Tras el tiroteo en una escuela de Wisconsin, las familias intentan procesar el trauma
Las familias manifestaron estar de duelo por el tiroteo del lunes, el cual causó la muerte de un alumno y un profesor, así como otras seis personas heridas.
Los padres inscribieron a sus hijos en la escuela cristiana Abundant Life de Madison, Wisconsin, por muchas razones. Algunos dijeron que se sintieron atraídos por los rigurosos planes de estudios de la escuela, sus equipos deportivos de alto rendimiento o su arraigo en los principios cristianos. Muchos dijeron que la escuela, una pequeña pero creciente institución académica que atiende desde niños pequeños hasta adolescentes, ayudaba a sus alumnos a formar vínculos únicos.
Las familias dijeron el martes que se aferraban a ese vínculo, que se manifestó en un concierto de Navidad para todos los grados la semana pasada y en una celebración del día del pijama esta semana para los alumnos de secundaria. Estaban de duelo por el tiroteo del lunes, el cual causó la muerte de un alumno y un profesor, así como otras seis personas heridas.
“Todos somos una familia, y todos nos conocemos, estén o no en el mismo grado”, dijo Karl Gottschalk, quien tiene tres hijos matriculados en Abundant Life. “Nunca nos preocupó que ocurriera algo así porque se trata de una escuela religiosa muy pequeña”.
El martes, cuatro víctimas seguían hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico. Mientras crecía un monumento improvisado en una acera afuera de la escuela y se planeaban vigilias para la noche, las familias se preguntaban cómo podía haber ocurrido algo tan terrible en la unida comunidad de esa escuela privada del lado este de Madison.
“Está empezando a ser un colegio grande, pero nos sentimos muy unidos”, dijo Michelet Jean-Charles, quien se trasladó a Wisconsin desde Haití e inscribió a sus tres hijos en Abundant Life porque las enseñanzas del colegio se alineaban con sus creencias cristianas. “Sentimos que podemos confiar en todo el mundo en la escuela: los niños, sus padres. Nos damos abrazos, nos damos la mano”.
La policía identificó el lunes por la noche a la autora de los disparos como Natalie Rupnow, estudiante de 15 años de Abundant Life. Los agentes la encontraron poco después del ataque y la declararon muerta por una herida de bala autoinfligida.
Los funcionarios municipales proporcionaron poca información nueva el martes, y el jefe de la policía, Shon F. Barnes, no aceptó preguntas después de haber dirigido varias ruedas de prensa el lunes. Abandonó la sesión informativa del martes tras hacer una breve declaración.
“Al parecer, el motivo fue una combinación de factores”, dijo, aunque no especificó cuáles. En cuanto a si se había atentado contra personas concretas, afirmó: “En este incidente se atentó contra todo el mundo, y todo el mundo corrió el mismo peligro”.
Las autoridades municipales de Madison no dieron el nombre de las dos personas que murieron.
“No es en absoluto asunto de ustedes quién resultó herido en este incidente”, dijo la alcaldesa Satya Rhodes-Conway.
Abundant Life se fundó en 1978 y creció rápidamente en los últimos años, según mostraron las entrevistas y los registros estatales, y muchas familias utilizaban un programa estatal de vales que cubre la matrícula en escuelas privadas para los alumnos que cumplen los requisitos. El lunes, un funcionario de la escuela dijo que había unos 420 alumnos inscritos, frente a los aproximadamente 290 de hace tres años, según los registros estatales.
Cuando los funcionarios estatales auditaron el programa de almuerzos de la escuela en 2018, observaron que el personal de Abundant Life se mostró acogedor y abierto a implementar cambios. “El personal conoce bien a los alumnos y se dirigen a ellos con respeto”, decía el informe.
En 2020, Abundant Life fue una de las varias escuelas que demandaron al funcionario de salud del condado de Dane por ordenar el cierre de las escuelas durante la pandemia de COVID-19. La Corte Suprema de Wisconsin se puso finalmente de parte de Abundant Life y de las otras escuelas que demandaron.
Nick Cardarella, cuya esposa trabaja en Abundant Life y sus hijastros son alumnos, dijo que la escuela tenía un ambiente acogedor.
“Eres bienvenido como eres”, dijo. “Existe ese elemento religioso, pero no presionan al respecto en ningún sentido”.
