En Twitter. Cristina Kirchner y Alberto Fernández despidieron a un nieto restituido que falleció ayer

Ayer falleció Francisco Madariaga Quintela, de 43 años, conocido como "el nieto 101" ya que fue restituido el 17 de febrero de 2010, año en que se reencontró con su papá Abel Madariaga, "el único [padre] que integró la comisión directiva" de Abuelas de Plaza de Mayo, según un comunicado emitido por la organización.

"Adiós a Fran, que seguro por fin se va a encontrar con su mamá. Un abrazo enorme a Abel, que está internado por Covid... Demasiado dolor", escribió en un tuit la vicepresidenta Cristina Kirchner para despedir a Madariaga Quintela, al que sumó una foto en la que estaban juntos.

Unos minutos después, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, añadió otro mensaje. "Mi sentido abrazo y mis condolencias a la familia y seres queridos de Francisco Madariaga Quintela, nieto restituido por Abuelas", tuiteó el primer mandatario, quien añadió: "Le envío fuerzas y mi acompañamiento en este tiempo difícil a su padre, Abel Madariaga, que se encuentra internado con Covid".

Según información proporcionada por Abuelas de Plaza de Mayo, el nieto 101 "nació durante el cautiverio de su madre, Silvia Quintela, secuestrada el 17 de enero de 1977" y su padre estuvo exiliado en Suecia y México, hasta que regresó al país en 1983 y se integró a la asociación.

A su vez, relataron que Madariaga Quintela se acercó a la organización el tres de febrero de 2010, con la creencia de que podía ser hijo de desaparecidos. "La que decía ser su madre, la apropiadora Inés Susana Colombo, le había confesado que lo habían traído de Campo de Mayo y que su exesposo, Víctor Alejandro Gallo, oficial de Inteligencia del Ejército Argentino y miembro del Batallón 601, le había dicho que el niño había sido abandonado en el Hospital Militar. Según relató Colombo, Gallo llevó al bebé a su casa el 10 de julio de 1977, cuando todavía tenía el cordón umbilical", detalla la nota de prensa.

En la organización, desde la que también enviaron sus condolencias, puntualizaron que la infancia de Madariaga Quintela "fue tortuosa, sufrió violencia física y psicológica por parte de su apropiador, que lo mantuvo cautivo como botín de guerra", y agregaron: "Consecuencia de esos maltratos desde temprana edad se le declaró una diabetes insulinodependiente con la que peleaba a diario".