Ucrania incrementa su gasto en fabricación propia de armas
KIEV, Ucrania (AP) — Ucrania requiere de cualquier ventaja que pueda obtener para echar a Rusia de su territorio. Un punto positivo que empieza a surgir es su industria armamentista, pequeña pero en rápido crecimiento, en la que el gobierno invierte cantidades ingentes de dinero con la esperanza de que las armas y municiones elaborados en el país le ayuden a revertir la invasión.
Esta iniciativa se acrecentó rápidamente el año pasado, a medida que Estados Unidos y Europa pasaban dificultades para enviar armas y ayuda a Ucrania, que enfrenta a unas fuerzas armadas rusas mucho mayores y respaldadas por una floreciente industria armamentista interna.
El gobierno ucraniano asignó casi 1.400 millones de dólares en 2024 para comprar y fabricar armas, 20 veces más que antes de la invasión rusa.
Y en otro cambio importante, ahora gran parte de las armas se adquieren a fábricas privadas. Estas están surgiendo en todo el país y apropiándose de una industria que estaba dominada por empresas estatales.
Una fábrica privada de morteros fundada en el oeste de Ucrania el año pasado produce unos 20.000 proyectiles por mes.
“Siento que acercamos a nuestro país a la victoria”, dijo el dueño de la fábrica, Anatolli Kuzmin, de 64 años, que antes hacía maquinaria agrícola y huyó de su hogar en el sur de Ucrania tras la invasión rusa en 2022.
Pero, al igual que otros aspectos del aparato de defensa de Ucrania, el sector de la defensa se ha visto limitado por la falta de dinero y mano de obra, y según sus directivos y los generales, por exceso de burocracia. Un sector privado más robusto podría ayudar a eliminar la ineficiencia y permitiría a las fábricas producir armas y municiones con mayor rapidez.
Lo que está en juego no podría ser más alto.
Rusia controla casi la cuarta parte del territorio ucraniano y ha ganado impulso en el frente de 1.000 kilómetros (620 millas) al estar dispuesta a perder grandes cantidades de soldados con tal de lograr incluso un avance muy pequeño. Las fuerzas ucranianas suelen encontrarse superadas en número y armamento, y esto ha contribuido a un descenso en el estado anímico de los militares.
“Se necesita un mortero, no dentro de tres años, sino ahora, en lo posible ayer”, dijo Taras Chmut, director de la Fundación Vuelvan con Vida, una organización que ha recaudado más de 260 millones de dólares durante la última década para equipar a los soldados ucranianos con ametralladoras, vehículos blindados y más.
EMPRESARIOS EN TIEMPOS DE GUERRA
Kuzmin huyó de la ciudad sureña de Melitópol en 2022 después que Rusia invadió y tomó control de su fábrica, que principalmente hacía repuestos para maquinaria agrícola. Había empezado a crear un prototipo de proyectiles de mortero poco después de que el Kremlin invadió el país en 2014 y se apoderó de la península ucraniana de Crimea.
A fines del año pasado, Kuzmin se hizo cargo de un gran depósito en el oeste de Ucrania. Sus objetivos a largo plazo incluyen elevar la producción a 100.000 obuses por mes y desarrollar motores y explosivos para drones.
Él es uno de muchos emprendedores que están transformando la industria armamentista ucraniana, que estaba dominada por empresas estatales desde la caída de la Unión Soviética. Hoy, aproximadamente el 80% de la industria de la defensa está en manos privadas, una imagen completamente distinta a la de la situación el año pasado y en agudo contraste con la industria rusa de defensa, controlada por el Estado.
Cada proyectil nuevo es envuelto en papel marrón y empacado cuidadosamente en cajones de madera para enviarlos a Rumania o Bulgaria, donde los cargan con explosivos. Semanas después, los envían de regreso y van al frente.
“Nuestro sueño es instalar una planta de explosivos”, dijo Kuzmin, quien busca un socio para concretarlo.