Los padres dijeron que estaban tratando de ayudar a sus hijos a procesar el trauma que habían sufrido en la festiva última semana de clases antes de las vacaciones de Navidad. Jason Johns dijo que no había podido ponerse en contacto con su hija de 15 años durante más de una hora tras enterarse del tiroteo.
Ella le contó que estaba en clase cuando una serie de fuertes detonaciones en las inmediaciones llevaron a su profesor a preguntar quién estaba golpeando los casilleros del pasillo. Entonces, ella y sus compañeros oyeron gritos y ruidos de personas que caían al suelo en el salón de al lado. Su profesor bajó las persianas y apagó las luces. Más tarde, la policía los sacó del edificio.
Aún no hay muchos detalles del tiroteo. Iba a ser un día normal en la escuela: el menú del almuerzo incluía sándwiches de pollo y esa noche el equipo masculino de baloncesto tenía programado un partido en Palmyra, Wisconsin.
Entonces, a las 10:57 a. m., un profesor hizo una llamada para reportar un tiroteo dentro del colegio, dijo Barnes. El lunes dijo que la llamada había sido realizada por un alumno de segundo grado, pero el martes se disculpó y corrigió, diciendo que quien llamó fue un profesor de segundo grado.
Las fuerzas del orden empezaron a llegar tres minutos después de la llamada. Barnes afirmó que los agentes habían entrado inmediatamente y empezaron a buscar a la autora de los disparos, a la que encontraron a las 11:05 a. m. con una herida de bala aparentemente autoinfligida.
Los agentes dijeron que la atacante había utilizado una pistola, y no estaba claro cómo adquirió el arma. El ataque, según las autoridades, se produjo durante una sesión de estudio para alumnos de varios grados.
Barnes dijo que no tenía conocimiento de que la atacante hubiera tenido ningún contacto previo con las fuerzas del orden. Dijo que sus padres estaban cooperando con los investigadores, y “no tenemos motivos para creer que hayan cometido un delito en este momento”. No se pudo contactar de inmediato a los padres de la autora de los disparos.
Barbara Wiers, funcionaria de Abundant Life, dijo que los estudiantes y los miembros del personal habían recibido formación sobre cómo responder a un ataque. Dijo que las cámaras del edificio se vigilaban regularmente, pero que no había detectores de metales ni agentes de policía en el centro. Varios padres dijeron que Abundant Life tenía una política que obligaba a los estudiantes a guardar sus teléfonos móviles en los casilleros durante la jornada escolar —una práctica cada vez más habitual en los campus estadounidenses—, lo que les dificultó ponerse en contacto con sus padres tras el tiroteo.
Mientras las familias intentaban procesar el ataque, muchas dijeron que se apoyaban en su fe cristiana.
“Es una comunidad muy unida, no solo por sus excelentes planes académicos, sino también por nuestro amor a Jesús y nuestra confianza en Dios”, dijo Hannah Lease, cuyos dos hijos estudian en Abundant Life. “Eso es lo que nos mantiene en pie durante este tiempo”.
Pero el camino a seguir seguía sin estar claro.
Johns, que estaba consolando a su hija, dijo que era demasiado pronto para saber si se sentiría cómoda volviendo a la escuela. En los próximos días, dijo, quiere darle a su hija la oportunidad de pasar tiempo con su familia, rezar, ver películas y celebrar la Navidad, aunque ella no está segura de que pueda disfrutar de las fiestas este año.
“Abundant Life ha sido un lugar maravilloso para ella”, dijo Johns. “Ella experimenta mucha alegría allí. Mi parte enfurecida se pregunta: ‘¿Le han quitado esa alegría? ¿Podrá regresar?’. No lo sé”.
Annie Correal, Jamie Kelter Davis, Ernesto Londoño y Kate Selig colaboraron con reportería. Kirsten Noyes colaboró con la investigación.
Julie Bosman es la jefa del buró de Chicago de el Times, donde escribe e informa sobre historias de todo el Medio Oeste. Más de Julie Bosman
Mitch Smith es corresponsal nacional del Times en Chicago y cubre el Medio Oeste y las Grandes Llanuras. Más de Mitch Smith
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Isabelle Taft es una reportera que cubre las noticias nacionales y forma parte de la generación 2024-25 de Times Fellowship, un programa para periodistas al comienzo de sus carreras. Más de Isabelle Taft
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