¿Por qué las elecciones de Reino Unido son de interés para la UE?

¿Por qué las elecciones de Reino Unido son de interés para la UE?

Ha dominado la política británica durante casi una década, pero el Bréxit ha sido una especie de tabú en la campaña electoral, mientras el Reino Unido se prepara para las elecciones generales de este jueves 4 de julio.

"Los dos principales partidos han intentado hablar del Bréxit lo menos posible", explica a Euronews Joel Reland, investigador del laboratorio de ideas 'UK in a Changing Europe'. "Los votantes han quedado bastante decepcionados con lo que se ha ofrecido sobre el Brexit. Así que, el primer ministro conservador, Rishi Sunak, no quiere llamar la atención sobre eso", añade.

"En el Partido Laborista, Keir Starmer está tratando de recuperar escaños en el 'Muro Rojo', que votó a favor de abandonar la UE en 2016", explica, refiriéndose a los escaños del corazón laborista en las regiones tradicionalmente obreras de las Midlands y el norte de Inglaterra, que desertaron en masa hacia los conservadores en las últimas elecciones de 2019.

Sin embargo, ahora, con los laboristas a punto de entrar en el Gobierno por primera vez en 14 años, y su líder, Keir Starmer, prometiendo reabrir partes del acuerdo posBréxit del Reino Unido, la votación podría desencadenar un nuevo capítulo en las relaciones entre la UE y el Reino Unido.

Starmer ha descartado reincorporarse al mercado único de bienes y servicios de la UE o a la unión aduanera, y no restablecerá la libertad de circulación. Tampoco ha precisado qué aspectos de la cooperación entre la UE y el Reino Unido renegociaría, aunque sus colaboradores más cercanos han sugerido que podrían incluir la normativa sobre productos químicos, los servicios financieros y la vinculación al Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión.

Los expertos señalan que, si Starmer se hace con las llaves del número 10 de Downing Street, podría tener dificultades para reabrir el acuerdo de forma que resulte aceptable tanto para Bruselas como para su electorado nacional.

"Cuando se profundiza en los detalles de lo que quieren hacer los laboristas, se puede ver que se trata, en general, de cosas relativamente pequeñas, e incluso algunas de ellas serían probablemente bastante difíciles de negociar con la UE", indica Ian Bond, subdirector del Centro para la Reforma Europea.

Al definir sus líneas rojas de no unirse al mercado único ni a la unión aduanera, o permitir la libre circulación, el partido "se ha acorralado a sí mismo", añade Bond. "Han limitado su margen de maniobra y su capacidad para negociar un acuerdo mejor con la UE", sostiene el subdirector del Centro para la Reforma Europea.

Es muy posible que Bruselas también intente obtener concesiones del Reino Unido a cambio de un acuerdo revisado en áreas nicho. Una concesión podría ser el acuerdo de movilidad juvenil que la Comisión Europea propuso en abril, y que devolvería a los jóvenes británicos y europeos la posibilidad de viajar, trabajar y estudiar libremente en ambos lados.

"El problema es que los laboristas han descartado, por el momento, un acuerdo de movilidad juvenil", explica Joel Reland. "Sin embargo, creo que si quieren llegar a un acuerdo con Bruselas, probablemente tendrán que ser un poco más flexibles", sugiere.

Terreno fértil para la cooperación en seguridad y defensa

El próximo primer ministro británico se reunirá con sus homólogos europeos poco después de las elecciones. En primer lugar, lo hará durante la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington del 9 al 11 de julio. A continuación, el 18 de julio, el nuevo primer ministro recibirá en el palacio de Blenheim a unos 40 líderes europeos, entre ellos los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE, con motivo de la cumbre de la Comunidad Política Europea.

El foro, considerado una idea del presidente francés Emmanuel Macron, es una de las pocas cumbres en las que el Reino Unido tiene acceso directo a todos los líderes de la UE y de sus Estados miembros desde su salida del bloque comunitario.

