La UE pide una desescalada inmediata entre serbios y albaneses en Kósovo

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, ha exhortado a serbios y albaneses que "rebajen las tensiones de forma inmediata e incondicional" tras los enfrentamientos en Kosovo que dejaron una treintena de soldados internacionales heridos. Después de hablar tanto con el Primer Ministro de Kosovo, como con el presidente de Serbia, Borrell afirma que los Estados miembros de la UE están discutiendo las posibles medidas a tomar en cuenta si la situación no mejora.

"Como primer paso. Espero que las autoridades de Kosovo suspendan la operación policial centrada en los edificios municipales del norte de Kosovo y que los manifestantes violentos se retiren y sigan dialogando con los dos líderes. La Unión Europea espera que las partes actúen con responsabilidad y se comprometan de inmediato en el diálogo facilitado por la UE para encontrar una solución sostenible a la situación en el norte que garantice la seguridad y la protección de todos los ciudadanos y allane el camino para la aplicación del nuevo acuerdo sobre el camino hacia la normalización", dijo Borrell en Bruselas.

La OTAN ya ha tomado cartas en el asunto. El Secretario General de la Alianza Atlántica asegura que se han enviado 700 soldados más a Kosovo para ayudar a hacer frente a las protestas. Esto ocurre después de que el presidente de Serbia hiciera un llamamiento a occidente a que use su influencia para que el Gobierno kosovar retire a los alcaldes de los municipios del norte del país donde los serbios son mayoría y cuya autoridad no reconocen.

Además, Rusia y China también han mostrado su preocupación por la situación. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, afirmó que la situación en Kosovo es alarmante y que podría provocar otro conflicto en Europa Central.