Tu gato reconoce su nombre cuando lo llamas… pero decide ignorarte

Investigadores japoneses demuestran que los gatos domésticos pueden diferenciar su nombre de otras palabras | imagen Pixabay
Investigadores japoneses demuestran que los gatos domésticos pueden diferenciar su nombre de otras palabras | imagen Pixabay

Son los reyes de internet. Sus vídeos, sus tiernas fotografías y sus gifs se han adueñado de la red y sus orgullosos dueños los consideran uno de los compañeros más inteligentes y astutos. Curiosamente, y al contrario de los perros, la interacción de los felinos domésticos con los seres humanos no se ha analizado tan a fondo y los estudios científicos sobre gatos domésticos no son tan abundantes como podríamos creer en un primer momento. De hecho resulta sorprendente que apareciera, hace tan solo hace unos días, un estudio que confirma por fin que los gatos son capaces de diferenciar su nombre de otros sustantivos y nombres. El artículo se ha publicado en Scientific Reports de Nature y se titula: “Los gatos domésticos (Felis catus) discriminan sus nombres de otras palabras”.

Antes de analizar el estudio puede resultar interesante conocer algunos estudios anteriores que nos muestran comportamientos singulares y capacidades de los gatos domésticos. Por ejemplo, el trabajo de Miklósi et al, demostró que los gatos son capaces de utilizar el gesto de señalar humano como una señal para encontrar comida oculta, de manera similar a los perros. También sabemos, gracias al estudio de Merola et al, que los gatos no miran a los humanos cuando consideran que no pueden acceder a los alimentos, a diferencia de los perros, o incluso que reaccionan a las expresiones humanas, como la expresión del miedo, cambiando su comportamiento dependiendo de la expresión facial de su dueño.

El nuevo estudio, realizado por investigadores del Departamento de Ciencias Cognitivas y del Comportamiento de la Universidad de Tokio, buscaba ahora aclarar la capacidad de los gatos para diferenciar su propio nombre entre diferentes expresiones humanas, que consistían en otros nombres, sustantivos generales o incluso los nombres de otros gatos que cohabitaban junto a ellos.

Para el estudio los investigadores utilizaron gatos domésticos procedentes de familias japonesas y gatos callejeros que habitan los llamados “Café de gatos”, cafeterías muy populares en Japón| imagen Pixabay
Para el estudio los investigadores utilizaron gatos domésticos procedentes de familias japonesas y gatos callejeros que habitan los llamados “Café de gatos”, cafeterías muy populares en Japón| imagen Pixabay

El trabajo ha utilizado un total de 78 gatos, elegidos de dos grupos diferentes: unos domésticos procedentes de hogares japoneses y otros pertenecientes a un Cat-Café (unas cafeterías especiales plagadas de gatos que triunfan en Japón). Unos años antes, en 2013, el mismo grupo de investigadores ya había demostrado que los gatos reconocían la voz de su amo, ahora querían saber si podían distinguir su propio nombre entre un total de cuatro palabras diferentes, incluso si las pronunciaba otro humano que no fuese su amo.

Realizaron diferentes experimentos, y analizaron las diferentes respuestas de los felinos, prestando atención a diferentes patrones y conductas (mover las orejas, girar la cabeza, la cola, etc.). Las conclusiones son interesantes: los gatos domésticos, los que viven en casas junto con seres humanos, son capaces de diferenciar su nombre entre una serie de sustantivos, mientras que los gatos que pueblan el café de gatos, que suelen ser más libres y callejeros, no distinguían su nombre cuando era citado.

Los autores del estudio explican que la razón por la que los gatos domésticos sí fueron capaces de diferenciar su propio nombre es que, en casa, los nombres de los gatos eran mucho más utilizados y “suelen asociarse con recompensas, como comida, caricias y juegos, o con castigos, como llevarlos a una clínica veterinaria o a un baño. Por tanto, los gatos domésticos asocian su propio nombre con recompensas o factores de estrés, es razonable pensar que reaccionan más cuando escuchan su nombre que los gatos callejeros”, explica Atsuko Saito en el estudio.

El responsable del estudio responde entonces a la cuestión de “si entienden su nombre cuando se les llama, por qué muchas veces no vienen”… la respuesta es sencilla: “simplemente te están ignorando. Los gatos no han evolucionado, como los perros, para responder a las señales humanas. Se comunicarán con los humanos cuando quieran. Así son los gatos”.

Referencias científicas y más información:

Saito, Atsuko, et al. «Domestic Cats ( Felis Catus ) Discriminate Their Names from Other Words». Scientific Reports, vol. 9, n.o 1, abril de 2019, p. 5394. Nature DOI:10.1038/s41598-019-40616-4.

Scully, Ruby Prosser. «Pet Cats Know Their Names They Just Sometimes Prefer to Ignore You». New Scientist