La UA pide diálogo y una "rápida desescalada" en el conflicto del este de la República Democrática del Congo

Adís Abeba, 22 feb (EFE).- El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, pidió diálogo y una "desescalada rápida" para resolver el conflicto del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército congoleño en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

En un comunicado emitido a última hora del miércoles, Mahamat se declaró "profundamente preocupado por la continua tensión" en el este de la RDC.

El presidente de la Comisión (secretariado) instó a los líderes de la región a "favorecer el diálogo" con el fin de "llegar a un acuerdo en un espíritu de colaboración fraterna".

"La integridad, seguridad, soberanía y estabilidad de todos los Estados de la región deber ser imperativamente garantizada y la vida de la población civil y protegida por completo", subrayó.

El político chadiano recordó que "no habrá solución militar a los problemas y diferencias dentro de la familia africana".

Por último, Mahamat pidió a todas las potencias extranjeras que "se abstengan por completo de cualquier interferencia en los asuntos internos de todos los países africanos", particularmente los de la región africana de los Grandes Lagos.

Desde el pasado 1 de octubre, el M23 ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de la ciudad de Goma, capital de la provincia nororiental de Kivu del norte, que ocupó durante diez días en 2012 antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.

Los insurgentes han tomado el control de las carreteras principales que unen el resto del país con esa estratégica capital provincial, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.

Asimismo, los combates han empeorado la crisis humanitaria y más de 150.000 personas han huido de sus casas en esa área desde el pasado día 2, más de la mitad niños, según indicó este 8 de febrero la ONG Save the Children.

El conflicto también ha desencadenado graves tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, un extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a haber sido confirmado por la ONU.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país.

Esa colaboración también ha sido corroborada por la ONU.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).

(c) Agencia EFE