Los turcochipriotas votan mañana divididos entre federalistas y separatistas

Nicosia, 10 oct (EFE).- Las décimas elecciones presidenciales que mañana celebra la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC) son vistas por muchos como un paso clave para la reanudación de los esfuerzos por reunificar Chipre y, sobre todo, como un referéndum sobre su relación con Turquía, que controla de facto económica y militarmente ese Estado.

En los comicios, previstos para abril pero aplazados seis meses debido a la pandemia de coronavirus, los casi 200.000 electores llamados a votar podrán elegir entre once candidatos, entre ellos el actual presidente, Mustafá Akinci.

Akinci acude como independiente y representa al ala más progresista de la izquierda turcochipriota. En sus cinco años de mandato ha tenido varios encontronazos con Ankara y el mismo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por lo que quiere romper con la dependencia de Turquía.

Adalid de una solución bizonal y bicomunal, con igualdad política, con una única soberanía, una única personalidad legal internacional y una única ciudadanía; según los últimos sondeos Akinci tendría un 30 % de apoyo que le permitiría pasar a una segunda vuelta que previsiblemente se celebrará el 18 de octubre.

Liderando las encuestas está el actual primer ministro, el nacionalista Ersin Tatar, con un 34 %.

Tatar, también líder del Partido Unidad Nacional (PUN), goza de gran apoyo en Ankara, representa una línea nacionalista y defiende la creación de dos estados independientes.

Observadores locales dudan de la precisión de los sondeos, que aseguran han sido financiados por partidos políticos y por Turquía. Por ello, no excluyen que en la segunda vuelta se enfrenten Akinci y el líder del Partido Turco Republicano (PTR), Tufan Erhurman, también federalista, a quien los sondeos dan un 15,1 %.

A pesar de la clara importancia de saber quién será elegido, los analistas advierten de que el futuro de la RTNC no dependerá sólo de eso y que Turquía tendrá mucho que decir.

El ejército turco ocupó el norte de la isla de Chipre en 1974 y en 1983 los turcochipriotas declararon unilateralmente la RTNC, solo reconocida por Ankara.

Naciones Unidas patrocinan las negociaciones de Chipre e informaron en septiembre a través de su Secretario General, Antonio Guterres, sobre su intención de emprender, tras la elección del nuevo líder turcochipriota, un enésimo esfuerzo por reanudar las negociaciones de paz entre greco y turcochipriotas.

Según Jaris Psaltis, profesor de la Universidad de Chipre, que realiza estudios de psicología social en las dos comunidades, la importancia de estas elecciones radica en que si Akinci es reelegido "continuarán los esfuerzos para alcanzar una federación, ya que recibirá el visto bueno de su comunidad".

"En caso contrario, Turquía podría aprovechar la ocasión para decantarse por la federación bizonal y bicomunal, lo que significa continuar con el statu quo actual o una solución de dos estados, algo rechazado por el 80 % de grecochipriotas", explicó a Efe Psaltis.

Las elecciones han sido precedidas por una campaña electoral muy particular, trasladada a las redes sociales y la televisión por la pandemia de coronavirus, algo que a su vez podría impactar el resultado de los comicios, pues no se excluye la baja participación.

"Voy a votar por Akinci. Es un pacificador, federalista y nuestra única oportunidad de concluir con éxito las negociaciones bajo la ONU" dijo a Efe el activista de paz y consultor Kemal Baykalli.

Añadió que "los turcochipriotas, aunque mantienen a Turquía en el corazón, están acostumbrados a su autonomía como comunidad separada y no les gusta que Ankara apoye a un candidato específico".

Esta semana Turquía dejó claro su apoyo a Tatar con el anuncio conjunto de la reapertura de parte de la playa sellada del barrio fantasma de Varosha, en Famagusta, uno de los traumas del conflicto y punto clave en todas las negociaciones.

Asimismo, horas antes de comenzar la jornada de reflexión Akinci aseguró en una entrevista televisada haber sido amenazado por el Gobierno turco con que sería "mejor para ti, tu familia y los tuyos que no fueras candidato".

Según Baykalli, además, al ser históricamente laicos, los turcochipriotas no están de acuerdo con la agenda islámica de Erdogan, "por lo que reaccionan negativamente a la intervención de Ankara en sus asuntos, como su derecho a elegir a su propio líder".

"Turquía sigue siendo el único patrocinador económico de la administración en el norte", afirmó Baykalli y añadió que aunque muchos electores ponen el acento en la identidad de la comunidad, desde hace más de cuatro décadas vive a la sombra de Turquía.

Flora Alexandrou

(c) Agencia EFE