¿Una tormenta acaba de inundar su casa en Florida? Usted podría estar en riesgo de enfermedad por moho

Después de fuertes lluvias, su casa puede inundarse con aguas residuales y productos químicos, exponiéndole a virus, bacterias y parásitos.

Luego viene el moho, que puede ser peligroso y, a veces, potencialmente mortal.

Un brote puede propagarse rápidamente tras un huracán o una tormenta, dejándole con alergias primaverales dentro de su casa.

Esto es lo que hay que saber sobre el impacto del moho en la salud.

¿Se puede enfermar por exposición al moho?

Síntomas: Algunas personas son más sensibles al moho que otras. Pero es mejor saber a qué síntomas hay que estar atento.

Según los CDC, las reacciones más comunes al moho incluyen congestión nasal, respiración sibilante y enrojecimiento o picor de ojos y piel. Las personas alérgicas o asmáticas pueden tener reacciones más intensas, como fiebre y dificultad para respirar.

Aunque el moho se presenta en diferentes colores, no hay forma de saber con seguridad lo peligroso que pudiera ser. El moho debería eliminarse siempre, sobre todo porque algunos pueden producir toxinas.

Aunque es poco frecuente, se han registrado casos de mohos tóxicos en viviendas que han provocado hemorragias pulmonares y pérdida de memoria, según los CDC. Estas infecciones, que pueden poner en peligro la vida, pueden presentarse con fiebre, tos, dificultad para respirar, sudoración nocturna, pérdida de peso, síntomas sinusales, así como costras oscuras, ampollas y úlceras en la piel.

La exposición al moho puede provocar un aumento de los síntomas respiratorios y hospitalizaciones en niños y adultos susceptibles, dijo el Dr. Trishul Siddharthan, pulmonólogo de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami,

“El moho es una de las principales causas de atopia, asma y eczema en nuestro estado”, dijo Siddharthan.

Cualquier persona que haya estado expuesta al moho debería buscar atención médica.

¿Quién corre más peligro?

Enfermedades subyacentes: Las personas inmunodeprimidas o con enfermedades pulmonares o respiratorias, como el asma, son más susceptibles al moho y otras infecciones fúngicas.

Los niños también pueden resultar afectados. Estudios han sugerido una relación entre la exposición al moho y el asma en niños genéticamente predispuestos a esta enfermedad. Los CDC recomiendan que las personas con asma extremen las precauciones cuando se expongan al moho.

Las personas con mayor riesgo de sufrir infecciones graves son las que se han sometido a un trasplante, tienen cáncer, están en tratamiento oncológico y toman medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.

¿Cómo puedo protegerme mejor?

Consejos profesionales: Evite por completo la exposición al moho si es posible. No entre en una casa después de un huracán o una inundación.

Si tiene que entrar en una casa con moho, los CDC recomiendan llevar gafas y guantes protectores, botas impermeables, un respirador N95, una camisa de manga larga y pantalones largos mientras esté dentro.

Asegúrese de abrir las ventanas para que entre aire fresco e intente reducir su exposición a los hongos pasando tiempo al aire libre y visitando lugares públicos.

Para más información sanitaria

Visite la página de los CDC sobre el moho y sus efectos sobre la salud.