Tragedia en el hidropuerto: un avión sumergido en el Río de la Plata ante la vista de los porteños y un rescate increíble

Un buzo se prepara para descender en las profundidades del río para tender los cables de amarre para recuperar el avión hundido el 31 de diciembre de 1957
Un buzo se prepara para descender en las profundidades del río para tender los cables de amarre para recuperar el avión hundido el 31 de diciembre de 1957 - Créditos: @Archivo LA NACION

Habían pasado poco más de 20 minutos del mediodía y arrancaba una tarde de cielo abierto después de las tormentas del día anterior. La gente caminaba por la costanera cuando un accidente paralizó a los porteños. La tragedia quedó a la vista de todos el 31 de diciembre de 1957: un avión se sumergió en el Río de la Plata después de un dramático intento de amerizaje.

El accidente ocurrió en el antiguo hidropuerto de la Ciudad de Buenos Aires y murieron nueve personas , aunque el rápido trabajo de rescate permitió salvarle la vida a 36 personas .

Un hidroavión sobrevuela el área del accidente mientras una lancha de empuje trata de recuperar el LV-AAR sumergido en el Río de la Plata
Un hidroavión sobrevuela el área del accidente mientras una lancha de empuje trata de recuperar el LV-AAR sumergido en el Río de la Plata - Créditos: @Archivo LA NACION

El hidropuerto de Buenos Aires funcionó desde marzo de 1923. Tiempos en los que la aviación comercial comenzaba a dar sus primeros pasos. Desde 1941 se ofreció un servicio con vuelos hasta Paraguay, con escalas en distintos puertos mesopotámicos. Los pasajeros abordaban primero una lancha que los acercaba hasta los aviones en la dársena F.

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Aquel fin de año de 1957, el hidroavión Sandringham, un cuatrimotor de matrícula LV-AAR, debía partir a las 7.30 rumbo a Asunción, Paraguay, con escalas en Rosario, Corrientes y Formosa. Pero las malas condiciones climáticas demoraron su salida hasta las 11.51.

El rescate del hidroavión de Aerolíneas Argentinas accidentado en 1957, en la dársena F del Puerto Nuevo
El rescate del hidroavión de Aerolíneas Argentinas accidentado en 1957, en la dársena F del Puerto Nuevo - Créditos: @Archivo LA NACION

Poco tiempo después de despegar el comandante Miguel Albero detectó desperfectos en la nave y solicitó un canal para regresar. La investigación posterior concluyó que la falta de mantenimiento fue clave en las fallas, y que provocó una descompensación en los mandos del aparato. Aunque consideraron, también, que hubo errores del piloto al no informar debidamente la gravedad del asunto.

Desde tierra le asignaron la pista 120 para el retorno. Pero cuando realizaba la aproximación, notó que estaba obstruida por el carguero El Gaucho, de la empresa Luis Dreyfus & Cia. Comenzó entonces a sobrevolar la zona a la espera de que se libere el espacio. Después de casi 30 minutos, intentó bajar en un lugar inadecuado. El piloto no notó que el río estaba más picado de lo habitual. Las olas lo golpearon con fuerza y el avión rebotó varias veces sobre la superficie antes de comenzar a sumergirse.

La grúa con capacidad para levantar 30 toneladas intenta el rescate del avión accidentado en el hidropuerto de la Ciudad de Buenos Aires en 1957
La grúa con capacidad para levantar 30 toneladas intenta el rescate del avión accidentado en el hidropuerto de la Ciudad de Buenos Aires en 1957

Esos golpes arrancaron por completo el flotador del ala izquierda y uno de los motores. Los daños estructurales facilitaron el ingreso de agua y el rápido hundimiento.

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Roberto Gaineddu, piloto civil y comercial, y amplio conocedor de la historia de la aeronavegación en el país, explica: “Para mí hay aviones que son históricos. Y esos Sandringham lo son. Los compró Alberto Dodero en 1946, en Inglaterra, después de la Segunda Guerra Mundial. La ley argentina no permitía vuelos comerciales privados y se creó una compañía mixta, Alfa, que podía tener un gerenciador privado y a la que el estado le garantizaba un renta mínima y segura. Pero bueno, ya sabemos que no funcionó...”.

