Trenton McKinley, el niño de 13 años que despertó cuando sus padres estaban a punto de donar sus órganos

Hace dos meses, Trenton McKinley, un niño de 13 años, jugaba con un amigo cuando accidentalmente el remolque en que se desplazaba se volteó, golpeándolo en la cabeza. Él no recuerda nada más.

Trenton McKinley. Foto: ABC News
Trenton McKinley. Foto: ABC News

“Todo lo que vi fue una camilla con los pies colgando. Estuvo muerto un total de 15 minutos”, recordó su madre, Jennifer Reindl, y agregó que los médicos la prepararon para lo peor. “Cuando fue reanimado, dijeron que nunca volvería a ser normal. Me dijeron que sería un vegetal si lo lograba [sobrevivir]”.

Empezaba una angustiante odisea para sus padres. El menor sufrió siete fracturas en el cráneo y daño cerebral. Estuvo cerca de la muerte durante sus visitas obligadas al quirófano, sufrió paros cardiacos y se le diagnosticó muerte cerebral.

Trenton McKinley desafió todos los pronósticos cuando recobró la conciencia días después de que le diagnosticaran muerte cerebral. (Foto vía ABC News)
Trenton McKinley desafió todos los pronósticos cuando recobró la conciencia días después de que le diagnosticaran muerte cerebral. (Foto vía ABC News)

Los médicos le advirtieron a la familia que de aplicarse más resucitaciones artificiales, sus órganos se dañarían más. Ya había sufrido insuficiencia renal.

“Dijeron que la próxima vez que su corazón se detuviera tenían que dejarlo morir… Eso fue un [sábado]… O podría firmar un papel para donar sus órganos para salvar a otros cinco niños… y ellos seguirían inyectándole adrenalina hasta el lunes… así que lo firmé “, escribió Reindl en una página de Facebook creada para ayudar a recaudar fondos para su recuperación. “Sus ojos eran negros y secos y sabía que no dudaría en salvar 5 vidas más”.

Al día siguiente recibió una llamada que lo cambió todo: justo antes de realizarle una prueba al cerebro, el niño movió las manos, los pies, y los ojos.

Ahora McKinley está volviendo a hablar y comienza a volver a la normalidad, a pesar de que todavía sufre convulsiones y otros problemas.

“De no tener ondas cerebrales a ahora poder caminar, y hablar, y leer e incluso hacer matemáticas. Es un milagro”, dijo su madre, según la cadena CBS.

McKinley mantiene una actitud positiva. “¡No tengo que fregar más los platos!”, bromeó.

La madre ha abierto una página en Facebook para recaudar fondos que le permitan hacer frente a los elevados costos médicos, y ha mostrado el largo proceso de recuperación del pequeño.

Hasta ahora, más de 200 personas han donado más de 11.000 dólares.