidos –salvo los indocumentados- y en ello reside su mayor virtud y su importancia. Para Obama, esta ley será el mayor legado de su presidencia y paree dispuesto a defenderlo hasta el final. Este 2014 será, sin duda, escenario de nuevos debates y controversias y, sobre todo, será el año en que el sistema entrará en operación a plenitud y, con ello, podrá comenzar a probar su efectividad.

-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro