La tormenta Barry golpeó a Louisiana con inundaciones

NUEVA ORLEANS.- Con fuerza de huracán, Barry tocó tierra ayer en Louisiana y poco después perdió intensidad para convertirse en tormenta tropical, pero aún amenaza con aguaceros e inundaciones a millones de personas.

Barry provocó un gran impacto en toda la región, con miles de evacuados, vuelos cancelados y una alerta general que aún no cesa ante la posibilidad de más inundaciones por las fuertes lluvias y vientos.

"Quiero advertirle a todo el mundo que esto es solo el comienzo", dijo en conferencia de prensa el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards.

El director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, dijo que Barry había acumulado "una gran cantidad de humedad" y que traería lluvia sobre el área durante todo el fin de semana.

Las autoridades emitieron una alerta de huracán para la zona comprendida entre Intracoastal City y Grand Isle.

Horas antes de tocar tierra, las fuertes lluvias y las rachas de viento que acompañan a Barry -el primer huracán de la temporada- causaron apagones en la costa de Estados Unidos en el Golfo de México.

Barry pondrá a prueba las obras de prevención de inundaciones que se realizaron en la zona después de que el huracán Katrina devastara Nueva Orleans hace 14 años.

Las autoridades de Morgan City, al oeste de Nueva Orleans, ordenaron un toque de queda hasta las 6 (hora local), ya que se esperaba que el vórtice tocara tierra allí o en los alrededores.

La jornada de ayer comenzó con lluvias intermitentes, cortes de electricidad y la luz de los celulares como única forma de ver en la oscuridad.

Al amanecer, más de 45.000 personas en el sur de Louisiana se encontraban sin electricidad.

La periferia de la tormenta se hizo sentir en Louisiana y la costa de Mississippi y Alabama con aguaceros, a tal punto que las calles cerca de la costa quedaron bajo el agua.

Los expertos calculan que los peores daños ocurrirán en Louisiana y en partes de Mississippi, y que unos tres millones de habitantes se verán afectados por las lluvias y los vientos del meteoro.

Anteanoche, los residentes habían recibido buenas noticias de los meteorólogos, que pronosticaron que el río Mississippi alcanzará el lunes una altura máxima de 5,2 metros y no 5,8 metros como se calculó previamente.

Los diques que protegen la ciudad tienen una altura de entre 6 y 7,5 metros. Las autoridades tanto de Louisiana como de Mississippi tomaron medidas de precaución, abriendo las represas en los alrededores de Nueva Orleans para que fluya el agua.

Agencias AFP y AP