Un ámbito en el que ambas partes querrán estrechar lazos es el de la seguridad y la defensa, con un posible pacto de defensa sobre la mesa de diálogo.

El Acuerdo de Comercio y Cooperación 2020 contiene escasas disposiciones en materia de seguridad. Con la guerra a las puertas de Europa y el fantasma del regreso de Donald Trump planeando sobre la Casa Blanca, tiene sentido estratégico que ambas partes se apoyen mutuamente para reforzar los recursos defensivos de Europa.

El líder laborista Keir Starmer, a la derecha, se reúne con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en el Palacio de Westminster, durante su primera visita al Reino Unido.
El líder laborista Keir Starmer, a la derecha, se reúne con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en el Palacio de Westminster, durante su primera visita al Reino Unido. - Stefan Rousseau/WPA Rota

"Todas estas cuestiones sobre la seguridad europea se han vuelto mucho más agudas y preocupantes", señala a Euronews Olivia O'Sullivan, directora del programa Reino Unido en el Mundo, de Chatham House.

"El Reino Unido puede haber tenido una relación difícil con la UE en los últimos años, pero cuenta con uno de los mayores ejércitos europeos, gasta sistemáticamente más del 2% del PIB en defensa como miembro de la OTAN, y coopera muy estrechamente con agrupaciones importantes como los Estados bálticos y los Estados nórdicos en materia de defensa", añade.

"Así que, forma parte del rompecabezas de la seguridad europea", sugiere Olivia O'Sullivan.

Elecciones clave en el Reino Unido en el inicio de la Presidencia húngara de la UE

Las elecciones del Reino Unido coinciden con el inicio de un nuevo mandato político en la Unión Europea, en el que los planes para potenciar las industrias de defensa colectiva de la UE serán, probablemente, una de las principales prioridades estratégicas.

El bloque comunitario ya ha dado pasos importantes para impulsar sus capacidades industriales de defensa, y se espera que nombre a un Comisario que dirija estos esfuerzos durante el próximo mandato de cinco años.

"Muchas de las iniciativas y proyectos recientes de la UE en este ámbito se han centrado en reforzar la producción industrial de defensa", explica O'Sullivan. "Sin embargo, muchas de esas iniciativas y proyectos no incluyen a terceros países. Se centran deliberadamente en las industrias de los Estados miembros de la UE. Así que, va a ser difícil negociar si el Reino Unido puede formar parte de ellos, o si quiere formar parte", indica.

La UE podría estar más dispuesta a contar con el Reino Unido como socio en materia de preparación para la defensa. Sobre todo, ante el temor de que las fuerzas políticas euroescépticas, históricamente favorables a Rusia, se estén imponiendo en todo el bloque comunitario.

Las elecciones del Reino Unido se celebran en medio de dos rondas de comicios legislativos anticipados en Francia, en los que la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen ocupa la primera posición tras obtener más del 33% de los votos en la primera vuelta, el domingo 30 de junio.

La ultraderecha tendría una capacidad limitada para dar forma a la política exterior o de defensa de Francia, materias que están consideradas como dominio del presidente del país, incluso si consiguiera formar Gobierno. Es probable que Macron mantenga la presidencia francesa hasta 2027.

Mientras, la creciente popularidad de la Agrupación Nacional, que quiere reducir el apoyo militar francés a Ucrania, ha hecho saltar las alarmas en Bruselas. Así, su éxito se suma a la sensación general de aprensión de que la mano de Europa se debilitará si Trump es reelegido presidente de Estados Unidos en noviembre.

Por otra parte, las elecciones del Reino Unido están abocadas a dar lugar a un Gobierno incondicionalmente proucraniano, ya que tanto los conservadores como los laboristas se han comprometido a apoyar militarmente a Kiev.

"Tener a los británicos asociados, de la mayor manera posible, con lo que hace el resto de Europa será particularmente importante si acabamos con un Donald Trump bastante impredecible y errático como presidente, de nuevo, en Estados Unidos", señala Ian Bond. "Para Bruselas, creo que la consigna será la estabilidad", concluye.