Tribunal surcoreano exime al gobierno y a una agencia en la expulsión de un adoptado de EEUU

En esta imagen de archivo, Adam Crapser, un surcoreano adoptado, durante una entrevista en Seúl, Corea del Sur, el 2 de enero de 2019. (AP Foto/Ahn Young-joon, archivo)

SEÚL, Corea del Sur (AP) — Un tribunal surcoreano exoneró el miércoles al gobierno y a una agencia de adopción de toda responsabilidad en una demanda presentada por un hombre coreano de 49 años cuya traumática historia de adopción incluyó una infancia abusiva en Estados Unidos y su deportación a Corea del Sur en 2016 tras problemas legales.

Al eximir al gobierno surcoreano en el caso de Adam Crapser, cuyos padres adoptivos en Estados Unidos nunca le consiguieron la ciudadanía, el Tribunal Superior de Seúl revocó una sentencia de 2023 de un tribunal inferior que condenaba a la agencia de adopción, Holt Children’s Services, a pagarle 100 millones de wones (68.600 dólares) en daños. El Tribunal del Distrito Central de Seúl dictaminó que Holt debería haber informado a sus padres adoptivos de que necesitaban tomar medidas adicionales para asegurar su ciudadanía tras la finalización de su adopción en una corte estatal, pero no encontró al gobierno culpable de la situación de Crapser.

El texto completo del fallo del Tribunal Superior de Seúl no estuvo disponible de inmediato. Crapser no asistió a la vista.

Crapser, que está casado y tiene dos hijos, dice que sufrió abusos y fue abandonado por dos familias adoptivas que nunca resolvieron su situación legal. Se metió en problemas legales — una vez por irrumpir en la casa de sus padres adoptivos para recuperar la Biblia que lo había acompañado desde el orfanato — y fue deportado porque no era ciudadano estadounidense.

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En su defensa contra las acusaciones de mala conducta planteadas por Crapser, el gobierno y Holt citaron una ley de adopción de la década de 1970 establecida bajo una dictadura militar que estaba diseñada para acelerar el proceso.

La ley, promulgada en enero de 1977, alivió las obligaciones de las agencias de adopción para verificar el estatus de ciudadanía de los niños que enviaban al extranjero y eliminó la supervisión judicial de las adopciones extranjeras, como parte de las medidas para permitir que las agencias procesasen adopciones más rápidamente.

El gobierno y Holt, que facilitaron la adopción de Crapser en Michigan en 1979, invocaron la ley para argumentar que no eran responsables de asegurar que recibiera la ciudadanía.

Los críticos sostienen que esa normativa permitió prácticas descuidadas y fraudulentas que ayudaron a alimentar lo que se cree es el programa de adopción internacional más grande de la historia. Desde la década de 1960 hasta los años 80, Corea del Sur fue gobernada por una sucesión de líderes militares que priorizaron el crecimiento económico y promovieron las adopciones como vía de deshacerse de bocas que alimentar y establecer lazos más estrechos con Occidente.

El abogado de Crapser no dijo de inmediato si recurrirá el fallo. El Ministerio de Justicia, que representa al gobierno en demandas, y Holt no realizaron comentarios de inmediato.

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Más de 4.000 niños coreanos fueron enviados al extranjero en 1979, el año en que Crapser llegó a una familia de Michigan con 3 años. Se convirtió en el primer adoptado coreano en demandar al gobierno surcoreano y a una agencia de adopción por daños en 2019.

El gobierno y Holt fueron demandados también el año pasado por una madre biológica coreana que dijo que eran responsables de la adopción de su hija en Estados Unidos en 1976, meses después de que la menor, de 4 años, fuera secuestrada.

Las demandas, junto con la investigación en marcha para esclarecer las quejas de cientos de adoptados que sospechan que sus orígenes fueron falsificados u ocultados, han presionado al gobierno surcoreano para abordar el fraude generalizado y las prácticas cuestionables del pasado.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.