OBSTÁCULOS AL CRECIMIENTO
Ucrania ha aumentado el gasto militar mientras la ayuda de Estados Unidos por valor de 60.000 millones de dólares está detenida en el Congreso y los países europeos tienen problemas para enviar municiones en cantidad suficiente.
Por impresionante que haya sido la transformación del sector de la defensa de Ucrania, el país no tiene posibilidades de derrotar a Rusia sin ayuda masiva de Occidente, dijo el investigador Trevor Taylor, del instituto de investigaciones Royal United Services Institute con sede en Londres.
“Ucrania no es capaz de producir todas las municiones que necesita para esta pelea”, dijo Taylor. “La parálisis de los 60.000 millones de dólares en ayuda estadounidense está resultando un obstáculo significativo”.
Rusia también está invirtiendo más fondos en su industria de defensa, cuyo crecimiento ha ayudado a proteger su economía del impacto de las sanciones occidentales. El ministro de Defensa, Seguei Shoigu, se jactó recientemente de enormes aumentos en la fabricación de tanques, drones y municiones.
“El país entero se ha puesto de pie y trabaja por nuestra victoria”, dijo.
En comparación con el año pasado, la producción ucraniana de obuses es unas 40 veces mayor y la de municiones de artillería casi se ha triplicado, dijo el ministro de industrias estratégicas, Oleksandr Kamyshin. También ha habido un auge de nuevas fábricas de drones, a las que el gobierno ha asignado unos 1.000 millones de dólares, adicionales a su presupuesto de defensa.
“Ahora producimos en un mes lo que solíamos producir en un año”, dijo Vladislav Belbas, director general de Ukranian Armor, que fabrica una amplia gama de vehículos militares.
Para la 28va brigada del ejército ucraniano, que combate cerca de Bajmut, las demoras en los envíos de armas desde el exterior aún no han significado un problema para los soldados “porque podemos cubrir nuestras necesidades con nuestra propia producción interna”, dijo el mayor Artem Kholodkevych.
De todas formas, las fábricas de armas enfrentan una serie de retos, desde responder a las necesidades cambiantes de los comandantes en el frente hasta su vulnerabilidad a los misiles rusos de largo alcance.
Pero quizás el mayor obstáculo inmediato sea la falta de personal.
Yaroslav Dzera, gerente de una de las fábricas de Ukranian Armor, dijo que tiene dificultades para conseguir y conservar trabajadores calificados, entre otras razones porque muchos están en el frente.
COMBATIENDO LA BUROCRACIA
Las empresas armamentistas dicen que otro obstáculo al crecimiento es la burocracia.
Desde el comienzo de la guerra, el gobierno ha intentado volverse más eficiente, incluso con un proceso más transparente de otorgamiento de contratos. Pero las autoridades dicen que el país tiene un largo camino por recorrer en ese aspecto.
Poco antes de que lo destituyera el presidente Volodymyr Zelenskyy, el exgeneral en jefe Valerii Zaluzhnyi puso de relieve ese problema en un ensayo que escribió para la cadena de televisión CNN, en el que dijo que el sector de la defensa estaba “paralizado” por el exceso de regulación y la falta de competencia.
A pesar de las dificultades, uno de los éxitos ha sido la industria del dron. Los drones navales de fabricación ucraniana han resultado eficaces contra la flota rusa en el mar Negro.
Alrededor de 200 empresas en Ucrania fabrican drones, y las entregas en diciembre eran de 50 veces más con respecto al año anterior, según el ministro de transformación digital, Myjailo Fedorov.
La guerra entre Rusia y Ucrania no es un enfrentamiento sobre quién tiene mejores drones o misiles, dijo Serhii Pashynskyi, presidente de la cámara empresarial Asociación Nacional de Industrias de la Defensa.
“Tenemos una guerra de sólo dos recursos con Rusia: mano de obra y dinero”, dijo. “Y si aprendemos a usar estos dos recursos básicos, ganaremos. Si no, tendremos grandes problemas”.
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El periodista de The Associated Press Volodymyr Yurchuk contribuyó a este despacho.