‘Trenes de basura’ a Georgia pudiera ser el plan de Miami-Dade para los desechos

Al quedarse sin espacio de vertedero en casa, el Condado Miami-Dade está considerando una solución lejana para deshacerse de su basura: pagar a una empresa para transportar los desechos por ferrocarril a través de las fronteras estatales.

“Están buscando enviar por tren los residuos hasta Georgia,” dijo Jimmy Morales, jefe de operaciones del condado, a los comisionados de Miami-Dade el miércoles sobre un posible acuerdo con American Waste Services, una empresa con una oficina en Opa-locka. “Queremos asegurarnos, desde una perspectiva de costos, que tenga sentido”.

Las negociaciones sobre los “trenes de basura” son parte de un esfuerzo mayor para encontrar nuevos destinos para el aproximadamente un millón de toneladas de basura, restos de jardín y otros residuos que Miami-Dade solía quemar cada año en la planta incineradora del condado en Doral. Cuando el incinerador resultó dañado en un enorme incendio en febrero de 2023, el condado se vio obligado a trasladar casi toda la basura que se quemaba ahí a vertederos privados en Miami-Dade y en otros lugares de la Florida.

Aunque algunos de esos desechos han acabado en los vertederos gestionados por el gobierno del condado en la zona de Miami Gardens y cerca de Cutler Bay, se prevé que los dos lugares se queden sin espacio en los próximos cinco años.

El problema pudiera tener mayores repercusiones para el condado debido a una ley estatal sobre límites de desechos. Sin contratos para verter basura en vertederos privados en compensación por la incineradora cerrada, Miami-Dade se arriesga a una moratoria sobre nuevas construcciones en virtud de las normas de la Florida que obligan a los condados a demostrar que pueden eliminar los residuos sólidos de su población durante al menos cinco años en el futuro. Si Miami-Dade no dispone de espacio suficiente para sus residuos, los urbanizadores no recibirán autorización para iniciar nuevos proyectos.

Aunque los trenes son una opción para deshacerse de la basura que Miami-Dade quemaba en Doral, el condado tiene actualmente vertederos privados más cercanos para mantener rodando los camiones de basura.

Después de que la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, optara por no reanudar las operaciones parciales en el incinerador de Doral, su administración aseguró acuerdos con los operadores de vertederos Waste Management y Waste Connections para que recibieran aproximadamente 75% más basura de lo permitido bajo sus contratos de condado existentes.

Los acuerdos a corto plazo, que expiran el año próximo, dan a Miami-Dade una capacidad adicional de un millón de toneladas en vertederos privados tan cerca como Medley y tan lejos como St. Cloud, que alberga un vertedero de Waste Connections en el centro de la Florida.

Para los más de 350,000 hogares que dependen de que los camiones de saneamiento del condado recojan la basura dos veces por semana, los nuevos acuerdos pudieran significar tarifas más altas.

La administración de Levine Cava no ha asegurado precios actualizados para los acuerdos necesarios en 2025, y la opción del transporte en tren ofrece una potencial alternativa si Waste Management y Waste Connections quieren demasiado dinero.

“¿Cuándo veremos ... cuánto nos cuesta?”, preguntó Raquel Regalado, una comisionada de Miami-Dade, el miércoles.

Morales no tuvo estimaciones de costos, pero dijo en una entrevista que esperaba que el dinero ahorrado del presupuesto operativo de $60 millones de la incineradora cubriera los mayores gastos de vertederos en los próximos años.

“No pienso que vaya a afectar a quienes pagan la tarifa”, dijo.

Aunque los acuerdos del condado con Waste Management and Waste Connections actualmente involucran a vertederos de la Florida, Morales dijo que los embarques por tren fuera del estado también están bajo consideración con esas compañías.

“Basura sobre rieles, supongo”, dijo. “Ambas están ahora muy interesadas también en los ‘trenes de basura’”.

La incineradora privada del Condado Miami-Dade funcionó por última vez en febrero de 2023, antes de que un incendio arrasara las instalaciones.
La incineradora privada del Condado Miami-Dade funcionó por última vez en febrero de 2023, antes de que un incendio arrasara las instalaciones.

Después del incendio del incinerador, el personal de Levine Cava colaboró en un borrador de memorando alentando a los comisionados del condado a reabrir la parte de la instalación de Doral que quemaba desechos de jardín, muebles y otros escombros, según correos electrónicos y documentos obtenidos por el Miami Herald a través de una solicitud de registros.

“El Edificio de Procesamiento de Basura no sufrió grandes daños y potencialmente pudiera ser puesto en operación parcial de nuevo”, dice el borrador del memorando distribuido el 13 de junio entre asesores sénior, incluyendo Morales. El memorando decía que la reapertura parcial de la incineradora “ayudará a aliviar lo que actualmente enviamos a los vertederos”.

Uno de los autores fue Mike Fernández, director de Residuos Sólidos del condado en ese entonces. Renunció dos semanas después en una ruptura con Levine Cava e instó públicamente a Miami-Dade a reabrir parcialmente la incineradora en su carta de despedida.

Fernández, ahora vicepresidente en la compañía de basura privada Waste Pro, dijo a una publicación comercial en agosto que él no quería que el condado dependiera de operadores de vertederos privados debido a su capacidad de aumentar tarifas a largo plazo.

“Lo último que uno quiere es depender de vertederos distantes para estar exportando su basura”, dijo a Waste Dive.

La frase sobre la reapertura en el memorando preliminar nunca llegó a los comisionados. En agosto, Levine Cava emitió la versión final del memorando, llamando a la opción de reapertura demasiado costosa, con base en un informe de consultoría presentado después de la renuncia de Fernández 3 de julio.

Arcadis, una consultora del condado especializada en residuos sólidos, desaconsejó la reapertura parcial de la instalación de Doral tras la marcha de Fernández, calificando el costo de reparación de $94 millones de “difícil de justificar” en un informe de agosto. Ese mismo mes, Levine Cava recomendó a los comisionados el cierre de las instalaciones, a lo que la junta accedió posteriormente.