Tras tiroteo vs. Trump, se espera mayor seguridad en futuras visitas a Sacramento

Si el presidente Joe Biden o el expresidente Donald Trump hacen escalas de campaña en Sacramento antes de las elecciones de noviembre, es probable que se incremente la seguridad en comparación con el intento de asesinato de Trump del sábado, coincidieron dos exalguaciles del condado de Sacramento.

El intento de asesinato se produjo durante un mitin de Trump en Butler, Pennsylvania, al norte de Pittsburgh, y en el murió un hombre y resultaron heridos otros dos, además de Trump. El agresor de 20 años, quien fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto después de que sonaran los disparos pasadas las 6 p.m., hora del Este, pudo acceder a una azotea a solo 450 pies del presidente.

Uno de los “elementos básicos” para asegurar un lugar es eliminar las líneas de visión hacia el lugar donde hablará una persona protegida, incluso si está fuera del perímetro tradicional del evento, dijo el ex director adjunto del FBI Andrew McCabe en el programa “Meet the Press” de la NBC el domingo. Las fuerzas del orden suelen colocar a personas alrededor de esos edificios o encima de ellos, o colocar barreras que bloqueen cualquier disparo, explicó.

El ataque del sábado supuso el primer intento de asesinato conocido públicamente de un presidente o expresidente desde 1981, cuando Ronald Reagan resultó gravemente herido en un tiroteo a la salida de un hotel de Washington. El agresor fue un tirador solitario, John Hinckley Jr., que intentaba impresionar a una celebridad. Tras el ataque del sábado, el FBI ha dicho que sus conclusiones iniciales eran que Thomas Matthew Crooks, de 20 años, también actuó solo, aunque las autoridades estaban trabajando para descubrir sus motivos en el ataque.

Durante los actos en los que presidentes o expresidentes han hablado en Sacramento, las fuerzas del orden locales han seguido las indicaciones del Servicio Secreto de Estados Unidos, dijeron los exalguaciles Scott Jones y John McGinness.

“Sabremos dónde están sus francotiradores”, dijo Jones, que fue alguacil de 2009 a diciembre de 2022. “Sabremos dónde están asignados, ellos sabrán dónde estamos asignados. Quieres poner tu mente en el lugar de alguien que desea hacer daño a la persona y analizar la vulnerabilidad. Cambiaron los protocolos después de que dispararan a Reagan y estoy seguro de que también lo harán aquí”.

McGinness, predecesor de Jones, se mostró de acuerdo.

“Creo que, en todo el espectro, esto será un caso de estudio para los nuevos agentes del Servicio Secreto y las fuerzas del orden de todo el país y más allá”, dijo McGinness. “Garantizo que esto formará parte del plan de estudios en el futuro”.

La seguridad en los mítines de campaña y en los actos de la Casa Blanca supera las medidas de seguridad más estrictas que la mayoría del público ve en la vida cotidiana. Periodistas, dignatarios, invitados y quienes están cerca del presidente o de los principales candidatos en los actos se someten a minuciosos controles de antecedentes y a inspecciones y registros de bolsos y equipos. Muchos de los edificios y zonas circundantes son revisados, vigilados y protegidos con mucha antelación, ya que los funcionarios evalúan toda una serie de amenazas.

Pero los asistentes a la manifestación del sábado afirman que el Servicio Secreto no cubrió todas las estructuras de los alrededores, según un testigo presencial que habló con la BBC.

Greg Smith declaró a la cadena británica que vio al agresor arrastrándose por un tejado cercano antes de que sonaran los disparos. Smith y otras personas apuntaron al agresor durante tres o cuatro minutos, según él, mientras intentaban alertar a la policía o al Servicio Secreto de su presencia.

Associated Press informó el domingo que un agente de la policía local que estaba en el mitin había subido al tejado y se había encontrado con Crooks. El agresor apuntó con lo que se ha descrito como un rifle AR-15 al agente, que retrocedió mientras Crooks disparaba rápidamente a Trump. El encuentro que acabó con la vida de Crooks duró unos segundos, según informaron a la AP dos funcionarios de las fuerzas del orden.

