La ultraderecha irrumpe en las elecciones locales y europeas en Irlanda

Dublín, 6 jun (EFE).- Poco más de 3,5 millones de personas están llamadas este viernes a las urnas en Irlanda para votar en las elecciones locales y europeas, en las que la inmigración ha dominado por primera vez la campaña con la aparición de candidatos independientes y pequeños grupos de ultraderecha.

'Irlanda está llena' o 'Irlanda para los irlandeses' son algunos de los eslóganes de esta nueva oleada de aspirantes radicales, visibles en los mítines de los barrios más desfavorecidos y, sobre todo, en las redes sociales.

El contexto político en este país de apenas 5 millones de habitantes, uno de los más prósperos de la Unión Europea (UE), ha dado un vuelco respecto a los comicios locales y europeos de 2019.

En Irlanda no había entonces populistas de extrema derecha y, de hecho, los partidos se esforzaban en destacar el europeísmo de sus candidatos a la Eurocámara, más aún cuando el vecino Reino Unido se preparaba para romper definitivamente con el bloque.

Aparcado ya el Brexit, la ciudadanía ha centrado sus preocupaciones durante estos cinco años sobre la crisis de la vivienda, el deterioro de la sanidad o el alza del coste de la vida, asuntos que han dado un gran impulso al izquierdista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA y principal partido de la oposición.

La formación liderada por Mary Lou McDonald llegó a ser más votada en las elecciones generales de 2020 y aunque no pudo formar gobierno por la falta de apoyos, las encuestas le han reafirmado en los últimos años como la preferida del electorado.

Caída del Sinn Féin

La reciente deriva populista ha dañado, no obstante, la posición del Sinn Féin entre sus bases, compuestas en su mayoría por votantes de clase trabajadora y adheridas, hasta ahora, a sus políticas progresistas en materia de inmigración.

Hace apenas seis meses, el partido de McDonald, a quien las voces xenófobas tachan de traidora, contaba con un 37 % de apoyo del electorado, mientras que una semana antes de las europeas y locales las últimas encuestas pronosticaban una marcada caída hasta el 22 %.

Al Sinn Féin le ha pasado factura, entre otros asuntos, su reacción a los graves disturbios ocurridos en Dublín el pasado noviembre tras un apuñalamiento múltiple en la capital, en una ola de violencia sin precedentes en este país que estuvo alentada por grupos de ultraderecha al creer que el agresor era extranjero.

La llegada de solicitantes de asilo a Irlanda por la guerra en Ucrania y otros conflictos internacionales también ha generado tensiones en diferentes localidades del país, donde los populistas aprovechan para vincular la escasez de vivienda o la presión sobre los servicios públicos a una inmigración supuestamente insostenible.

En este contexto, incluso el Gobierno central, de coalición entre democristianos, centristas y verdes, ha endurecido su política respecto a esta cuestión, reforzando, por ejemplo, los controles sobre sus fronteras o reduciendo las ayudas económicas a los recién llegados.

El partido Fine Gael del primer ministro, el conservador Simon Harris, obtiene ahora el 22 % de apoyo, tres puntos más que hace un mes, mientras que el centrista Fianna Fáil también ha avanzado un punto hasta el 17 %, seguido por el 5 % de la formación Demócratas Sociales y el 4 % de los ecologistas.

Auge de los populistas

Por contra, ha subido cuatro puntos, hasta el 23 %, el respaldo hacia candidatos independientes y grupos minoritarios, entre los que figuran aquellos que aspiran a dar soluciones a los que piden medidas respecto a la inmigración y que, según los sondeos, representan a más del 60 % del electorado, en su mayoría jóvenes urbanos de bajos ingresos.

Los expertos sostienen que estos aspirantes ultraderechistas tendrán dificultades para lograr representación tras los comicios locales, en los que se elige a los 949 miembros que componen los 31 consejos municipales de este país.

Son muchos y esto, arguyen, puede provocar una gran dispersión del voto, al tiempo que carecen de la maquinaria con la que los partidos tradicionales movilizan al electorado, si bien, advierten, ya han marcado la agenda de la campaña.

En las elecciones europeas están en juego en Irlanda 14 escaños a la Eurocámara, uno más que en 2019, cuando se repartieron entre el Fine Gael (5), el Fianna Fáil (2), Verdes (2), Sinn Féin (1) e Independientes (3).

Según los sondeos, democristianos, centristas y verdes aspiran a lograr al menos tres asientos cada uno, lo que dejaría el resto en manos de pequeños partidos o de independientes, entre los hay, a diferencia de hace cinco años, candidatos muy críticos con la inmigración.

Los colegios electorales abrirán sus puertas en Irlanda a las 06:00 GMT del viernes y cerrarán a las 21:00 GMT, mientras que el recuento de las dos citas comenzará el sábado.

Ese mismo día se conocerá el resultado de los comicios locales, mientras que el domingo por la noche -madrugada del lunes- se dará a conocer el de los europeos, una vez que hayan votado todos los países de la UE.

(c) Agencia EFE