El valor que adquieren estas naves es que mas tarde fueron alquiladas a la empresa Fama, que instauró la ruta Buenos Aires-Londres. “Se convirtió en el primer vuelo comercial internacional bajo bandera argentina . Los aviones se llamaban Argentina, Paraguay, Inglaterra y Brasil. Esta última es la del accidente”, completa Gaineddu.

El detalle de la empresa no es menor. Fama, junto con Zonda (propiedad de Alvaro Alsogaray), Alfa y Aeroposta se fusionaron más tarde en Aerolíneas Argentinas, que “heredó” esos hidroaviones.

Los cables de acero se cortan y el avión vuelve a hundirse en la dársena F del Puerto Nuevo el 31 de diciembre de 1957
Los cables de acero se cortan y el avión vuelve a hundirse en la dársena F del Puerto Nuevo el 31 de diciembre de 1957 - Créditos: @archivo LA NACION

Un rescate angustiante

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Tras el sobresalto de los golpes sobre el agua, la gente, desesperada, comenzó a gritar y a romper las ventanillas. Se amontonó en el extremo de la cola del avión, que todavía estaba a flote, mientras que su nariz comenzaba a perderse de vista en el río.

Las lanchas de la Prefectura Nacional Marítima de rescate llegaron de inmediato y lograron salvar a 36 pasajeros. El error fue en la comunicación del amerizaje de urgencia. Al no ser advertidos la tripulación y a los pasajeros de la situación, las personas no tenían puestos los salvavidas y no hubo tiempo para desplegar los botes de salvataje.

Después de dos días de trabajo, los operarios consigue retirar el avión del río; un rescate que sacudió a la Argentina el último día de 1957
Después de dos días de trabajo, los operarios consigue retirar el avión del río; un rescate que sacudió a la Argentina el último día de 1957 - Créditos: @Archivo LA NACION

Los pasajeros se amontonaron en el fuselaje, pero no había lugar para todos. Algunos saltaron al agua y resistieron hasta que fueron rescatados. Pero nueve personas murieron. Entre ellos, una pareja con su hija de apenas un año.

Más tarde llegaron los buzos para intentar recuperar los cuerpos desaparecidos. Tardaron tres días en rescatarlos a todos. El hidroavión fue atado con cables de acero y arrastrado por una embarcación de empuje hasta a la dársena F.

El hidroavión destrozado reposa en tierra y se da comienzo a las investigaciones del trágico accidente en el Río de la Plata en 1957
El hidroavión destrozado reposa en tierra y se da comienzo a las investigaciones del trágico accidente en el Río de la Plata en 1957 - Créditos: @Archivo LA NACION

Una grúa de tierra, con capacidad para levantar 30 toneladas comenzó con el trabajo de recuperación, pero una de las grampas cedió y la nave volvió a hundirse. Se cancelaron los trabajos para el día siguiente. Todavía quedaban cuerpos por recuperar.

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El informe del Prevac (Comité de Prevención de Accidentes de Aviación Civil), que puede verse en línea, concluyó: “(el piloto)… debió adoptar previamente al amaraje las medidas de emergencia que están establecidas en el Manuel de Operaciones (…), debió exigir que el canal fuera liberado para efectuar el amaraje dentro de la zona protegida, toda vez que la aeronave era controlable y podía haberse mantenido en espera como lo hizo durante el tiempo que realizó los circuitos previos”.

Una imagen aérea del hidropuerto de Buenos Aires, que dejó de funcionar en los 60
Una imagen aérea del hidropuerto de Buenos Aires, que dejó de funcionar en los 60 - Créditos: @Facebook Fotos antiguas de Buenos Aires

Y cuestionó también a la tripulación, aunque con atenuantes: “Debido al error del piloto de mando de no haber previsto la emergencia, y a falta de la instrucción correspondiente por parte de la compañía, la actuación (…) no fue eficiente desde el momento que se careció de una dirección y de la ejecución de medidas elementales, como la expulsión de botes salvavidas, apertura de salidas de emergencia y requerir ayuda de la Torre de control al no notar la gravedad del accidente”.

Los hidroaviones para vuelos comerciales quedaron fuera de servicio en el año 1962. “Aerolíneas compró los primeros jets, los Caravell y los Comet IV, para vuelos de cabotaje e internacionales -amplía Gaineddu-. También se sumaron los primeros turbo hélice que volaron acá, los Avro 748. Los aviones quedaron abandonados en la dársena F durante cinco años, hasta que se desguazaron en 1967. Ese fue el final del hidropuerto y de los Sandringham”.