Smith dijo que sospechaba que otros oficiales y agentes no pudieron ver al hombre debido a la inclinación del tejado donde estaba situado. Otras fotos de testigos presenciales compartidas en las redes sociales desde la concentración muestran al sospechoso tumbado boca abajo con un rifle. Un video compartido en X muestra una escena caótica de gente gritando: “¡Tiene un arma!”

Smith dijo: “Estoy pensando para mis adentros: ‘¿Por qué sigue hablando Trump? Por qué no lo han sacado del escenario?”

El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, respondió el domingo a las críticas sobre un fallo en la seguridad en un comunicado publicado en X. Guglielmi dijo que no era cierto que el campo de Trump hubiera “solicitado recursos de seguridad adicionales y que fueron rechazados”.

“De hecho, agregamos recursos de protección y tecnología y capacidades como parte del aumento del ritmo de los viajes de campaña”, dijo Guglielmi.

El fiscal de distrito del Condado de Butler, Richard A. Goldinger, dijo a CNN el sábado que el hombre armado estaba fuera del recinto donde Trump estaba hablando.

“Francamente, no sé cómo habrá llegado al lugar donde estaba”, dijo Goldinger. “Y creo que eso es algo que tendremos que averiguar, cómo llegó ahí”.

La última visita de Trump a la región de la capital fue en septiembre de 2020, cuando visitó McClellan Park, donde se reunió con el gobernador Gavin Newsom para una discusión televisada sobre los incendios forestales en curso en California. No hubo mitin público, pero unos cientos de seguidores de Trump se reunieron cerca de la pista de aterrizaje mientras el presidente respondía a preguntas de los medios.

McClellan Park, una base de la Fuerza Aérea fuera de servicio, tiene edificios que están a unos cientos de metros de la pista donde estaban Trump y el Air Force One, de forma similar a lo cerca que estaba el tirador de Pennsylvania, dijo Jones. Dijo no recordar si la seguridad tenía agentes apostados en esos edificios o encima de ellos.

Ni Trump ni Biden han anunciado paradas de campaña en Sacramento o en el norte de California de cara a las elecciones de noviembre, aunque ambos celebraron actos de recaudación de fondos en la zona de la bahía en mayo.

Biden canceló una presentación prevista el lunes en Austin, Texas, tras el tiroteo, mientras que los responsables de la campaña de Trump dijeron que la agenda seguiría adelante para el inicio el lunes de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee. El domingo desde la Casa Blanca, Biden dijo que ordenó al Servicio Secreto que revisara las medidas de seguridad para el evento de cuatro días. También ordenó una revisión independiente del mitin del sábado “para evaluar exactamente lo que pasó”.

No estaba previsto aumentar las medidas de seguridad para Newsom y los funcionarios electos locales de Sacramento como consecuencia del intento de asesinato. Las fuerzas del orden de toda la región no indicaron amenazas contra ningún dignatario y declinaron hacer comentarios sobre las medidas que tomarían a causa del intento de asesinato del sábado.

La oficina de Newsom declinó hacer comentarios sobre asuntos relativos a su seguridad, remitiendo las preguntas a la Sección de Protección de Dignatarios de la Patrulla de Carreteras de California (CHP), dijo Izzy Gardon, portavoz de Newsom. Jaime Coffee, portavoz de la CHP, no respondió de inmediato a un correo electrónico en busca de comentarios.

Las reuniones del Concejo Municipal de Sacramento, en las que se han vivido momentos de gran tensión, ya cuentan con un fuerte dispositivo de seguridad. Antes de entrar en la cámara, todos los asistentes deben pasar por un detector de metales, mientras que los agentes de policía inspeccionan minuciosamente todos los bolsos. El mismo proceso se aplica en las reuniones de la Junta de Supervisores del Condado de Sacramento.

Los Angeles Times contribuyó a este artículo.